miércoles, abril 24, 2024
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“Las clínicas se caen a pedacitos”

Casi dos meses han pasado desde que los pacientes y trabajadores de la EPS Saludcoop iniciaron su traslado a Cafesalud, y las denuncias de usuarios y trabajadores por incumplimientos de las empresas y el Gobierno aumentan. Se profundiza la crisis de la salud

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino

Desde el primero de diciembre del pasado año, inició el proceso de traspaso de trabajadores y pacientes de la EPS Saludcoop a la EPS Cafesalud. El proceso ha sido traumático según las quejas de miles de usuarios a quienes la entidad receptora no los ha atendido según sus necesidades.

Pero no solo a los pacientes. Cuatro sindicatos del grupo Saludcoop: Sintrasaludcoop, Conaltrasacó, Sintrassacol y Unitracoop explicaron en comunicado que “El Gobierno, en cabeza de la Superintendencia de Salud, intervino y ordenó la liquidación de Corporación IPS Saludcoop, operador original de las clínicas de Saludcoop, debido a una supuesta inviabilidad financiera y entregó estas a Esimed, otra empresa del Grupo, en una estrategia que presentó como ‘salvadora’, pero que, es nuestro deber denunciar, no está dando los resultados esperados. Según declaraciones de la Superintendencia de Medidas Especiales en reunión del 20 de enero de 2016 con sindicatos y empresas, la facturación de las clínicas es muy baja y Esimed no tiene el músculo financiero para sostenerlas y garantizar la apropiada atención de siete millones de pacientes y la estabilidad de más de 18 mil trabajadores en todo el país. Esto, sin restarle responsabilidad a Esimed, es producto de las malas decisiones del Ministerio de Salud y de la Superintendencia”.

VOZ habló con Luz Fany Zambrano, presidenta de Sintrasaludcoop, quien explicó que Saludcoop EPS pasó a ser de Cafesalud EPS y la Corporación IPS Saludcoop, una de las más grandes del país que prestaba servicios a la EPS, se transformó en Esimed, la IPS de Cafesalud. “Hasta el momento Cafesalud le ha cumplido a los trabajadores, está desarrollando un plan organizado de sustituciones, ha pagado. El problema lo tiene Esimed que no estaba preparada para facturar completamente los procesos a la EPS, ni tenía un capital de reserva para sostenerse durante tres meses mientras la operación arrancaba, por eso hay un traumatismo en pagos a salarios y en prestación de servicios. Por eso los medios han estado denunciando que no sirven los ascensores, que las salas de cirugía no tienen los quirófanos adaptados, mejor dicho las clínicas se están cayendo a pedacitos”.

Sin capacidad financiera

Según la dirigente sindical, Esimed asumió un gran reto propuesto por la Superintendencia de Salud para garantizar el servicio y la continuidad los contratos laborales a más de 44 mil trabajadores directos e indirectos de estas empresas. “La realidad es que no se está cumpliendo con las expectativas porque le quedó grande. Es triste que el Superintendente Delegado para las Medidas Especiales nos dijera que no tenían injerencia en esta empresa porque era privada y no la tenían intervenida, que no tenían potestad sobre ella. Si no tienen potestad y abandonaron el barco a medio funcionar, pues esto va para el piso. Aunque es una empresa privada es deber del Estado velar por el buen funcionamiento y garantizar el derecho a la salud”.

Las clínicas que eran de la IPS Saludcoop han sufrido el abandono porque se dejó de intervenir en su sostenimiento, lo que ha generado que en una clínica de Santa Marta se trabaje sin aire sin acondicionado, en otras de Bogotá, Pereira o Ibagué los ascensores no funcione y entre otras cosas tengan que subir a las maternas por las escaleras.

Luz Fany comenta que con la muerte de la señora Rubiela Chivará, en Bogotá, se comprueba que con tener la autorización en la mano para atención de especialistas, no es garantía de que lo atiendan. “La señora tenía la orden en las manos para una cirugía, para que la atendiera un neurocirujano, pero no había una sala y unos profesionales que la atendieran. Es como cuando voy al banco con un cheque pero sin fondos. La crisis de la salud viene desde hace años y el Gobierno dice que es responsabilidad de las clínicas, de los hospitales y se lava las manos”.

Despidos

En el transcurso de la pasada semana, cuando se liquidaba la Corporación IPS Saludcoop, los trabajadores recibieron 180 cartas de despido, varios de ellos sindicalizados, con fuero circunstancial, algunas maternas, con fuero de directivo, algunos otros en vacaciones y algunos otros en retén social por enfermedad profesional calificada. Sacaron los casos que para los directivos son problemáticos.

“Ellos dicen que se le liquida la empresa, pero no han hecho el proceso como lo deben hacer porque el acuerdo era que todos pasaban sin discriminación a las nuevas empresas que prestarían el servicios. También crearon nuevas empresas como una que prestará el servicio de hospitalización en casa y medicamentos de alto costo, y se habían comprometido a absorber los trabajadores que prestaban esos mismos servicios, pero llegaron contratando nuevos sin tener en cuenta el compromiso. A los antiguos les decían que si querían que los contrataran debían renunciar e iniciar un nuevo contrato. Un trabajador que lleva 20 años laborando, con más de 40 de edad, no tiene opción sino aceptar. Cafesalud hace lo mismo, no los absorbe a todos sino llama a los amigos de la administración y en muchas de las seccionales son los mismos amigos de Palacino. Deja trabajadores por fuera diciendo que no tienen la capacidad de contratarlos como lo tenía Saludcoop”.

Clínicas abandonadas

La Corporación IPS Saludcoop había abandonado el mantenimiento de las sedes porque estaba intervenida y no tenía el capital, pero en palabras de la presidenta de Sintrasaludcoop, el capital pasó a la EPS en unas cuentas por cobrar y la EPS las dejó en una masa liquidatoria, y así quebraron a la Corporación. “Ahora Esimed no tiene el músculo financiero que nos habían dicho y las clínicas no tienen mantenimiento. No entiendo cómo pretenden cerrar el centro de atención de urgencias como en Sogamoso, Pitalito, Espinal, y otras, porque no cumplen los requerimientos de habilitación, pero las grandes clínicas que tienen dificultades las dejan funcionando y las secretarías pasan ciegas, de ladito… El Gobierno está manipulando todo”.

Para la Fany lo que está de fondo, lo que se busca es hacer desvalorizar los bienes para venderlos, y liquidaron a Saludcoop y a la IPS para que dejaran de ser cooperativas que no permiten la inversión de capital privado, especialmente extranjero. Ahora son sociedades anónimas y es fácil invertir en el negocio, para lo que esperan que sea dinero extranjero ya que en el país no se consiguió el capital. “Buscan la devaluación de las clínicas, nos llevan a los trabajadores contra la pared para que luego aparezca con dinero un supuesto salvador. Por eso estamos reuniéndonos para tomar medidas entre las que no descartamos una gran movilización”.

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