Apelando a la falsa emotividad, los propagandistas del gobierno mexicano quieren con un spot comenzar el 2015 dando vuelta a la página de los crímenes que ellos mismos cometieron; sin embargo, este texto desmenuza muy bien su realidad.
Miguel Montoya & Orgy Punk
Empezamos el año 2015 con un spot presidencial que para muchos nos resulta un insulto.
En un acto perverso Peña Nieto nos presenta imágenes de las distintas protestas y manifestaciones (producto, quede claro, del mal gobierno, las reformas estructurales y por qué no decirlo, de la dictadura descarada de los monopolios) así como de los desastres “naturales” (en los cuales el gran capital fue el principal causante) del año 2014.
Es curioso observar que se muestran imágenes de marchas cuando se acaba de aprobar la Ley de movilidad que las restringe y que facilita los mecanismos jurídicos para castigar a los manifestantes. No obstante, y sin ninguna vergüenza, las presenta como si fuesen algo que el gobierno aprueba (siempre y cuando no sean huelgas, tomas de carreteras o edificios de gobierno, barricadas etc. acciones que el video no presenta).
Más adelante en el spot se escucha la voz de una niña (para acentuar, lo que desde su punto de vista es nuestra ignorancia y propensión a ser manipulados como afirmó el secretario de Marina Vidal Francisco Soberón) que nos llama a cumplir con nuestra obligación y “salir adelante” para superar los conflictos y el dolor, ya que “como mexicanos somos responsables” de ellos (como si el ser ejecutado, desollado, desaparecido, morir de hambre, etc. fuese nuestra culpa), colocando siempre imágenes del ejército en acciones humanitarias, como si ellos no hubiesen sido los que ejecutaron a civiles en Tlatlaya.
La voz infantil resume todo a semanas de tristeza y no habla de los meses que llevan desaparecidos los estudiantes y las familias que viven el luto, tampoco nos habla los años que los asesinatos nos han quitado a los hermanos, padres y camaradas y mucho menos las décadas de explotación y de hambres como de ninguna manera se hace mención a los siglos de vejaciones y humillaciones de nuestros pueblos (aunque nos agrega imágenes del presidente con unos alegres triquis jugando basquetbol sin tenis).
Pero ¿cómo superaremos el dolor? ¿Cómo salir adelante? Pues olvidando las diferencias entre izquierda y derecha, entre burgueses y proletarios y entre explotadores y explotados para colaborar todos juntos en su gran proyecto de nación (como afirmó Peña en uno de sus discursos).
Para el Estado todo se reduce a olvidar el dolor que nos han provocado y someternos a su control para que el país vuelva a aparecer en los estándares internacionales y que los grandes capitales inviertan en México.
El spot termina con un mensaje “esperanzador”, en el que la niña nos dice que México debe cambiar y no sólo eso, sino que ya lo está haciendo con tres imágenes de Peña posando para la foto rodeado por su equipo de prensa. Continua diciendo que iniciaremos el 2015 con el deseo de ser distintos y una imagen del megaproyecto del aeropuerto de la ciudad de México y de la CFE. Es decir dejemos atrás nuestro sufrimiento para continuar con las privatizaciones y la expropiación de las tierra indígenas.
El spot es sumamente perverso pues al presentarnos todas estas imágenes, el Estado intenta utilizar para su propio beneficio lo que los sociólogos llamamos capital simbólico de las protestas. Es decir, el mensaje generado por las marchas ya no pudo ser ocultado por los medios oficiales ya que la extensión e intensidad de la movilización popular desbordó toda su capacidad para mantenerlo en lo oscuro. Ahora se busca deformar y substraer de su contenido a estas imágenes y presentarlas como algo vano y sin contenido para decir que no son más que pequeños errores que deben ser modificados y lanzar el proyecto del capital con mayor fuerza y no como un problema sistémico.
Y claro, no podemos olvidar y no olvidaremos, tantos golpes, tantas humillaciones, tanta sangre. Y claro, superaremos esto vengando a nuestros caídos, reivindicando a nuestros muertos y encarcelados, este año 2015 la lucha sigue y seguirá hasta que la explotación termine.
