viernes, marzo 29, 2024
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Reajuste salarial para 2015: Sin el mínimo de respeto

La imposición gubernamental del pírrico reajuste salarial muestra una vez más la inutilidad de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales. ¿Quién puede sobrevivir con $644.350 mensuales?

Aumenta el número de trabajadores a destajo y contratados de manera tercerizada. En la imagen, un trabajador bogotano en una fábrica de calzado. Foto archivo.
Aumenta el número de trabajadores a destajo y contratados de manera tercerizada. En la imagen, un trabajador bogotano en una fábrica de calzado. Foto archivo.

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino

Con un reajuste de menos de mil pesos diarios al Salario Mínimo Legal Vigente, el gobierno nacional pretende que vivan más de 1’200.000 colombianos, de quienes dependen sus núcleos familiares.

Como todos los años, las reuniones para acordarlo iniciaron en el mes de diciembre, en un escenario donde se presenta un tira y afloje entre las propuestas del gobierno nacional y los empresarios, por un lado, y las centrales obreras por otro.

Los 28.350 pesos aumentados ya fueron absorbidos por los incrementos en los precios de los combustibles y los alimentos, que, por las heladas en algunos departamentos, ya escasean. Sin contar los efectos del fenómeno del Niño, pues ya advierte el Ideam, serán más fuertes.

Para algunos dirigentes sindicales lo importante no solo es la cantidad a reajustar sino el cumplimiento de su pago; por tanto aseguran que con complicidad del Estado más de cuatro millones de colombianos devengan la mitad y dos millones menos del 50%. Además, para contratar, muchos empresarios exigen el Sisbén con el objetivo de eludir el pago de seguridad social, vinculan de manera tercerizada e irrespetan los derechos laborales y de organización sindical. Temas que no tienen solución en la Comisión de Concertación.

La indignación crece cuando se evidencia que los salarios continúan perdiendo capacidad adquisitiva y las condiciones de vida de millones de trabajadores se deterioran en favor de las utilidades de unos pocos empresarios y multinacionales. Solo por poner un ejemplo, en 2014 el sector financiero obtuvo utilidades por más de 16 billones de pesos.

Algunas reacciones

Las reacciones de rechazo fueron inmediatas. El Colectivo de Jóvenes Trabajadores (CJT) calificó la determinación como una burla del gobierno y los industriales por ser un aumento que no tiene en cuenta la realidad de trabajadores.

“En Colombia una libra de arroz (alimento básico de la canasta familiar) cuesta alrededor de 1.500 pesos; es decir, este ‘aumento’ no alcanza ni para ese producto, que es lo que consume en promedio una familia al día. En otras palabras, el mínimo no está destinado de ninguna manera a mejorar las condiciones de vida de los más de 1,2 millones de colombianos que dependen de este para sostener a sus familias.

“Por otra parte, mientras la negociación del mínimo siga en manos de los gremios de industriales y de sectores sindicales que en gran parte han perdido su sentido clasista, no podremos esperar que la negociación prospere a favor de los trabajadores; se requiere de una participación más activa de los trabajadores, de mayores niveles de concientización y movilización”, comentó la organización juvenil.

Por su parte, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se mostró decepcionada por la unilateralidad de la medida y el desinterés gubernamental y empresarial para concertar un salario digno que recupere algunos puntos del poder adquisitivo perdido.

La principal organización de trabajadores colombianos argumentó: “Con el incremento decretado por el gobierno, éste reafirma su contradicción en cuanto a que pretende superar la inequidad social en Colombia, pero a la vez la profundiza, con una política económica subalterna a los mandatos del Fondo Monetario Internacional”.

Asimismo, lamentó la posición de los empresarios quienes “no permitieron mayores ingresos para los trabajadores, además de no querer pagar impuestos, lo que, aunado a la política del gobierno, desconoce el papel de los trabajadores en el crecimiento y el desarrollo económico”.

Exigió al gobierno el cumplimiento de los acuerdos con los trabajadores en cuanto al restablecimiento del recargo nocturno, el 25% de los dominicales y festivos, y la exoneración del 8% de la salud a los pensionados.

Por último, llamó a los trabajadores a preparar la movilización y la protesta social, “contra un gobierno casado con un modelo que establece mayor enriquecimiento del empresariado y las transnacionales y ocasiona un mayor empobrecimiento de la absoluta mayoría”.

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