Víctor Silva, candidato a la Junta Administradora Local de Antonio Nariño por el Polo Democrático con el número 81.
Víctor Silva, es de Viotá Cundinamarca, inició su vida política ayudando a organizar el sector informal en Antonio Nariño, y a los vendedores nocturnos con los cuales, debido a la necesidad de garantizar el derecho al trabajo, fundó la primera Asociación de Vendedores Nocturnos. Llega a la Junta Administradora Local de Antonio Nariño, cuando le piden sustituir a una edilesa de su colectividad. Desde entonces ha sido edil en varias ocasiones y esta vez, nuevamente es candidato a la JAL, por el Polo Democrático con el número 81.
Dialogando con VOZ, comenta que desde su perspectiva, hay algunos sectores sociales más vulnerables que otros, y son estos a los que se les debe brindar garantías y derechos para una vida digna. Menciona que los adultos mayores son una de las poblaciones con mayor abandono en la localidad: “Las personas de la tercera edad, viven entre la ausencia de los recursos para sobrevivir, y la soledad, producto del abandono de sus hijos, o porque los tienen lejos. Nadie les garantiza una alimentación saludable o una atención adecuada”.
Sus 17 años trabajando en el sector informal, le han permitido conocer de primera mano la realidad de este sector, por eso asegura que la problemática de los vendedores informales, al igual que el de las personas mayores, hacen parte de su programa: “Nosotros buscamos garantizar los derechos de los vendedores informales de la localidad, lo que se ha logrado hasta ahora es bueno pero es poco, y ante cualquier cambio de administración, quedarían a la deriva. Creemos que es necesario seguir organizándonos, porque superan los dos mil vendedores y aún nos queda mucha cosa por ganar”.
La tercera problemática que menciona como de carácter urgente para atender desde su participación desde la JAL, es la relacionada con el consumo de estupefacientes en los jóvenes. Según menciona este líder social, las causas de esta problemática están relacionadas con “la ausencia de posibilidades para ingresar a una universidad, a un empleo digno. Los jóvenes están concentrándose en los parques, en la calle, y lamentablemente el consumo ha ido creciendo. Nosotros estamos por las garantías de los derechos de la juventud, es nuestra responsabilidad ayudar a garantizarlo, defenderlo y priorizarlo dentro de los planes de desarrollo de la localidad”.
También hizo referencia a otra realidad latente en la localidad, que según él, corresponde a la situación por la que atraviesan las madres cabezas de hogar. Para él son muchas las madres que tienen dos o tres hijos, y que padecen muchas necesidades por la ausencia de políticas públicas que ayuden a garantizar unos derechos. “Queremos presentar una iniciativa desde la JAL, que ayude a garantizar una ayuda mínima, tanto a mujeres como a hombres, que estando en edad productiva, no han podido conseguir empleo” asegura el candidato.
Desde su propuesta política igualmente le interesa trabajar con la gente alrededor del consejo local de paz. “Queremos que sea un articulador de los acuerdos en La Habana y que en la localidad se traduzcan en derechos, el respeto por la diferencia, a los que no tienen la posibilidad de expresar una posición distinta. En las próximas semanas se va a instalar el consejo local de paz, queremos que la comunidad se empodere de él, y que sean las comunidades las que lleven los insumos a los encuentros ciudadanos para que nosotros podamos defender esos derechos y demandas en la JAL. Por ejemplo la educación, el trabajo y los procesos productivos de la localidad, incluso a proyectos de prevención del consumo de estupefacientes”.
Cuenta que desde hace dos años vienen desarrollando un proyecto relacionado con la recuperación y el cuidado de los animales, según recuerda, son cerca de 200 animales intervenidos con vacunas, esterilización, el cuidado y la adopción entre otros. En ese mismo orden de ideas explica que este tema como el del medio ambiente, están relacionados: “El cambio de las tecnologías limpias, la recuperación del río Fucha. Muchas personas de calle viven a los alrededores del río, pero también a estas personas debemos incluirlas en proyectos para que puedan tener una vida sana y productiva”.
