jueves, abril 18, 2024
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Rumbo a Turquía sub-20: colombianas y colombianos campeones

Prof. Jairo Camargo

El reciente título obtenido por una de las selecciones colombianas, en este caso la sub-20, es premio a un proceso complejo donde se involucra la educación, el gusto por el fútbol, el crecimiento de la inteligencia del juego en la cultura del fútbol colombiano, el avance en el método de entrenamiento de los profesionales del fútbol, el correcto desarrollo de la motivación del jugador, el fortalecimiento de la autoimagen del jugador colombiano. El profesionalismo y seriedad de los profesionales de apoyo, la familia e indudablemente el liderazgo ejercido por un cuerpo técnico capacitado.

Esta es la Selección Colombia Sub- 20 que clasificó al Mundial de Turquía 2013.
Esta es la Selección Colombia Sub- 20 que clasificó al Mundial de Turquía 2013.

Educación deportiva

Una de las importantes ausencias en el sistema educativo colombiano en todas sus etapas es el apoyo al deporte y su correcta articulación a la promoción de talentos deportivos. Sin embargo, el fútbol colombiano y su necesidad de internacionalización producto del flujo de capital, estimula la rápida adaptación de los jóvenes jugadores a culturas extranjeras (idioma, costumbres, economía, etc.) lo cual ha fortalecido en cierta medida, y aunque limitada, el nivel educativo del joven jugador. Esta creciente aceleración no podría germinar sin el apoyo de aquellos entrenadores que desde sus clubes siembran el 100% de su ejemplo profesional a estos muchachos incluso entendiendo el entrenamiento como ambiente educativo en sí, donde la correcta formación de valores, hábitos y actitudes son prioridad de la educación, el deporte y el fútbol.

Gusto por el fútbol

Es importante saber que más allá del éxito deportivo como objetivo principal con que se conforma una selección, el punto de partida es el gusto por el fútbol; ese “enamoramiento de la pelota”, frase herencia del entrenador y campeón del mundo Menotti, es el que lleva a no perder la esencia del juego; cáliz que te ayuda a la postre a superar el contexto, que aunque difícil o imposible, desagradecido en muchos casos; cáliz que te levanta en la madrugada, te hace correr al sol, bajo la lluvia, con el que sonríes, lloras, luchas, corriges, piensas; factor de la expresión humana, que permite comunicar algo más allá de la victoria: el gusto de jugar.

Inteligencia de juego

Podría pensarse que la inteligencia de juego parte de la evaluación de cuantas acciones tácticas elabora un jugador o la velocidad y eficiencia en la solución a diferentes situaciones de juego. Pero no, no hay necesidad de pensarse desde el estereotipo de entrenadores saturados de principios, sub-principios o sub-sub principios. Con esto no pretendemos desconocer el avance en la rigurosidad, sistematización y jerarquización de metodologías, o en la incitación al anarquismo del juego, por el contrario es darle el valor correspondiente a cada etapa formativa. Estos son muchachos que cercanos a sus 20 años están fortaleciendo la forma como toman decisiones, como asumen las mismas y seguramente en la planificación, no saltarse este proceso traerá frutos realmente gratificantes para el acumulado histórico en cómo se lleva un correcto proceso en nuestras selecciones, por encima de la necesidad de vitrina y venta.

Del método

Indudablemente la alta capacidad de los entrenadores colombianos, el gusto, su honestidad y responsabilidad al actualizarse y profesionalizarse, han venido potenciando el fútbol de nuestro país. La evolución de los diferentes métodos de entrenamiento trae consigo la motivación de entenderlos y así, llevarlos a la práctica, de compartirlo con colegas e indudablemente con los jóvenes. Es gratificante saber enseñar, saber guiar; saber explicar claramente por qué antes de leer Cien Años de Soledad puede leerse un pequeño cuento de Jairo Aníbal Niño, de la misma forma como se puede orientar desde el juego reducido a la complejidad del juego real.

