El Frente Unido en la acción propuesta de Camilo es ser pueblo y popular, forjando unidad para hacer las transformaciones de frente.
Fuerza Común
Por estos días de febrero se desata la palabra sobre Camilo Torres y su legado, aunque los rasgos propios de su biografía se vuelvan recurrentes en una línea de tiempo -hijo de familia acomodada, estudiante inquieto, investigador acucioso, sacerdote, sociólogo, funcionario público, docente entregado, político caminante, guerrillero precoz y consecuente de su tiempo- siempre falta por decir.
Realidad fugaz o mito fundante
Realidad fugaz o mito fundante, la tarea de Camilo es consigna de consabida repetición: “Debemos insistir en todo lo que nos une y prescindir de todo lo que nos separa”. ¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad! Y como consabida apuesta, es vigente por la falta de su logro; como un legado que no marchita hasta cumplirse. La idea de unidad de Camilo está basada en su lectura acerca de lo popular, en la emergencia de un sujeto colectivo que supera las propias fragmentaciones de nuestra sociedad, un sujeto, hombre y mujer; que siendo multitud, se supera encontrándose y debe tomar el poder para realizarse.
El programa será el derrotero y el Frente Unido será el instrumento. Su acción se hará con mensajes directos a la sensibilidad de todos aquellos sectores que nos componen, caminatas certeras dejándose conocer de una realidad de a pie, provocaciones para hallar la forma del rompecabezas completo, desafiante acto contra la hegemonía y sus instituciones, aun a costa de su propia doctrina de fe.
Y en nuestros cuerpos, no olvidamos que la fuerza sustancial del Frente Unido no fue su vocero, sino la expresión organizada de estudiantes, obreros, campesinos, pobladores de barrio, intelectuales, expresiones políticas, que tentados y convencidos hicieron de unos cuantos meses una huella en el tiempo. Y allí reside una deuda; hoy debemos mucha tinta y pensamiento al Frente Unido, a entenderlo, a redimensionarlo y, no siendo ni calco ni copia, gestarlo en nuestros días.
Pensar y asumir tal legado, el del Frente Unido, bastaría para despejar la fragmentación. En la expresión plena de las ideas y las tendencias por un nuevo poder, se suprimen los ismos, siendo el más consecuente que no existiera camilismo sino Frente Unido en Movimiento.
57 años atrás, se engendraba como hoy un periodo de transición. Una junta militar creó la Comisión Nacional Investigadora de las Causas y Situaciones Presentes de la Violencia en el Territorio Nacional; cuatro años después, en 1962, se publicaría el primer tomo de La Violencia en Colombia, del cual Camilo hizo parte. Se esperaba cerrar un ciclo de guerra largo, que refrendó el pacto de la hegemonía que mutó en Frente Nacional. Fue una oportunidad perdida que cerró aún más la brecha.
Cuenta la historia que Camilo quiso conocer las “repúblicas independientes” para ayudar a dar un tratamiento político en las zonas rurales. El general Álvaro Valencia Tovar, su amigo y posterior verdugo, junto con otros funcionarios del Estado, no permitieron que Camilo y su equipo de trabajo llegaran a Marquetalia y sin embargo no cesó su idea de nación.
Una alerta se cernía ya sobre sus hombros, el poder no iba a ser entregado, debía ser arrebatado con legitimidad; ya la oligarquía había optado por una transición que pactando el poder para sí mismos nos obligaba a un nuevo ciclo de derramamiento de sangre.
Su desenlace, el de Camilo y el país, es por demás una de las páginas inconclusas de generaciones precedentes. Su nombre se mezcla con cientos y miles de hombres y mujeres en tal apuesta.
No es su legado la santísima trinidad: intelectual, sacerdote y guerrillero; un sólo revolucionario verdadero. Empero sí, es la consecuencia; consecuencia que es el arte de entender el tiempo y su devenir, trasegar con secuencia para emprender los pasos que a su vez es coherencia, coherencia que es el arte de saberse parte del legado.
Herencia de saberse parte de ese sujeto múltiple que nos hace siendo. Revolución que siendo coherencia es lucha que tiene raíz y que siendo consecuente tiene futuro.
El Frente Unido en la acción propuesta de Camilo es ser pueblo y popular, forjando unidad para hacer las transformaciones de frente.
