Maduro es un dirigente a toda prueba por su serenidad y lucidez, enfrentando los problemas generados por la reacción e intentos sucesivos de golpe de estado, a nivel económico y de otras índoles, generados desde los comienzo de la revolución
Armando Orozco Tovar
Hugo Chávez no se equivocó. Subido en las escalinatas del avión, para ir a su tratamiento contra el cáncer provocado en Cuba, con la mano se despidió de todos, diciendo: “Voten por el compañero Maduro…”.
No regresó a Venezuela, porque al poco tiempo murió, y con su recomendación y condiciones personales de toda su vida, a Maduro lo eligió la mayoría del pueblo. Pero aquí, como las buenas noticias son cubiertas, poco o nada se conoce de las transformaciones esenciales de allá.
Tampoco se supo de la formidable gestión, realizada por el bienestar de todos, de Chávez, soportando toda clase de vilipendias de la ultraderecha colombiana y mundial.
Se decía de él, al igual que hoy se califica a Maduro de tarado, que era bruto, e inculto. Sin tener en cuenta su formidable capacidad, con un discurso certero, cultura, y conocimiento profundo de la historia de su país y América. Con una lucidez a toda prueba de verdadero estadista, como hasta ahora no se ve por estas tierras del sangrado corazón de Jesús. Un líder casi a la altura de Fidel Castro, que se consideró siempre su hermano mayor.
Qué no se dijo de Lenin. Qué no se difamó de Marx, el creador del comunismo científico. Se le mostró como un monstruo. De Fidel, que se desayunaba con cadáveres de niños en los cómics a color de la embajada yanqui. Mostraban su rostro barbudo rodeado de moscas. Es típico el desprestigio de las empresas informativas del capital financiero neoliberal contra los revolucionarios y las transformaciones sociales emprendidas por ellos y sus pueblos. Siempre fue así.
Me pregunto: ¿Cómo sería la campaña por parte de los guerreros espartanos contra los civilizados atenienses? Y eso que no contaban con las cadenas informativas colombianas, que los ayudaran. Verdaderas carlancas de mentiras… ¿Y de los insultos a Jesús, cuando a garrotazos agarró a los capitalistas de su tiempo? ¿Recuerdan los insultos, atentados y calumnias al Libertador?
Hoy existen otros medios de conocimiento de la verdad, como la venezolana Telesur. La cual contrarresta toda esta clase de infamias contra Venezuela, y mejores hombres y mujeres de su pueblo. Maduro es un dirigente a toda prueba por su serenidad y lucidez, enfrentando los problemas generados por la reacción e intentos sucesivos de golpe de estado, a nivel económico y de otras índoles, generados desde los comienzo de la revolución. El actual mandatario es un personaje corajudo como Chávez, su maestro. Quien le enseñó el valor ante las dificultades. Pero nunca los medios del miedo relatan la verdad de los acontecimientos a tantos desinformados…
Ladran los perros de los noticieros y contra Maduro, pero las revoluciones siempre han cabalgado victoriosas, aunque por momentos sean retrasadas. El dirigente venezolano es un gran luchador de toda la vida. Y un socialista sin mácula, que se desempeñó sobrado durante muchos años como canciller, y fue escogiéndolo Chávez como su sucesor por sus virtudes e inteligencia. Demuestra su capacidad cada día, enfrentando la aguda crisis clasista.
Una vez los tarados se burlaron, porque dijo metafórico: “Chávez se me presentó convertido en un pajarito…”. ¿Acaso la mitología de la literatura fantástica no dice que el Espíritu Santo se apareció convertido en paloma?
Alegría de Pio/ 1/16/2015/11:20 A.M
