jueves, abril 18, 2024
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“No me ames tanto”

Los celos, la mayor causa de feminicidios en Colombia

Mujer

Renata Cabrales

“Te amo, eres mía y prefiero verte muerta que en brazos de otro”, solía decirle Juan Rodríguez, empleado de una carnicería en el sur de Bogotá, a su compañera, Nelly García, empleada de un supermercado y madre de dos adolescentes. Nelly se sentía orgullosa de las palabras de su marido, pues ella, al igual que muchas mujeres de Colombia y Latinoamérica, fue educada bajo los preceptos absurdos del amor romántico fomentados en las telenovelas de contenido melodramático, que crean estereotipos que, a su vez, resaltan la desigualdad entre hombres y mujeres. Telenovelas difundidas en los medios masivos de televisión controlados por el establecimiento.

Confirmando así la idea de que un pueblo ignorante es más fácil de dominar. En este caso, son las mujeres quienes, mantenidas en la ignorancia, creen que su papel en una sociedad machista es el de sufrir por amor y esperar al príncipe azul que las lleve al altar. Esta idea fantasiosa del amor, una vez hecha realidad se convierte en pesadilla: un macho que sueña con tener a una mujer sometida y conminada al ámbito de lo domestico, bajo la premisa de que ésta es suya y debe permanecer bajo su yugo.

Misoginia: odio a las mujeres

Así mismo, el lenguaje, la literatura, la música, el vallenato y el reggaetón por lo general, la filosofía, la publicidad, han fomentado una cultura misógina que se traduce en la idea de mujeres como seres inferiores o, en algunos casos, aborrecibles, como lo ha hecho ver la religión católica con la imagen generalizada de mujer pecadora y desobediente: culpable de los males de la tierra, Eva, y, por tal razón, se refuerza el imaginario de que las mujeres merecen ser asesinadas por el solo hecho de ser mujeres.

Este era el caso de Nelly, quien se sentía orgullosa de los celos del marido, pues, según ella, el hombre se desbordaba de amor y ese gran amor era el único motivo de esos celos enfermizos, al punto de controlarle todo: salidas, llamadas y hasta quién podía ser su amiga y quién no.

Celos igual machismo

Entonces, como los celos enfermizos son producto del machismo exacerbado de hombres que creen tener control sobre sus parejas, se advierte: hombre no es sinónimo de macho. Si bien es cierto que la gran mayoría de los hombres son influenciados por la ideología machista-misógina que impera en un sistema patriarcal, un hombre no es per se machista. Así mismo una mujer, de manera inconsciente, puede llegar a ser una gran precursora de esta peligrosa ideología, bajo la cual fue educada en contra de su voluntad.

Nelly no conocía la dimensión del asunto, así que un día, al no “obedecer” a Juan, quien le advirtió que no saliera con la vecina “libertina”, se fue con ésta de paseo por el centro de la ciudad a comprar algunas cosas que necesitaba. De regreso se encontró con un marido enfurecido que le reprochaba haber salido sin permiso y, agarrándola del cuello con las dos manos, le preguntaba si tenía un amante y al tiempo le gritaba: “¿No entiendes que te amo y que por eso me dan celos?”.

Ante la negativa de la mujer, el hombre, cada vez más enfurecido, la apretaba con tanta fuerza hasta dejarla sin aliento, pero con la potencia suficiente para murmurarle al oído la última frase: “No me ames tanto”. No contento con verla sin respirar, el hombre agarró uno de los enormes cuchillos que usaba en la carnicería donde laboraba, y, con sevicia, le propinó varias puñaladas por todo el cuerpo. Queda claro con esta historia (una de tantas) que son los celos una de las principales causas de feminicidios en el mundo entero.

“Crimen pasional”: una justificación

Y el caso de Nelly no es el único, como tampoco el último. Hace unos días fue noticia la historia de una patrullera asesinada por su pareja, también policía. Dicho crimen fue tipificado como “crimen pasional”, así: “llamaría la atención de que no es un crimen pasional porque en el código penal no está tipificado como tal, es un feminicidio. Y ¿qué es un feminicidio? Es la muerte de una mujer por odio”, advierte Amparo Sánchez, coordinadora de la Casa de la Mujer, en una entrevista a Blu Radio.

Lo que va del 2015

Es preocupante, entonces, el hecho de que van cuatro feminicidios durante 2015 en Bogotá. En el primer semestre de 2013 se registraron 514 feminicidios, 15.640 mujeres fueron víctimas de la violencia intrafamiliar y otras 5.545 denunciaron abusos sexuales, según cifras del Instituto Forense de Medicina Legal.

El secretario de Integración Social, Jorge Rojas, en una entrevista realizada por Blu Radio, anunció una serie de medidas para reducir los feminicidios en Bogotá. Manifestó Rojas que durante 2015 se han presentado cuatro muertes violentas de mujeres en la capital, por lo que aceptó que “lamentablemente los atentados, agresiones y el asesinato de mujeres se mantienen”.

Afirmó, además, que cada vez hay más denuncias de mujeres víctimas de maltrato y así mismo dijo que: “Pasamos de ocho mil denuncias en 2013 a 17 mil denuncias en 2014, lo que es un buen síntoma en la medida en que la mujer pierde el miedo y va a la comisaría a denunciar”. Según Rojas, desde la Secretaría de Integración Social trabajarán “para que las mujeres tengan un fácil acceso a la Justicia y se genere prevención a los feminicidios”.

La importancia de la educación

Finalmente, no hay que olvidar que existe un amparo legal en Colombia en la ley 1257 de 2008 que sanciona la violencia contra las mujeres y que en su artículo primero dice: “La presente ley tiene por objeto la adopción de normas que permitan garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e internacional”. Gracias a su artículo 11, además, hay un compromiso que debe asumirse a partir de la educación.

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