Amenazas contra líderes
El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) denunció las amenazas en contra de Alfonso Castillo, presidente de la Asociación Nacional de Ayuda Solidaria (Andas), y Diego Martínez, secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH), ambos integrantes del Comité de Impulso Nacional del Movice. Según información obtenida por VOZ, la amenaza de judicializarlos fue proferida el pasado 2 de mayo por el coronel Meléndez, miembro de la Policía Nacional, cuando los defensores acompañaban una toma pacífica de tierra en la ciudad de Bogotá.
De otra parte, el Movimiento de Víctimas, capitulo Valle del Cauca, denunció amenazas contra Héctor Enrique Martínez, miembro esa organización. Al parecer el líder social ya ha venido siendo víctima de diferentes episodios de hostigamiento en la ciudad de Cali. En uno de dichos hostigamientos Martínez fue interceptado por dos hombres en moto, usando casco, con la placa de la moto levantada para evitar ser identificados, quienes le dijeron: “deje de estar influenciando a la comunidad para que denuncie los abusos de autoridad de la Policía, le va a pasar lo mismo que le pasó a su hijo”.
Ejército abusa de poder en Norte de Santander
El pasado 29 de abril, la Brigada Móvil 23 del Ejército Nacional incursionó nuevamente sin permiso en la finca Bufalera, propiedad de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), ubicada en la vereda La Cristalina del municipio de Teorama. Según la organización, el ejército, en una actitud de desconocimiento total del DIH, procedió a tomar fotografías y a empadronar a los habitantes de la finca, entre ellos varios menores de edad.
De otra parte la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra (ACVC) le dijo a VOZ que el pasado 24 de abril soldados de la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano, del Ejército Nacional, irrumpieron sin motivo en la finca del señor Luis Arsenio Durán Pérez, ubicada en la vereda Campo Seis, del municipio Tibú. Habiendo llegado al rancho los soldados comenzaron a destruir las paredes de madera de la casa. Después se llevaron la fumigadora, que el campesino utiliza como medio de subsistencia, y otras pertenencias que encontraron en la casa. De la misma manera se llevaron un mercado valorado en unos 200 mil pesos.
