viernes, abril 19, 2024
InicioEdición impresaMedios, guerra y paz

Medios, guerra y paz

La prensa ha sido fundamental para los diferentes comportamientos de la sociedad civil en temas como la guerra y la paz. Pero, ¿qué hacer en un posible escenario de implementación de acuerdos?

Sala de prensa en el cubrimiento de la Firma del Acuerdo Final en Cartagena, el pasado 26 de septiembre. Foto J.C.H.
Sala de prensa en el cubrimiento de la Firma del Acuerdo Final en Cartagena, el pasado 26 de septiembre. Foto J.C.H.

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino

“Después de permanecer con el Ejército durante una semana donde no pasó nada, los periodistas hicimos un pacto: cinco periodistas dijimos: ¿qué vamos a hacer para enviar información a Bogotá? No tenemos muertos, tenemos un poco de campamentos, pero ni un solo guerrillero, mejor dicho… con esa información a todas nos iban a botar. El pacto consistió en mandar un titular así: ‘Cien guerrilleros muertos en la mayor ofensiva militar de todos los tiempos’, y eso fue fuerte y fue primera página en los periódicos y fue el súper escándalo. Claro… después nuestros colegas nos decían que éramos periodistas pagadas por el Ejército”, periodista de prensa escrita en Bogotá.

“El otro día, una periodista llegó tarde al cubrimiento, pero ella necesitaba salir con algo ante las cámaras. Entonces llegó y dijo: ‘Coronel unos tiritos ahí, unos tiritos para yo grabar’. Y dispararon los tiritos como ella dijo. Mientras tanto ella narraba que los guerrilleros estaban del otro lado. ¡Mentira!… Eso pasa con los colegas de la televisión”, periodista de Cali.

Paz y plebiscito

Los anteriores casos sucedieron en la década de los 90, fueron reportados por la ONG Medios para la Paz y muestran cómo se contó una guerra que duró 52 años sin reporteros especializados en cobertura de conflictos bélicos, sino con periodistas que trabajaban con base en fuentes castrenses.

Los desmanes y abusos militares de los guerrilleros eran magnificados, mientras se hacían los de la vista gorda para investigar los crímenes de agentes estatales, como el genocidio contra la Unión Patriótica y los miles de asesinatos de la fuerza pública, a los que eufemísticamente contribuyeron a denominar falsos positivos. En sus páginas, emisoras, redes sociales y pantallas, ayudaron a pasar como guerrilleros dados de baja a humildes jóvenes que fueron engañados y fusilados.

Sus informaciones dejaban la sensación de una inminente victoria militar del Estado sobre los insurgentes, aunque más allá de la realidad virtual era distinto.

Pero en el cubrimiento del proceso de paz la situación no fue muy diferente. Después de la instalación de la mesa de negociaciones en Oslo, Noruega, las delegaciones de las dos partes dieron ruedas de prensa, sin embargo, los medios sólo transmitieron la del Gobierno. Aunque se autoproclamaban neutrales, así lo hicieron en varias oportunidades, en las que silenciaron lo que decía la delegación de las FARC.

Ante el plebiscito del pasado 2 de octubre, se pegaron a última hora por la opción del sí, no obstante, emitían notas en las que hacían cuestionamientos sobre masacres, secuestros, extorsiones, entrega de dinero, y mostraban la crisis política y económica de Venezuela, como referente en el caso de que las FARC llegaran al poder. Por eso, sus ambivalentes comportamientos también fueron fundamentales para el triunfo del no.

Lo que viene

Para nadie es secreto que los medios de comunicación responden a intereses económicos y políticos, así presuman de imparciales y objetivos. Pero el periodo de posacuerdo, al que está entrando el país, exige comportamientos de mayor responsabilidad con la sociedad para que las partes cumplan lo pactado en Cuba.

VOZ habló con varios periodistas de medios regionales y nacionales, quienes cubren el proceso de paz, para conocer qué piensan sobre el cubrimiento que se debe hacer luego de la firma del Acuerdo Final para la terminación del conflicto, en la etapa de implementación de los acuerdos, donde debe haber veeduría de los medios y la sociedad, pero también de los ciudadanos sobre la labor de los medios.

Nelson Jiménez, de RCN radio. Es dar a conocer al país lo que por culpa del conflicto no hemos podido dar a conocer, llegar a las regiones donde no se ha podido acceder, poder contar las historias que han estado ocultas por las mismas dinámicas de la guerra, de la polarización del país. Una vez se firme, esperamos que esa polarización disminuya, y eso garantizará que las historias que se cuenten sean mucho más fluidas y se vean desde puntos diferentes a los de Santos y Uribe.

Giancarlo Lozano, Blu Radio. Ayudar en el control ciudadano, contribuir a ser la voz de la ciudadanía cuando expresen inconformidades, que el proceso de paz sea divulgado, que todas las iniciativas, todos los proyectos, los compromisos tanto del Gobierno como de las FARC puedan ser implementados. Debemos entender que la paz no es solamente la firma, sino que muchos de esos proyectos e iniciativas se vean traducidas en inversión en el campo, en mayor fuente de empleo, en mayor seguridad para los colombianos, no solamente de los adultos sino de los niños. La inversión que se hace en la nueva generación debe estar acompañada de valores y una educación que tiene que garantizar el propio Estado y la reconciliación que deben hacer el Gobierno y la ciudadanía. No solo con el proceso de paz, sino con el perdón y la reconciliación. Entablar diálogos ayuda a construir sociedad.

Paola Peña, Telecaribe. Somos responsables de que el común de los colombianos estén informados, con letra menuda, precisa, concisa, con toda la claridad sobre lo que tratan cada uno de los acuerdos. Es muy difícil tener contento a todo el país, y así como hay unos a favor de los acuerdos hay otros en contra, pero quienes se quejen de falta de conocimiento de los acuerdos es porque no quieren buscar la información, porque está por todas partes, en noticieros y en redes sociales. La pedagogía se ha venido dando.

John H. Barrera, director de noticias de la emisora de la Gobernación de Boyacá. Hay que hacerle un seguimiento a los acuerdos desde el interior de las comunidades. Por ejemplo, en el acuerdo de reforma rural integral hay que ver en qué se están beneficiando los campesinos, qué está pasando en las diferentes regiones. Eso es solo un ejemplo de lo que debemos hacer. El seguimiento sobre todo con los programas que los beneficiarán. Es una doble funcionalidad, la de velar por el cumplimiento de los acuerdos y de informarlo también ante organismos internacionales que están en el proceso de veeduría. Pero además de contarle a la gente si se está cumpliendo. Que no pase lo que lamentablemente ha pasado con medios de carácter nacional que han enlodado el proceso.

Luis Eduardo Maldonado, Noticias Caracol TV. Lo mismo que se hizo en el proceso de paz, informar tal y cual lo que está sucediendo. Hay una responsabilidad mayor porque viene la tarea de seguir informando sobre la letra menuda, pero en el posconflicto no es solo el Gobierno el responsable, sino también los ciudadanos: Por ejemplo, una empresa pequeña cómo le puede dar empleo a un desmovilizado, no darle la espalda. Desde los medios, si se ve que algo de lo pactado no se cumplió, pues se dice.

Rafael Poveda. Hay que estar encima de todo lo que firmaron, y que las cosas se cumplan de un lado y del otro. No solamente lo que pactaron las FARC y el Gobierno, lo refrendará el pueblo colombiano. A los periodistas y a todos nos toca hacer veeduría.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments