Los trabajadores del Hospital La Samaritana de Bogotá están negociando un petitorio. Anthoc se encuentra al frente de los diálogos que, según dirigentes sindicales, no parecen conducir a algo, ya que el asesor de las negociaciones orienta a la administración hacia un fracaso.
El año pasado ya se había presentado un pliego y no hubo acuerdos porque faltó voluntad política de parte de la administración, la cual no permitió que se discutieran temas comprendidos en el petitorio, porque estaban limitados por el decreto de la negociación.
El pliego de este año incluye, en lo político, la aplicación de las sentencias de la Corte Constitucional donde se ordena la formalización de la planta de personal. Se calcula que más del 75 por ciento de los trabajadores están tercerizados por diferentes cooperativas y temporales. Anthoc exige que al menos se aplique un número adecuado a la planta de personal, pues la actual no supera los 300 trabajadores.
En lo social, buscan uno o varios días más de vacaciones, teniendo en cuenta que les quitaron cinco días de descanso que venían desde hace años y hacen parte de los acuerdos de la convención colectiva. En lo económico, aunque dependen de la negociación de los estatales y lo relacionado con la negociación con el gobierno nacional, particularmente piden dotación de uniformes, en vestido y calzado.
“Realmente tenemos una gran dificultad porque los negociadores que manda el hospital a sentarse frente a los negociadores de los trabajadores son prácticamente callados por el asesor que los acompaña. Entonces, es muy poca la discusión que tenemos frente a los temas porque no hay propuestas sino más que todo una renuencia a todo por la posición del hospital”, manifiesta Luz Mila Castro Barón, dirigente de Anthoc.
