El Ministerio de Ambiente insiste en permitir la gran minería en esa importante zona de Santander mediante la delimitación del páramo.
Agencia Prensa Rural
Uno de los grandes conflictos ambientales del país en los últimos años es el que afronta el Páramo de Santurbán, ubicado sobre la Cordillera Oriental, en los límites de los departamentos de Santander y Norte de Santander. Allí se desarrolla una lucha de las comunidades de la región y del movimiento ambientalista contra las pretensiones de multinacionales de explotar el oro de la zona.
Santurbán abastece de agua a más de un millón de personas del área metropolitana de Bucaramanga y de municipios aledaños. Pero allí llegó hace algunos años la multinacional canadiense Grey Star, que estableció que en este páramo podría estar una de las reservas de oro más importantes del país.
Esa empresa calculó que era posible extraer unas 240 toneladas del metal, pero sus intenciones generaron la resistencia de la comunidad por los altos impactos ambientales y sociales que ello contraería. La amplia oposición de la comunidad causó que Grey Star retirara la solicitud de licencia ambiental y se cambiara la razón social a Eco Oro.
Aunque la normatividad colombiana prohíbe las actividades mineras en los páramos, existe el vacío jurídico de cuál es su delimitación, por lo que continúan las intensiones de extraer el oro de Santurbán.
En enero pasado se declaró en la región un parque natural regional para proteger el páramo. Pero en días pasados, la ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, señaló que su entidad está en un proceso de delimitación que permitiría legalizar los proyectos de las multinacionales por fuera de la línea que se establezca.
Además de Eco Oro, hay proyectos mineros de otras empresas como AUX y Leythat, que serían formalizados luego de la delimitación que haga Minambiente.
Ante esta situación, el Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán expidió un comunicado en el que rechaza la medida del Ministerio de delimitar el páramo por resolución.
“Para que el páramo cumpla sus funciones naturales, necesita el subpáramo, bosque alto andino, y la integridad de los ecosistemas. Por ello, la protección de esta estrella hídrica se tiene que hacer excluyendo actividades de alto impacto, como es la gran minería”, explicó el comité, reiterando su oposición a la explotación de oro en Santurbán.
Además, el comité desmintió que “negar licencias ambientales a las multinacionales ocasione demandas contra el Estado”, pues hasta el momento ningún proyecto a gran escala cuenta con licencia, por lo que no hay derechos adquiridos aún.
El Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán también explicó que el cuidado de la zona no debe generar gastos económicos extras, pues el Estado ya tiene recursos para conservar los páramos e invertir en la zona.
Por último, desestimó que la salida de las empresas multinacionales derive en problemas de orden público, pues en Santurbán ya existen dos batallones de alta montaña y además es deber del Estado garantizar la seguridad en todo el territorio nacional.
Hace algunos años las comunidades de Santander adelantaron gigantescas movilizaciones en defensa del agua y del medio ambiente que neutralizaron las intensiones del gran capital de devorar el oro de Santurbán a pesar de su impacto ambiental.
Hoy revive esta amenaza, por lo que ambientalistas y el movimiento popular convocan a una defensa firme del derecho fundamental al agua para las presentes y futuras generaciones.
