La brecha de votos entre Vázquez y Luis Lacalle Pou fue la mayor registrada en los tres balotajes realizados hasta ahora.
Tabaré Vázquez se convirtió en el primer presidente reelecto en este siglo, y el tercero de la historia del país en lograrlo mediante el voto popular. La brecha de votos entre Vázquez y Luis Lacalle Pou fue la mayor registrada en los tres balotajes realizados hasta ahora.
En su discurso sostuvo que “más allá de las divisas partidarias hoy ganó el Uruguay”. Aseguró que construirá un gobierno “sin ignorar a nadie”.
Tranquilo, aplomado, con el temple de un estadista, Tabaré Vázquez habló ayer por primera vez como presidente electo y lo hizo con un discurso dirigido a todos los uruguayos, más allá de cualquier bandería política.
Su llamado a la unión de todo el pueblo fue el eje principal su alocución, apenas conocido el triunfo electoral que lo designa como mandatario elegido por más del 53% de la población. En tono sereno, aseguró que una de las primeras acciones que llevará adelante será la de convocar a los dirigentes de todos los partidos políticos para celebrar acuerdos programáticos a desarrollar durante los próximos cinco años del nuevo y tercer gobierno del Frente Amplio.
“No hay que pensar tanto en las próximas elecciones y hay que pensar más en las próximas generaciones”, dijo Vázquez en medio de aplausos en el lobby del hotel Four Points donde montó durante un mes su búnker electoral.
Sostuvo que “en materia de desarrollo económico y social, lo auténtico y duradero es fruto de objetivos, compromisos y de trabajo compartido entre todos” para subrayar que para eso se requiere “diálogo y acuerdo” entre todos los sectores “y en todos los ámbitos de la sociedad sobre los temas vertebrales de la agenda del país”.
Vázquez, en ese sentido, enumeró como temas “vertebrales” la “convivencia”, la “seguridad, la “educación”, la “salud”, “vivienda e infraestructura, protección social, innovación, producción y medio ambiente” para culminar con “trabajo decente”.
Diálogo productivo
Reconoció que en materia de acuerdos de núcleo en materia política “no siempre fue así” pero aclaró que “siempre sirve aunque a veces cuesta”.
Reconoció no solo estar convencido de esos acuerdos, “sino que lo haremos”, prometió, y adelantó que en marco del proceso de trabajo en materia de transición “ajustaremos los detalles y formalizaremos la convocatoria” a todos los líderes políticos. La única condición que el electo presidente estableció fue que ese diálogo sea “sin prejuicios y con lealtad, productivo” y que “arribe a decisiones concretas y sustentables y que sin ignorar a nadie y abarcando a todos, refleje a las mayorías porque esto es el alma de la democracia”.
Vázquez se comprometió además a “trabajar al máximo de mis capacidades y posibilidades” pero redundó que “no quiero ni debo ni puedo trabajar solo”. Pidió contar con todos los uruguayos “pero no para que me sigan sino para que me guíen y me acompañen”.
Historia
Apoyado por la efeméride nacional que se reflejó en el día de ayer, Vázquez trazó un paralelismo entre el 30 de noviembre de 1980 cuando el pueblo dijo “no” a una pretendida reforma constitucional impulsada por los militares y la derecha uruguaya con lo ocurrido en esta fecha del balotaje.
“El 56% de los votos emitidos por el no fue también un rotundo sí a la democracia”, dijo Vázquez, que luego se reconquistó cinco años más tarde.
“Hoy, luego de aquel hito, los uruguayos hemos dicho sí a más libertades y más derechos, mejor democracia y mejor ciudadanía, a más desarrollo económico y social y cultural, porque la cultura, en su sentido más amplio no es un adorno del desarrollo sino el núcleo del mismo”, sentenció.
Detalló que los uruguayos masivamente dijeron también “sí” a “más trabajo, mejor empleo y mayor valor agregado a nuestra producción y sostenibilidad ambiental”.
