Los deportes, la poesía, la música, la variedad gastronómica y las artesanías volvieron. Nuevos y viejos amigos del semanario se dieron cita en una fiesta que reafirmó sus principios y sus compromisos con la defensa de la libertad de expresión y la construcción de un país democrático
Juan Carlos Hurtado F.
@aurelianolatino
Homenajes a Manuel Cepeda, senador por la Unión Patriótica (UP) y el Partido Comunista y ex director de VOZ, asesinado hace 20 años; a Aída Avella, sobreviviente del genocidio estatal contra la UP, dirigente y ex candidata presidencial de esa colectividad; y el festejo por los primeros 80 años de vida del caricaturista Arlés Herrera “Calarcá” fueron la oportunidad para que miles de amigos del periódico de la izquierda se reencontraran a compartir.
Pero no solo los homenajes los hicieron llegar al Club de Pensionados del Ferrocarril en Bogotá el pasado 17 de agosto. También asistieron porque fue la oportunidad para que miles de militantes de izquierda, lectores de VOZ, académicos, estudiantes, trabajadores y dirigentes cívicos llegaran de diversas partes del país a reencontrarse con viejas amistades y viejos compañeros de luchas.
A reencontrarse con la poesía, la literatura socialista, la música protesta, las diversas muestras gastronómicas, las artesanías, las bebidas, las orquestas, la música carranguera, el rock y los eventos culturales a los que los tiene acostumbrados el Festival de VOZ.
Homenaje a Gabo
Al medio día, dentro del Festival se realizó el homenaje a Gabriel García Márquez. Con intervenciones del escritor José Luis Díaz-Granados, del poeta Julio Lamboglia y del periodista y dirigente político Carlos Lozano, hubo un reconocimiento a su vida política y al aporte literario que hizo a la humanidad. El evento, que también tuvo la participación de la agrupación musical Vía Súbita, estuvo acompañado de una exposición de caricaturas de más de 17 países que mostraron gratitud al Nobel.
“Esto demuestra cómo García Márquez ha sembrado semillas en países tan lejanos y con otras lenguas como Australia y la India, ya que esas caricaturas son parte de homenajes que le hicieron en esos países. Para fortuna de todos nosotros pudimos recopilar algunas de ellas y exponerlas en este Festival. Vimos una buena presencia de público que disfrutó con amor la exposición”, expresó Calarcá, uno de los organizadores del evento.
Julio Lamboglia aseguró que el acto había sido fantástico porque los asistentes demostraron que la memoria de Gabo está viva en todos los que de una u otra manera cultivan el arte y la literatura.
Para muchos el Festival se ha convertido en una cita imprescindible cada año. Es el caso de José Romero, periodista y docente universitario de Cartagena, para quien su asistencia es una manera de mostrar su afecto y aprecio al periódico por ser de los pocos medios alternativos existentes en Colombia:
“Representa la voz de los que no tienen voz y cuando la gente que no lo conoce puede leerlo cambia de imagen en seguida, cambia la percepción que tiene de la gente que piensa diferente al bipartidismo. También vengo por mi estimación a mis amigos militantes del Partido Comunista desde mi época cuando yo era militante de la Juventud Trabajadora Colombiana, cuando la JUCO siempre fue nuestra aliada para los análisis de coyuntura, eran quienes nos apoyaban en los procesos de formación.
“Creo que VOZ y la revista Encuentro son los medios que analizan la coyuntura de manera objetiva. VOZ tiene la capacidad de dar a entender a los sectores populares lo que realmente pasa. Es diferente a la otra información que viene manipulada para favorecer ciertos intereses.
“Este es un Festival que va más allá del reconocimiento al periódico, es una machera disfrutar de agrupaciones como Alquimia, Los Corraleros. En un festival pasado disfruté de Aníbal Velásquez. ¿Qué más le puedo pedir a la vida con estas agrupaciones? Pero también aquí uno tiene un encuentro fraterno con gente culta, gente pensante y con los amigos de siempre…
“Además, de lo mejor que he visto que le han hecho a Gabo es el homenaje que le hicieron aquí, por ser un personaje universal, además por su postura y compromiso con una sociedad mejor”.
