La movilización está al orden del día

El aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, el alza de los precios de los servicios; crean una cadena de efectos; que así crezca el estrato cuatro, y, sigamos viviendo de fantasías economicistas, la pobreza de las grandes mayorías crece

Eric Franco*

Como en todo fin de año, se inicia la tortuosa negociación del aumento del Salario Mínimo Legal Vigente, por sus siglas es SMLV. Esta negociación, al igual que las anteriores, no entregará elementos significativos para el buen vivir de los colombianos.

Con una población total de 49.874.859 habitantes, 68 por ciento corresponde a población económica activa; es decir, 33.914.320 personas. De esa población económica activa están empleados entre el 61,9 por ciento y el 63,6 por ciento; esto hace, más o menos entre 20.992.964 y 21.569.304.

Por su parte, el número de personas desempleadas aumentó, durante los últimos años, al pasar de 8,3 por ciento en 2012 a 9,67 por ciento en el año que está terminando. Así, pasamos de 2.814.862 desempleados a 3.255.744; esto significa un aumento en 440.882 desempleados durante los cuatro años.

Es una masacre laboral que nos indica que por cada empleado, existen 7 desempleados; lo que hace un alto margen de falta de oportunidades, con un crecimiento económico irregular, en un intervalo de bajas y altas, que de 2,8 por ciento de variación en 2012, pasó a 9,7. Con un Índice de Inflación o IPC a la baja, y una canasta familiar, en estrato uno, cuyo precio oscila entre 1.700.000 pesos y 1.933.050 pesos. Es tres veces más el salario mínimo.

El aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, el alza de los precios de los servicios; crean una cadena de efectos; que así crezca el estrato cuatro, y, sigamos viviendo de fantasías economicistas, la pobreza de las grandes mayorías crece. Y es que, a pesar de los estudios sobre pobreza que se han hecho y se plasman en la existencia de cerca de siete indicadores de pobreza, todos ellos, incluido el más reciente sobre la calidad de vida; no dan cuenta de una superación estructural y a fondo de semejante enfermedad social.

Junto con el desempleo crónico, la pobreza, en sus más variadas expresiones, seguirá existiendo, mientras persistan las clases sociales y el Estado de clase, defensor de la propiedad privada y los privilegios de los ricos; es decir, el capitalismo, que así se vista de seda, capitalismo se queda. Movilización y lucha, ese es el camino.

* Economista e Investigador del CEIS.