jueves, abril 25, 2024
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La derecha binacional: Pasos de conspiración

Con el encuentro político de la oposición venezolana y la extrema derecha colombiana en la frontera la pasada semana, se confirma que siguen en fase de ejecución los planes desestabilizadores contra el proceso de paz en Colombia y el gobierno democráticamente elegido en el vecino país. La paz de la región está en juego.

Nicolás Maduro y su gobierno ya preparan el Plan para la Patria Segura. Foto Miraflores.
Nicolás Maduro y su gobierno ya preparan el Plan para la Patria Segura. Foto Miraflores.

Lo que sucede en Venezuela son los pasos del manual para golpes de Estado escrito desde Washington desde hace décadas. Sucedió con Guatemala y el derrocamiento de Jacobo Arbenz y en países de Centroamérica.

Y pasó también en Chile con el gobierno de Salvador Allende en 1973, tras una seguidilla de sabotajes y desabastecimiento, matrices de opinión que generaban un terror mediático en contra de las acciones políticas y sociales del gobierno socialista más una filtración del mando militar que a la postre le sirvió para instaurar un gobierno al servicio de los intereses de la Casa Blanca y una de las dictaduras más sangrientas del sur del continente. Por nombrar apenas dos casos.

Agravio a la historia

La clase empresarial de la ciudad de Cúcuta se reunió con el precandidato a la presidencia por el Puro Centro Democrático, Francisco Santos, y una delegación de la Mesa de la Unidad Democrática, encabezada por la diputada María Corina Machado. La razón: insistirle a los exportadores de la ciudad fronteriza romper los vínculos comerciales que estos tienen con empresas de comercialización de bienes del vecino país. Una de las acciones de conspiración contra Venezuela.

Pero no fue un simple encuentro entre agentes de la derecha binacional, fue la materialización una hoja de ruta encaminada a la provocación política y económica en la idea de seguir construyendo un ambiente para la desestabilización. De la reunión surgió un documento llamado Manifiesto de Cúcuta, con un rosario de insultos e inexactitudes contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Negocios estancados

“Vinimos aquí para solidarizarnos con la oposición venezolana… Vinimos aquí a denunciar en las Américas el nefasto resultado de un modelo de miseria que, como un cáncer terminal, invade América Latina con el título de socialismo del siglo XXI” señala el manifiesto que invita a la violencia al interior de Venezuela y sugiere un cierre diplomático.

El desabastecimiento planeado y el acaparamiento ilegal en Venezuela es parte de ese acuerdo económico entre empresarios de los dos países para producir un aparente caos entre la población venezolana.

Precisamente, el Instituto Venezolano para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), a cargo de su presidenta Consuelo Cerrada, señala la manera como se está generando una zozobra en la población.

Todos los días en Venezuela se producen titulares de prensa en los que se describen operativos militares en cercanías a los mercados populares donde se recuperan toneladas de comida y de bienes de la canasta básica venezolana. En los últimos días la propia Consuelo Cerrada entregaba la cifra de 17 mil toneladas de alimentos recuperados del acaparamiento en todo el país gracias al Plan Nacional contra la Especulación y Acaparamiento.

Cancillería cuestionada

Al manual de golpes de Estado descrito por la Central de Inteligencia Americana (CIA) le falta una pieza fundamental para su éxito en Venezuela. El poder militar de Venezuela se encuentra del lado de la Constitución y la Ley en ese país. Prueba de ello es la implementación de los planes de Gobierno en la Calle que impulsa el presidente Maduro y que acompaña la cúpula militar. “Rechazamos categóricamente las declaraciones violentas, irrespetuosas y malsanas del candidato a la presidencia por la oposición” manifestó el jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Oriental, almirante Luis Francisco Campi Olaizola.

Atento pide estar el presidente Nicolás Maduro al pueblo venezolano. Los hostigamientos diplomáticos, políticos y económicos contra el país han desencadenado una serie de solidaridades de gobiernos vecinos.

No obstante, los canales diplomáticos se mueven en la idea de instar a la cancillería colombiana a tomar una posición clara: o se está con Venezuela o en contra. “El presidente Santos no puede seguir posando de neutro e indiferente. Fue ministro de Defensa, y conoce muy bien el interior de las tropas y la madeja política de Colombia y sabe con certeza cuáles son los sectores que hoy conspiran de frente contra el proceso de paz y la estabilidad en Venezuela”, le dijo a VOZ una fuente del Palacio Miraflores en Caracas.

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