La paz es el reconocimiento del aporte histórico de las mujeres a la economía, la política, el arte, la ciencia, y el deporte
Chila Pineda
Las mujeres no somos una población, no somos un sector. Somos una humanidad, somos más de la mitad del total de la población, hacemos parte de todos los sectores, y desde siempre hemos estado comprometidas con la lucha por la paz, la democracia, la justicia social, y por una nueva cultura que nos devuelva el lugar que nos corresponde, salir del lugar que el patriarcalismo nos ha adjudicado, salir del lugar del silencio, de lo privado, del cuidado como una responsabilidad en solitario, salir de la invisibilidad, del no reconocimiento, recuperar la palabra y luchar contra el capitalismo y el patriarcalismo.
Luchamos por un nuevo modelo económico, por nuestra inclusión en la sociedad como sujetas políticas de derechos, luchamos por la paz con justicia social, incluyente y equitativa, por la democracia paritaria y radical, en el entendido que la no violencia contra las mujeres es una condición para la paz.
La paz y la justicia social
En el marco de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional por los derechos de las mujeres, reconocemos el profundo sentido político de esta conmemoración, pues esta fecha hace mención a las luchas históricas de las mujeres, desarrollada por el movimiento internacional de mujeres socialistas y trabajadoras de finales del siglo XIX, quienes originan las primeras movilizaciones de mujeres por sus derechos. Ellas se organizan para elevar su voz contra la guerra y por la paz.
¿Qué pedían? Luchaban por la abolición de la explotación infantil, por el derecho al voto para las mujeres, a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo, y a su participación en la vida política y económica.
En Colombia
La primera huelga en Colombia fue dirigida por Betsabé Espinosa, Matilde Montoya, Teresa Piedrahita, Rosalina Araque y Trinidad Tamayo, quienes organizaron en 1920 la primera huelga de obreras, en la fábrica de Hilados y Tejidos de Bello (Antioquia). Quinientas mujeres se lanzaron a las calles por mejores condiciones de trabajo, denunciaron el maltrato, la explotación y la esclavitud, pidieron reducción de la jornada de trabajo a diez horas, incrementos salariales, exigían que se les permitiera trabajar con alpargatas y no a pie limpio y el castigo para los capataces acosadores sexuales.
Las mujeres trabajadoras eran enclaustradas por sus patronos y condenadas a llevar una vida monacal, pues no podían casarse ni mucho menos tener hijos. Esta huelga se convierte en un hito en la historia de las mujeres por la justicia.
María Cano, escritora y dirigenta nacional del movimiento obrero de los años 20, dirigió la lucha por los derechos civiles fundamentales y por los derechos de las y los trabajadores asalariados. Encabezó la organización de las huelgas obreras, participó en la fundación del Partido Socialista Revolucionario y del Partido Comunista.
Las sufragistas se habían comprometido en la construcción de la paz ante el hecho de la segunda guerra mundial. La lucha por el voto se plasma con la aprobación de la ley del sufragio femenino el 25 de agosto de 1954, en acto legislativo 13 de la Asamblea Nacional Constituyente, con una propuesta de paz en su calidad de ciudadanas de pleno derecho y finalmente con la ratificación el 1 de diciembre de 1957 de la ley del voto.
En este año las mujeres votan por primera vez, en el plebiscito convocado por el Frente Nacional. La participación en este plebiscito fue de 1’853.255 o sea el 42% de las mujeres, frente a 2’561.835 de hombres, que era el 58%. La ocupación de cargos políticos fue de 6,79% mujeres por cada cien hombres.
El nuevo siglo
En este nuevo siglo las mujeres hemos organizado y realizado acontecimientos políticos y culturales, como el Movimiento social de mujeres contra la guerra y por la paz, que realizó el Encuentro Internacional de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la militarización en Colombia entre el 16 y el 23 de agosto de 2010.
La Marcha Mundial de Mujeres por la paz, las cortes de mujeres contra la militarización de la vida social, por la democracia y la paz, las mujeres artistas que han estado comprometidas con la paz y desde sus espacios de la creación han puesto en escena múltiples performancias de recuperación de la memoria, para liberarnos de la peste del olvido y exigir justicia, reparación y la no repetición.
La Coordinadora de organizaciones sociales, campesinas, indígenas y Populares del Caquetá (Coordosac) y Asodemuc- junto a diversas organizaciones de mujeres, organizaron el Primer Encuentro Nacional e Internacional de mujeres por la Dignidad y la Paz, en Florencia en el 2013.
Mujeres por la Paz, que aglutina a más de 85 organizaciones de mujeres a nivel nacional, para defender el proceso de paz, poner en la agenda pública las demandas diferenciales de las mujeres, por la democracia paritaria, la desmilitarización del país, el cese bilateral del fuego, declara que “las mujeres como sujetos políticos deliberantes, con voces y rostros concretos, decimos sí al proceso de diálogo entre el gobierno y la insurgencia para poner fin al conflicto armado y caminar hacia la paz con justicia social”.
Mujeres por la Paz convocó al pueblo colombiano a una movilización por la paz, la democracia y la defensa de lo público el 22 de noviembre de 2013. Las mujeres marchamos hacia la Plaza de Bolívar en un acto político sin precedentes, una multitudinaria movilización dirigida y coordinada por las mujeres, que entregó a la ciudadanía un manifiesto.
Alerta Mujeres es un escenario político de lucha feminista por la defensa de la democracia, que reivindica la paz como valor, y la libertad, autonomía e igualdad de las mujeres como horizonte ético. Diferentes plataformas de mujeres se han organizado para la movilización en defensa de lo público, la democracia y la paz, puestas en grave peligro por las decisiones del procurador general frente a la sanción y destitución del alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro.
