Célula “Nelson Castiblanco” Partido Comunista Colombiano, regional Tolima
“La explotación de los recursos naturales no ha dejado más que agujeros y fantasmas porque cuando se agotan, se van sin decir adiós y si te he visto no me acuerdo” Eduardo Galeano
La crisis estructural del capitalismo tiene amenazado de muerte al medio ambiente, su proyecto de reprimarización de la economía en los países tercermundistas o subdesarrollados como Colombia lo lleva a proponer la destrucción de la naturaleza en su conjunto, al extraer de las entrañas de la Pacha Mama (Tierra) sus metales precisos y así el imperialismo norteamericano aguar su profunda crisis.
La rica biodiversidad, la fauna, la flora, el recurso hídrico y las imponentes cordilleras de nuestro país y departamento desaparecerían con la implementación del proyecto del presidente Juan Manuel Santos Calderón llamado pomposamente “locomotora minero-energética”.
Dicho proyecto no es una iniciativa original del presidente de la república, es una orden de los Estados Unidos a través de sus multinacionales y transnacionales, el nuevo rostro del capitalismo neoliberal. El plan es criminal e inhumano. Ellos se roban nuestra riqueza y nos dejan los huecos, las aguas contaminadas con cianuro y con mínimas migajas que caen de la mesa del rico Epulón.
Por ejemplo, del oro que proyecta la transnacional AngloGold Ashanti sacar de la mina La Colosa en Cajamarca, ella se quedará con el 94%, el restante 6% se repartirá al parecer proporcionalmente entre el gobierno nacional, departamental y municipal, y como siempre el campesino quedará viendo un “chispero”, como dice el dicho popular.
De acuerdo a Ingeominas, la locomotora santista pretende acabar con más del 70% del territorio tolimense, habida cuenta que ya se encuentra concesionado en títulos mineros concedidos y otros por conceder. Todo a espaldas del pueblo, especialmente del sector campesino e indígena. Con razón declaró Robert Goodland, ex director del departamento ambiental del Banco Mundial: “Los impactos de la megaminería duran una eternidad y la eternidad dura mucho tiempo”.
Es decir, el desafío contra el medio ambiente es global, es una desesperada iniciativa del capitalismo transnacionalizado por superar su propia crisis sistémica, crisis integral, o sea, económica, social, política, ambiental y cultural. Cada vez este sistema económico es más incapaz de resolver las necesidades vitales de los pueblos, cada vez es más agresivo y violento.
Vemos cómo al lado de la megaminería se instalan batallones de alta montaña, militarismo y paramilitarismo. ¿Para defender el pueblo? Por supuesto que no, es para defender a las multinacionales y transnacionales. Gaitán lo dijo: “El gobierno colombiano tiene la metralla homicida para el pueblo y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro americano”. Santos habla español, pero piensa en inglés.
“¿Qué hacer?” Se preguntó en su momento Lenin. Este mismo interrogante nos tenemos que hacer hoy los tolimenses y los colombianos. Sería un crimen de lesa humanidad darle la espalda a esta problemática y decir “este no es mi problema”. Todos, sin excepción, tenemos que ver con el problema para bien o para mal. Resulta criticable la postura de algunos medios de comunicación que se han puesto a favor de las transnacionales por una sucia moneda publicitaria.
Periodistas vendidos que han viajado por algunos países y con qué facilidad han sido cooptados. De ellos qué dirán los hijos de sus hijos cuando vean lo que era el Tolima, si no actuamos como un solo hombre o una sola mujer todos los tolimenses.
La resistencia contra esta macabra política de las multinacionales y transnacionales debe estar enmarcada básicamente en la unidad y en la acción de las masas del campo y de la ciudad. Debe predominar la respuesta política, una lucha sin fronteras contra la política de la burguesía y el imperialismo norteamericano. Debemos romper el analfabetismo político en las masas para poder decir con conocimiento de causa cuáles son los leoninos intereses del capitalismo y cómo se puede derrotar y construir el sistema socialista que garantice la defensa de la naturaleza. Ojalá no sea demasiado tarde.
Los comunistas proponemos un paro cívico departamental con la participación activa de todas las fuerzas democráticas del Tolima, paro cívico contundente, bien organizado y con el principal objetivo de derrotar la locomotora minero-energética del presidente Juan Manuel Santos y sacar en estampida del suelo pijao a todas estas multinacionales y transnacionales. El pueblo unido es invencible.
El ejemplo más claro nos lo vienen dando las comunidades del municipio de Piedras. Por más de tres meses, contra viento y marea, la terrible represión de la policía ESMAD y la caballería salvaje, se sostienen en el propósito de impedir la entrada en su terruño de la monstruosa transnacional AngloGold Ashanti. Los comunistas saludamos la V Marcha Carnaval, maravilloso escenario para decir sí a la vida y no a la megaminería a cielo abierto.
