Por incumplimientos gubernamentales, desde el próximo 10 de septiembre, 320 mil maestros entrarán en cese de actividades
Juan Carlos Hurtado F.
Según lo expresaron algunos dirigentes de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, no les quedó otro camino a los maestros de Colombia que salir a paro nacional el próximo 10 de septiembre, con tomas de las capitales y de Bogotá. Así lo determinó la junta nacional de la federación.
VOZ habló con William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Educadores, ADE, sobre los motivos que los hicieron tomar la determinación.
Salud
–Hablemos de los puntos por los que decidieron ir a paro.
–El primero es la problemática de la salud, que cada día se agudiza por la no prestación de los servicios de acuerdo con lo contemplado en el pliego de condiciones firmado por estas entidades de salud y la Fiduprevisora. Los docentes aportamos el 4% de nuestro salario y el gobierno debe destinar el 8%, pero este ha generado la crisis al no destinar el 100% de los aportes y al desviar más de 60 mil millones de pesos para el pago de otras acreencias que tiene la Fiduprevisora.
–Según ustedes, ¿qué hay de fondo en esas decisiones, qué busca el gobierno con eso?
–Con esto el gobierno nacional ha generado una crisis en la prestación de los servicios para justificar la quiebra del modelo de salud, acabar con el régimen especial en salud y justificar la aplicación del proyecto de ley ordinaria que está en trámite en el Congreso de la República.
–Sobre la salud de los docentes hay denuncias acerca de que se ha deteriorado.
–La salud de los educadores ha venido en franco deterioro debido a la no existencia de verdaderos programas de promoción y prevención. En algunos casos solo se limitan a unas charlas de dos horas, no se analizan los riesgos que genera el agotamiento físico y psicológico de los educadores; como los problemas de sobrecarga laboral, el hacinamiento de estudiantes en los salones de clase, la persecución laboral, las malas condiciones de infraestructura y el amedrentamiento, que han llevado a que la salud de los educadores se deteriore y tengamos como una de las enfermedades de mayor consulta los trastornos mentales y de comportamiento, sistema nervioso, problemas musculares y las disfonías.
Prestaciones
–¿Cuál es el problema con el fondo de prestaciones sociales?
–El pago de las deudas y la refinanciación del fondo de prestaciones sociales, la deuda histórica del pasivo pensional del gobierno asciende a 88 billones, de cesantías 88 mil millones y para este año hay un faltante de 142 mil millones de pesos. Para el caso de Bogotá están represadas nueve mil solicitudes de pensiones y cesantías; en todo el país cerca de 30 mil.
–Pero las protestas también son contra la privatización de la educación.
–Sí. El gobierno continúa con la entrega de colegios en concesión y en convenio, van más de 95 colegios entregados en todo el país. En Bogotá, esta modalidad fue impuesta en 1.999 por Cecilia María Vélez y Peñaloza; contratos firmados a 15 años, que empiezan su vencimiento el próximo año. Por eso una exigencia a la administración distrital es que no prorrogue estos contratos y que siga con el desmonte de los colegios de convenio que en la actualidad albergan a más de 80 mil estudiantes. En el país un millón cuatrocientos mil niños y jóvenes son entregados al sector privado por medio de estas modalidades de privatización.
–¿Qué peticiones hay sobre salario?
–La exigencia de un salario digno para los educadores y que se inicie la discusión de este para que quede incorporado en el presupuesto del próximo año. No es posible que a los educadores no se nos dé el trato de profesionales, los salarios son pírricos, más de 20 años de trabajo para devengar un mísero salario. Y a los maestros del decreto 1278 de 2002, se les aplica evaluaciones de competencias que se han convertido en la manera más burda de burlar el ascenso y no se les permite su mejoramiento salarial.
–¿Qué incumplimientos del gobierno han habido?
–La modificación del decreto de prima de servicio que no tiene en cuenta la existencia de esta prestación desde la ley 91 de 1.989, sino que crea una nueva. No existe compatibilidad entre esta prima y otras, no se tiene como factor salarial para la pensión. También se expidió la directiva ministerial número 16 que no contempla el descanso como parte de la jornada laboral y obliga a trabajar en jornada global.
