miércoles, abril 24, 2024
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La pelea venezolana contra los demonios

¿Qué pasa en Venezuela?

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Armando Orozco Tovar

En la República Bolivariana de Venezuela apareció la revolución socialista del siglo XXI, por razones históricas, casi en el momento de la caída del socialismo soviético. Con el fin de implantar en América Latina un modelo económico basado en lo social más que en lo capitalista, y que por lo tanto se le denominó de izquierda.

También donde el concepto de consumo se entiende no como beneficio sólo de unos pocos sino como solución de las necesidades de las mayorías: salud, vivienda, educación, trabajo, seguridad alimentaria, etc. Por lo tanto debe ser una producción orientada a la solución radical de las necesidades.

Se puede decir que la revolución bolivariana se trata de un cristianismo en acción. Puesto que su fundador lo planteó así: “Amar al prójimo como ti mismo”… Y el socialismo creado por Hugo Chávez cifra su tesis en lo mismo: el amor, que no es otra cosa que dedicarse a resolver las miserias del pueblo cueste lo que cueste, por encima del concepto de crecimiento económico capitalista, puesto que primero es el crecimiento del ser humano.

Es obvio que el estado bolivariano, al tratar de resolver las más apremiantes necesidades con sólo el recurso petrolero generó una crisis inflacionaria, desvalorización de la moneda, y desaparición de muchas mercancías del mercado, las que en su mayoría son acaparadas para venderlas en el país vecino, como los videos filmados en Cúcuta y puestos en las redes lo muestran.

Se sabe también que la producción es la columna vertebral de un país, y si no está al servicio del pueblo con seguridad el barco social hace agua. Funcionar en el marco de la economía de servicios, favorecedora de las grandes mayorías desposeídas, implica no solamente carencias materiales que la producción estatal y privada no pueden suplir con inmediatez, sólo desarrollando en cada habitante la limitación con el consumismo desaforado, como acostumbró la sociedad de mercado, para que de esta forma toda la comunidad viva sin iniquidad, mientras la producción industrial con el trabajo se acelera.

¿Pero será que la producción capitalista soluciona la miseria? Menos dentro del modelo neoliberal donde la dirección del Estado la tiene el capital financiero, el cual tiende a convertirlo todo: salud, educación y hasta los mismos sentimientos en mercancía. Entonces es cuando se dice: “Confianza en la inversión”… Y ese “trueque” no es más que privatizaciones, desempleo, reducción salarial, supresión de pensiones, baja de interés a las grandes factorías con el pretexto de dar trabajo, etc.

Es así como la economía neoliberal funciona y se mantiene, pero también llega la crisis, donde la serpiente financiera se devora a sí misma por su propia cola. El crecimiento económico llamado malamente democracia, porque impone el dinero como libertad, se da con base en el sufrimiento de las mayorías. Es un modelo inicuo e anticristiano, donde el concepto del amor no funciona, porque es como curar un cáncer con Mejoral, diría Camilo Torres Restrepo en sus proclamas, antes de irse para el monte a combatir en la guerrilla con la intensión de cambiar las estructuras del sistema.

En el socialismo del siglo XXI, o revolución bolivariana, una de sus metas es la conservación del medio ambiente: salvar el agua, la selva, los recursos naturales en general, de la voracidad devoradora del capitalismo salvaje, neoliberal y su “confianza inversionista sin control…

¿Pero, entonces. por qué siete millones de venezolanos votaron por el representante de este modelo? ¿Será por la prevalencia del egoísmo, que solo queda en expresiones: “Dios lo bendiga” o colgado de las camándulas?…

Dos modelos, dos caminos se dan a esta hora en Venezuela, y sólo con un Estado como el dirigido por un presidente Nicolás Maduro y su equipo socialista, heredero y continuador del pensamiento del Libertador y del presidente Chávez como guía, y con la Fuerza Armada constitucionalista, esta nación podrá cumplir con su meta humanista.

Se puede decir que la ecuación se planteó como: cristianismo bolivariano vs democracia capitalista, que es como decir: Una pelea del pueblo venezolano contra los demonios…

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