jueves, marzo 28, 2024
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Theodorakis, el griego

El autor de la banda sonora de la película ‘Zorba el Griego’, ha sido un prolífico compositor, y desde joven, militante de la lucha por la paz, la democracia y contra el fascismo en todas su expresiones. Un símbolo viviente

Mikis Theodorakis.
Mikis Theodorakis.

Ricardo Arenales

Mikis Theodorakis es conocido como un compositor de una extraordinaria y fecunda obra, que se traduce en centenares de cantatas, oratorios, óperas, himnos, ballets, piezas memorables de música de cámara, y bandas sonoras para películas, algunas de ellas muy difundidas entre el público colombiano.

Entre las bandas sonoras, se cuenta la de la cinta ‘Zorba el Griego’, con la actuación estelar del mexicano Anthony Quinn. Pero también las de aclamadas películas como ‘Estado de Sitio’, ‘Actas de Marusia’, ‘Serpico’, entre otras más.

A los 16 años de edad, en un momento en que su natal Grecia soportaba una cruel dictadura que sometía y humillaba a su pueblo, Theodorakis compuso la ‘Canción del capitán Zacarías’ que rápidamente se convirtió en el himno de la resistencia griega, que con el fusil al hombro entonaban las huestes guerrilleras que luchaban contra la dictadura.

Desde entonces, a Theodorakis se le asoció con las luchas sociales, la resistencia de los pueblos, con las luchas liberadoras e independentistas de cualquier parte del planeta. De hecho, rápidamente la dictadura puso sus ojos en él, y desde joven debió probar las hieles de la clandestinidad. No en vano, Theodorakis debió terminar sus estudios de música en el Conservatorio de Atenas, en condiciones de semiclandestinidad.

Antifascista

Nacido en Quíos, el 29 de julio de 1925, Theodorakis, vivió en carne propia la invasión de las hordas fascistas alemanas y de las tropas falangistas italianas, durante la segunda guerra mundial. Al final de la conflagración, tras la derrota alemana, la invasión de los ‘aliados’ británicos, que determinaron apoderarse de las islas griegas y de sus riquezas.

El 3 de diciembre de 1944, en desarrollo de una protesta contra la ocupación británica y la dictadura local, en que miles de manifestantes se concentraron en la Plaza de la Constitución de Atenas, los soldados británicos dispararon contra la multitud, causando decenas de muertos y heridos.

Denis Bourgeois, biógrafa del célebre compositor griego, dice que en ese momento, en la plaza, “Mikis Theodorakis se levanta, recoge del suelo una bandera griega, la empapa en sangre de heridos y muertos, y llevándosela como estandarte, marcha hacia los fusiles que le apuntan, junto a una joven y un mutilado. El silencio que siguió al tiroteo fue roto por el himno nacional. La plaza vuelve a llenarse. La ‘batalla de diciembre’ ha comenzado”.

Salvado en la cárcel

A partir de entonces, Theodorakis se convierte en una leyenda. Más tarde al autor de ‘Canción del capitán Zacarías’ lo meten en prisión, lo torturan brutalmente hasta quedar irreconocible. Y esto le salvó la vida. Cuando uno de los carceleros fue a buscarlo para fusilarlo, tenía el rostro a tal punto desfigurado, que entre los demás prisioneros, no lo reconocieron. Escapó de la muerte. Un poderoso movimiento internacional de solidaridad lo arrancó de la cárcel y viajó a Latinoamérica.

Había compuesto la musicalización del célebre poema ‘Canto general’, de Pablo Neruda. Quería estrenarlo en Santiago. Salvador Allende le pidió que esperara unos días en Caracas, mientras se estabilizaba un poco la situación en Chile, ya en la mira de los militares fascistas. La cita nunca se dio. Allende fue asesinado en su despacho el 11 de septiembre de 1973.

La obra de Theodorakis ha puesto, en varias ocasiones, la discusión sobre si la música es neutral o no, si es apolítica. Theodorakis, desde luego, siempre ha estado del lado de quienes creen que el arte en general debe servir a la causa de sus pueblos. Hoy, a los 90 años de edad, sigue siendo una leyenda, símbolo de rebeldía, de dignidad, de patriotismo profundo.

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