jueves, marzo 28, 2024
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La prisión de Guantánamo: Una aberración jurídica

Cuando se cumplen 14 años de funcionamiento de la prisión de Guantánamo, Amnistía Internacional, grupos parlamentarios y defensores de derechos humanos en el mundo abogan por su cierre definitivo y la devolución a Cuba de esa franja de tierra, que le pertenece

Marines norteamericanos trasladan a un prisionero enfermo, en Guantánamo.
Marines norteamericanos trasladan a un prisionero enfermo, en Guantanamo.

Alberto Acevedo

Por estos días, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha vuelto a hablar de su intención de cerrar la infame prisión de Guantánamo, ubicada en predios de una base naval ubicada en una franja de territorio cubano del mismo nombre, que permanece como vestigio de dominación colonial de la mayor potencia económica del mundo.

Y como sectores de opinión pública le han recordado que precisamente esa fue una de sus promesas de campaña, que no ha cumplido, a pesar de llevar dos mandatos en la Casa Blanca, el gobernante se excusa ahora en el pretexto de que para llevar a cabo ese cometido no ha contado con la aprobación de la bancada republicana en el congreso, y además, hay acuerdos bipartidistas en torno a la política carcelaria norteamericana, que se erigen como obstáculo para llevar a cabo su intención.

Defensores de derechos humanos le recuerdan a Obama, que para disponer el cierre de la prisión de Guantánamo no necesariamente requiere de la voluntad de las mayorías parlamentarias. Como gobernante tiene en sus manos herramientas que le permiten dar ese paso y, además, George Bush, en su momento, no tomó en cuenta la opinión del congreso para abrir la prisión. Por lo tanto no debería esta consulta ser determinante para ordenar su cierre. La permanencia de la prisión de Guantánamo, además, es un lastre para la democracia de ese país.

Lo que pasa es que Obama no quiere desgastarse más ante el Congreso. Incluso en noviembre pasado, avaló el presupuesto de Defensa de la nación, que prohíbe el traslado a Estados Unidos de prisioneros de la base de Guantánamo, plegándose a una de las exigencias de la bancada republicana.

En estas condiciones, Obama no es sincero en su postura frente a Guantánamo. Lo más audaz que busca es el traslado de los últimos prisioneros que quedan en la isla, manteniéndoles el mismo estatus de “combatientes ilegales”, un esperpento jurídico que se inventaron los teóricos de la ‘seguridad nacional’ norteamericana, para mantener en retención indefinida a un grupo de personas sobre las que no se tienen pruebas criminales ciertas, no se les juzga por un tribunal de justicia independiente, pero tampoco se les pone en libertad.

Guantánamo es de Cuba

Hace pocas semanas la prisión de Guantánamo cumplió 14 años de haberse establecido. El primer prisionero llegó el 11 de enero de 2002. Los detenidos que posteriormente llegaron fueron todos concentrados en el Campo rayos X de la base naval, un tenebroso centro de torturas, donde se recluyeron hasta 779 prisioneros. Hoy solo quedan 93.

A diferencia de gobiernos anteriores, bajo la administración Obama se prohibieron las prácticas de torturas, aunque siguen los tratos degradantes. Trasladar este grupo a cárceles de Estados Unidos supondría otorgarles el derecho a un juicio justo, lo que es poco probable pues no existen pruebas sostenibles de que hayan cometido un delito. En estas condiciones, deberían ser puestos en libertad y esto implicaría reconocer uno de los mayores atropellos jurídicos por parte de los Estados Unidos, lo que daría paso a demandas de reparación por perjuicios causados a ciudadanos extranjeros durante 14 años.

El problema de Guantánamo es más complejo. El gobierno y el pueblo de Cuba reclaman no solo el cierre de la prisión, sino la devolución de ese territorio a la soberanía cubana, usurpado en tiempos de ocupación colonial. La permanencia de tropas extranjeras en territorio cubano viola la soberanía territorial de la nación caribeña y el asunto se constituye en condición fundamental para el restablecimiento pleno de relaciones con los Estados Unidos.

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