Caseta Macondiana
Otro de los espacios de mayor asistencia fue la Caseta Macondiana, un bar con música del Caribe como porros, vallenatos clásicos, Los Corraleros, Lisandro Mesa, en el que muchos se aislaron de la programación de la tarima central para tener un lugar en el que consumieron cervezas, conversaron y bailaron.
Para que los padres de familia pudieran disfrutar mejor del evento, los niños fueron atendidos por un grupo de profesionales de la fundación K-ritas, quienes, con magia interactiva, teatro, títeres, y show de zancos, los divirtieron y les enseñaron. En una obra teatral les transmitieron algunos valores y los instruyeron sobre algunos de sus derechos. Rondas infantiles, pintura en la cara y figuras de globofexia que les fueron entregadas a cada uno hicieron parte de la jornada que desde las diez de la mañana se extendió hasta las cinco de la tarde.
La joven Cindy Lopera también asistió al Festival por primera vez: “Me ha servido para conocer y encontrarme con muchas personas que no veía hace rato, y justo en un espacio donde se puede debatir, compartir y aprender. Aquí hay muchas alternativas de diversión: tengo espacio para oír música, para bailar, para poesía, para artesanías y en cada uno he conocido gente diferente y eso ha sido muy enriquecedor”.
Desde Medellín asistió también por primera vez Érika Londoño: “Es bueno ver que los espacios que tiene el Partido para la diversión también pueden ser para la unidad. Se encuentran personas de otras regiones, otras culturas. Me gusta lo que venden en las casetas, las comidas, los botones, los libros y los recordatorios”.
Para la docente de secundaria de Bogotá, Maira Ortiz, las variedades gastronómicas y la posibilidad de volver a ver viejos amigos de lucha es lo que más le satisface: “Lo que más me gusta es la integración de la gente, las ventas de distintas comidas y precios para que las personas consuman lo que quieran. La música ha estado muy bien, ha habido la posibilidad de encontrarse con gente que hace mucho no se ve. El Festival es un espacio para eso”.
“Esta no es solo una fiesta de los comunistas sino de todos los demócratas del país. Se caracteriza por expresiones culturales, de poesía, de artesanías de los presos políticos, de los sectores sociales que reivindican los intereses de los campesinos, de los estudiantes. Se ve un espíritu no solo alegre sino unitario”, anotó el dirigente comunista Camilo Acevedo.
Variedad y deportes
Hilda Pacheco dice que asiste al Festival de VOZ desde que tenía 17 años, cuando lo hacían en El Campín: “Aquí me encuentro con compañeros que piensan como yo y a quienes no veía hace años. Me gustan las orquestas, la manera como organizan todo y que hay mucha integración de las familias. Entre lo más atractivo están las artesanías, los postres y las diferentes comidas que se pueden encontrar”.
En el ámbito deportivo, desde hace dos meses se realizaba el campeonato de microfútbol masculino de VOZ y su final se jugó en el marco del Festival. Coronó como campeón al equipo Costa F.C. que derrotó a Lanceros de Paipa dos tantos por cero. “El nivel del campeonato fue alto, estuvo reñido y hubo equipos muy buenos. Nos gustó porque conocimos personas y procesos que no estaban en el rol de nuestras vidas, gente que se integra, que se une. Eso me gusta”, expresó el capitán del equipo Emilio José San Juan
A tempranas horas de la mañana también se realizaron encuentros de fútbol con participación de escuelas juveniles de la capital del país y la presentación de una revista de gimnasia.
Los asistentes renovaron energía para desde sus regiones y procesos continuar las batallas por la paz. Salieron más convencidos de la necesidad de la unidad y de la construcción del frente amplio por la paz con justicia social, de exigirle al presidente de la República no amenazar con pararse de la mesa y aceptar el cese bilateral de fuegos que propone la insurgencia para seguir adelantando las conversaciones en un mejor ambiente.
Todos los eventos y los discursos políticos de Jaime Caycedo, Iván Cepeda y Carlos Lozano les entregaron más elementos de juicio y más argumentos para ir a seguir construyendo la unidad en las calles, las universidades, las fábricas, las empresas, los colegios y seguir defendiendo y fortaleciendo al decano de la prensa de izquierda en Colombia: al periódico VOZ.