Correcta motivación

Grandes recuerdos vienen de grandes motivaciones, aunque estas no sean siempre las mejores. Sin profundizar o mencionar todos los métodos, a la colombiana, de motivar a los jugadores, pueden recordarse algunos de camerino: la santería, grandes contratos a futuro, el maletín lleno de dinero, incluso un tipo de cara desconocida con tu nombre en una lista de tenebrosa procedencia; ese es el aporte de gran parte de los directivos del fútbol profesional colombiano a esta área. Pero los tiempos han cambiado -aunque todavía se escuchen algunas brutalidades- y la necesidad de humanizar y profesionalizar la práctica de esta ciencia de apoyo como es la psicología y puntualmente la motivación, han generado la importancia de su estudio y aplicación, sin embargo, aunque han contribuido sustancialmente sin duda alguna, ni la pirámide de Maslow o las necesidades humanas de Tony Robbins e incluso las teorías del dolor y el placer, de las más básicas y antiguas, supera la necesidad de reencontrar la identidad de Colombia como nación. Estos campeones son fruto de la guerra boba que sufre un país y no hay más motivación que querer aportar al cambio de imagen ante el mundo y si el fútbol sirve para eso hay esta esta cuarta teoría para su discusión.

Personal de apoyo

No inicia y termina en la oficina, en el laboratorio, el consultorio o en la sala de materiales. Por ahí pasa, pues desde cada colombiano se grita, se anima, se critica y se alaba, sin embargo, ya en lo que corresponde a quienes están pendientes de la salud, rendimiento y comodidad de los muchachos, se parte de la premisa que es un personal altamente calificado con años de experiencia y observación constante, que materializan toda esa buena energía en cada responsabilidad, que entre otras cosas es grande, ya que la medicina deportiva, la educación y las ciencias sociales, como áreas estrictamente humanas ameritan personal con igual nivel de capacidades humanas y profesionales.

La familia

Durante el proceso de selección de jugadores el componente emocional es clave. Las necesidades relacionales básicas: la expresión el autocontrol, las habilidades interpersonales e intrapersonales son fuertes indicadores y variantes a la hora de estructurar un equipo. La clave de la gestación y el desarrollo de esta parte del niño, joven y jugador es su familia. El compromiso activo de los padres y del resto de la familia respecto al acatamiento de normas y reglas mínimas exigidas: horario, aseo, vestimenta, asistencia, comportamiento, la actitud de apoyo efectivo basado en el refuerzo del aprendizaje, favoreciendo tanto la provisión del material necesario como el entrenamiento de ciertas conductas importantes en estas etapas (disciplina, respeto, etc.), un mínimo de cuidados básicos (alimentación, sueño, contención afectiva) y una buena cantidad y calidad de tiempo dedicado a ellos como niños (paseo, juego, diálogo) no sólo como deportistas o alejándoles del contacto afectivo con el acaparamiento que supone la tv, videojuegos, internet, etc, una presencia afectiva de padres en las reuniones, en los entrenamientos, en los partidos y en el cuidado de todo el entorno deportivo, son justo el mejor aporte al crecimiento de un deportista de elite que fundamentalmente es un colombiano, el colombiano campeón.

Para finalizar, estos conceptos claves y obviamente discutibles, en la comprensión de porque nos podemos decir hoy las colombianas y los colombianos dueños de este triunfo, hay un lugar especial para el cuerpo técnico en cabeza de quien hace un viaje interior y se convence de lo que se va a realizar. Más allá del modelo y el estilo de juego, o la operacionalización de un sistema táctico está la idea del técnico, felicitando y agradeciendo al profesor Restrepo y su equipo colaborador y pensando en la imagen de Colombia en Turquía, nuevamente en palabras del doctor César Luis Menotti, dejamos en sus manos la idea de “quien” debe liderar el deporte nacional, pensando y proyectando que en Colombia la paz sí es posible:

“Nosotros somos el pueblo, pertenecemos a las clases perjudicadas, nosotros somos las víctimas y nosotros representamos lo único legítimo en este país: el fútbol. Nosotros no jugamos para las tribunas oficiales llenas de militares, negociantes y burócratas, sino que jugamos para la gente. Nosotros no defendemos la dictadura sino la libertad” Menotti.

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