jueves, abril 18, 2024
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OCDE: Infames recomendaciones

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recomienda una reforma tributaria estructural y una pensional en beneficio del capital y de la economía de libre mercado neoliberal. Es el precio que deberá pagar Colombia para ingresar al cuestionado “Club de los Ricos”

Álvaro Pereira, representante de la OCDE y agente internacional del neoliberalismo, explica las infames recomendaciones, acompañado de Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda de Colombia.
Álvaro Pereira, representante de la OCDE y agente internacional del neoliberalismo, explica las infames recomendaciones, acompañado de Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda de Colombia.

Hernando López

“Es un gran error. México y Corea cometieron el mismo error y ambos sufrieron crisis financieras sustantivas como resultado de esto. Si nos remontamos a las viejas teorías de los economistas estructuralistas, se alegó que una de las condiciones básicas para ingresar a cualquier tipo de acuerdo de esta naturaleza es que hubiese un nivel similar de desarrollo, de productividad y de competitividad”, así lo declaró el economista estadounidense, Jan Kregel, cuando se conoció el embeleco del gobierno de Juan Manuel Santos de solicitar el ingreso a la OCDE, conocida como el “Club de los Ricos”.

Más de 300 recomendaciones han hecho los expertos de este organismo de corte neoliberal, para que Colombia ajuste su economía a las rigurosas exigencias para el ingreso, adelantado en un proceso de casi siete años sin concretarse. Estas van desde los apretones fiscales, las políticas de beneficio a la inversión (“confianza inversionista”), hasta la reforma de las regalías petroleras y mineras de las cuales fueron despojadas las regiones.

Para la OCDE Colombia es un país de buen manejo de la macroeconomía, de los de mejor comportamiento en la región, pero con mucha pobreza. Aunque curiosamente propone reformas que de forma inevitable la aumentarán y en la misma proporción se incrementarán las utilidades de los ricos que son la inmensa minoría del país. Alguien decía en estos días que “precisamente esa es la finalidad de la OCDE: hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres”.

Sin embargo el gobierno del presidente Juan Manuel Santos sigue insistiendo con tozudez que el país debe ingresar al exclusivo “Club de los Ricos” porque “allí se encuentra el futuro de Colombia”. Portafolio, uno de los medios económicos que alaban el neoliberalismo, entre otros medios burgueses, recomienda las medidas de la OCDE contenidas en el reciente informe, que es un descarado recetario para favorecer y apuntalar el capital.

Descarada intervención

La más reciente visita terminó la semana pasada y las groseras recomendaciones fueron difundidas con bombos y platillos. Un tal Álvaro Santos Pereira, ex integrante de gabinetes conservadores en Portugal y ahora experto del departamento económico de la OCDE, presentó el informe y las conclusiones, rechazadas por organizaciones sindicales y populares. “Es todo un portavoz de las recetas monetaristas, neoliberales y capitalistas”, dijeron dirigentes sindicales.

Pereira, con arrogancia, presentó las propuestas clave de la OCDE. Las dos más importantes son la reforma estructural tributaria y la pensional. En el caso de esta última, planteó la necesidad de igualar la edad de jubilación a los 62 años de los hombres y las mujeres. Con cinismo argumentó que las mujeres no deben quejarse porque equivale a la igualdad con los hombres, aspecto esencial de la demanda de sus derechos.

En cuanto a la reforma tributaria estructural plantea la baja de los impuestos para eliminar las exenciones y regímenes especiales. Es la manera de concederles gabelas a los empresarios, mientras señala que los salarios no pueden estar por encima de la inflación declarada por la estadística oficial. El IVA debe incrementarse al 16% y otras cargas, por igual, a los ricos y a los pobres. En los países de la OCDE el promedio del IVA es del 19,1%.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, compareció ante los medios de comunicación junto al agente de la OCDE, para anunciar que se conformará una comisión especial técnica que estudiará la implementación de las recomendaciones, porque de ellas dependerá el ingreso de Colombia al organismo multilateral en 2016 por lo menos, si es que al final califica bien las notas que este exige. En contraste con las mezquinas recomendaciones, el informe de la OCDE reconoce que hay creciente desigualdad e informalidad laboral. Prevé que el crecimiento de la economía será del 4,4% para 2015 y del 4,7% en 2016. La pregunta del millón: ¿A quiénes beneficiará ese crecimiento de la economía? Amanecerá y veremos, dice el refrán popular.

“Colombia pasará al país de los ricos sin serlo y su economía y política social se pondrá al ritmo de estos”, dicen algunas organizaciones sindicales. Es inaudito en un país de tantas inequidades, con tanta desigualdad y pobreza, que se pretenda superar los altos niveles de pobreza con medidas que de forma estricta benefician al capital.

OCDE, club de países ricos y neoliberales

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), conocida como el “Club de los Ricos”, surgió en 1961, como heredera de la Organización de Cooperación Europea, que fue la encargada de administrar el Plan Mashall tras la Segunda Guerra Mundial en los parámetros del gran capital, la guerra fría y el predominio de los monopolios y el sector financiero nacional e internacional.

Agrupa a los países más industrializados y la finalidad, no confesada, es hacer reinar la economía de libre mercado internacional en favor de las transnacionales y del dominio mundial de las grandes potencias. Son enemigos del Estado, tan solo lo aceptan como un regulador en favor del interés privado y convierten la globalización en beneficio y dominio de los más ricos que dominan la economía mundial.

La OCDE acepta a sus miembros que se comprometen a estar atados a enérgicas condiciones que garantizan el orden mundial capitalista. Defender los intereses de las minorías dominantes y restricciones para los trabajadores. Así entienden el crecimiento, el trabajo y las políticas sociales. Sus integrantes dominan el 70% del mercado mundial y algo más del PIB en el planeta.

Sus miembros son: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Corea, Dinamarca, España, Estados Unidos, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza y Turquía.

Países en proceso de adhesión: Rusia, Colombia y Letonia.

En 2015 comenzarán las conversaciones de adhesión de Costa Rica y Lituania.

Tiene relaciones de cooperación con Brasil, China, India, Indonesia y Sudáfrica.

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