martes, abril 23, 2024
InicioEdición impresaLos caminos de la duda: Neoliberalismo puro

Los caminos de la duda: Neoliberalismo puro

La paz nacional, esa que va mucho más allá del silencio de las armas, no se consigue profundizando las políticas que agreden a la población.

Foto: Diego Bernal via photopin (license)
Foto: Diego Bernal via photopin (license)

Alfonso Conde

Mientras el presidente Santos se agita en su discurso por la culminación exitosa del proceso de paz, en el país se profundizan políticas de esas que responden a los mandatos del llamado consenso de Washington. La eventual firma de acuerdos entre la insurgencia de las FARC y el gobierno debe contribuir a la eliminación de la criminalización y estigmatización de las organizaciones de masas y sus dirigentes y afiliados, a la desaparición del terrorismo de estado y la eliminación gradual del temor a la protesta que potencie el ejercicio democrático. Pero esos acercamientos a la construcción de la paz se ven contrarrestados por una ofensiva neoliberal que atenta contra la población, agudiza el conflicto social y obliga a las organizaciones y sectores populares a manifestar con énfasis su protesta.

Se atenta contra la población cuando se profundiza la explotación de los trabajadores y se incumple la Constitución que ordena al menos mantener el poder adquisitivo de los salarios; se atenta contra la soberanía cuando se entrega a privados extranjeros la posesión y manejo de recursos energéticos y acuíferos, y se pretende hacerlo también con el sector de las telecomunicaciones; se atenta contra la soberanía cuando se fragmenta, con objetivo privatizador, la empresa petrolera de los colombianos, aquella cuya construcción fue motivo de cuatro huelgas del sector que costaron encarcelamientos, desplazamientos forzosos y muertos entre los defensores de su construcción; se atenta contra el derecho a la vida cuando se imponen, como se proyecta, cargas tributarias sobre la adquisición de elementos fundamentales para la vida; se atenta contra ese mismo derecho cuando la voracidad tributaria abarca los ingresos de los pensionados; se atenta contra la población cuando, en contravía de los acuerdos de La Habana, se aprueba el nuevo latifundismo para nuestro país al adoptarse como política la construcción de las llamadas “Zidres” en contraposición con las zonas de reserva campesina. Las razones para la protesta popular se acumulan y abarcan todos los campos de la actividad social.

La paz nacional, esa que va mucho más allá del silencio de las armas, no se consigue profundizando las políticas que agreden a la población. Defendemos y apoyamos los avances que se logran en las conversaciones entre gobierno e insurgencias, apoyaremos el proceso de la refrendación de los acuerdos, sea cual fuere el mecanismo que se adopte, impulsamos el mecanismo constituyente para la búsqueda de avances en la solución de los problemas nacionales y simultáneamente participamos y contribuimos a construir la protesta popular generalizada que enfrente las políticas del capitalismo en su fase neoliberal.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments