jueves, marzo 28, 2024
InicioPaísAgrariaHelicópteros de la policía estarían echando químicos a los campesinos en Tolima

Helicópteros de la policía estarían echando químicos a los campesinos en Tolima

Por Nelson Lombana Silva

Cientos de campesinos ubicados en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué (Tolima) vienen denunciando que les están echando químicos y gases desde helicópteros con distintivos de la Policía Nacional. Al parecer se ha presentado el caso en dos oportunidades durante la primera semana de paro campesino y caficultor que se desarrolla en 13 departamentos de Colombia y con bastante combatividad en varios puntos de la geografía tolimense como Boquerón, Armero-Guayabal, El Cruce de Palobayo, Dolores y Cajamarca.

Reiteradamente, el comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, coronel Fernando Murillo, viene negando, diciendo que él personalmente ha hecho los sobrevuelos para conocer de primera mano el desenvolvimiento del histórico paro, que sigue creciendo más y más porque campesinos de distintos municipios se vienen sumando todos los días.

compañero Gilberto Salinas Novoa, DD.HH. Fensuagro. Foto Nelosi
compañero Gilberto Salinas Novoa, DD.HH. Fensuagro. Foto Nelosi

El semanario Voz La verdad del pueblo y la página web: www.pacocol.org entrevistaron al compañero Gilberto Salinas Novoa, miembro de Derechos Humanos de Fensuagro, quien ratifica la versión de los campesinos de que sí han sido agredidos también desde el helicóptero de la Policía Nacional.

Señala, igualmente, el líder defensor de derechos humanos, los atropellos que se presentaron el sábado cuando un miembro delegado nacional cafetero y el secretario departamental de Gobierno se disponían a informar sobre los resultados de la mesa nacional de negociación con sede en Bogotá y fueron no sólo agredidos por el Esmad sino también por el helicóptero de la Policía Nacional.

La entrevista exclusiva es la siguiente:

– Compañero defensor de derechos humanos de Fensuagro, ¿qué pasó el sábado 2 de marzo en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué?

– Gracias señor periodista. Mira: Llegó el delegado nacional de negociación a rendir un informe de lo que se viene discutiendo en la mesa nacional. Nos invitó para que un grupo nos reuniéramos en el restaurante de “Don Matías”, dijo que se presentaba con el secretario departamental de Gobierno y la Cruz Roja para acordar un sitio de ubicación y poder atender los requerimientos de los huelguistas.

Los campesinos iban detrás de nosotros expectantes a escuchar el informe del delegado nacional, como siempre, pacíficamente, pero un polizonte motorizado nos prendió a gases lacrimógenos y bombas de aturdimiento. La gente salió corriendo. Los motorizados y el Esmad arremetieron sin consideración contra los campesinos que buscaban protección.

Indignados, los campesinos de la parte alta reaccionaron e intentando proteger a los campesinos de la parte de abajo lanzaron piedras. Los motorizados arremetieron y alcanzaron al labriego Mauricio Rodríguez que viene del municipio de Ortega y le dispararon a quemarropa en tres oportunidades, alojándose en una vértebra de la columna vertebral un objeto redondo, bien parece un balín.

Yo lo recogí y lo arrimamos a una casa para prestarle los primeros auxilios. Allí esperamos que pasara la furrusca. Una vez pasada vino una ambulancia y yo me vine con él para el hospital regional “Federico Lleras Acosta”, esperando hasta cuando lo atendieron a las dos de la mañana, cuando el médico dijo que no lo podía operar porque el riesgo de quedar parapléjico era muy alto. Aconsejó el galeno que era mejor que se quedara el objeto incrustado.

Los señores de la Sijin (Policía Judicial) lo iban a detener para judicializarlo pero yo intervine diciendo que no lo podían judicializar porque no había méritos. Me tocó hacer un relato meticuloso de lo que había pasado, me tocó identificarme como miembro de derechos humanos de Fensuagro, permitiendo finalmente que lo llevara a su casa.

– ¿El campesino Rodríguez fue el único lesionado el sábado por la tarde?

– Lamentablemente no fue el único. Fueron muchos los campesinos que salieron lesionados, unos con más gravedad que otros, pero todos, al fin y cabo, fueron víctimas de la represión de la Policía y del Esmad una vez más. Casualmente, antes de recoger al compañero Mauricio Rodríguez, estos verdugos se llevaban un campesino como de 70 años, o más, lo llevaban dos policías. Ya iba el campesino que se desmayaba y le daban garrote y lo llevaban para el puesto del CAI de Boquerón. La información en ese momento era que había tres heridos más y tres más habían sido detenidos y los tenían en el CAI. Hasta el momento no tengo información de estos casos, porque me vine con el herido Rodríguez.

– Compañero Salinas Novoa, ¿a qué horas comenzó la agresión y qué duración tuvo?

– Hacia las 5:30 pm y se prolongó como hasta las seis de la tarde. Fue una acción violenta, yo diría demencial. Los antimotines vienen botando desde el lunes gases lacrimógenos no solamente a los campesinos sino a los habitantes de los barrios vecinos, han roto los vidrios de las casas y sin respetar que hay niños y ancianos lanzan esos gases. No respetan a nadie.

Incluso, al mismo Defensor Regional del Pueblo, el pasado miércoles, le tiraron una bomba de aturdimiento a los pies. Es más: íbamos a sacar unos heridos y ellos no los dejaban sacar; recuerdo de una joven campesina que se hallaba tirada en el piso, herida en la cara y no la dejaba sacar el Esmad. Los habitantes del barrio se lanzaron valientemente y entre la cortina de gas lograron sacarla para prestarle los primeros auxilios y posteriormente la llevaron al hospital.

– Bueno, a pesar de la represión los campesinos siguen llegando, tengo esa percepción. ¿Usted qué opina?

– Sí, efectivamente. Los campesinos tienen clara la razón de la lucha, no vienen armados, no vienen a herir a nadie y hasta donde tengo conocimiento es que no ha habido el primer policía herido, en cambio hay más de 60 campesinos heridos hasta el momento, sólo en el barrio de Boquerón.

– ¿Hay condiciones para desarrollar su trabajo como miembro de Derechos Humanos?

– La verdad es que no ha habido las mínimas garantías. Por el contrario, somos permanentemente amenazados y agredidos, caso de la compañera Ruth Nieto del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, seccional Tolima, que grita que es de Derechos Humanos y la respuesta son tres disparos que le hacen casi a quemarropa, saliendo milagrosamente sana de la infame arremetida del Esmad. Otra compañera que viene colaborando en rescatar heridos también fue amenazada. Si un habitante dice: «Vamos a darle agua a algún campesino», inmediatamente amenaza la represión con judicializar a esa persona. Es una cosa supremamente delicada.

– Tengo entendido que un militar arrolló a una niña de 13 años. ¿Qué hay de cierto?

– No tengo conocimiento exacto de esos hechos. Sé que cuando el carro del militar arrolló a la niña, los campesinos fueron a prestarle los primeros auxilios, a recogerla pero los señores del Esmad empezaron a disparar gas lacrimógeno y bombas de aturdimiento desde el puente de la variante, al extremo que casi no es posible recogerla. La gente tuvo que arriesgarse y en medio de la humareda fue posible rescatarla para llevarla a un centro asistencial.

– ¿Qué más sucedió el sábado en el barrio Boquerón o en el transcurso de la semana que culmina?

– Debo agregar algo que se me había olvidado: Es una cosa muy importante. En ese momento que llegó el delegado de Bogotá a dar su informe, no teníamos cómo convocar a la gente. Dos señores vendedores de choco conos nos prestaron sus megáfonos para convocar a los campesinos. En ese momento apareció un helicóptero de la Policía, parece un zancudo, dio varias vueltas sobre nuestras cabezas y al momento se sintió un olor a formol, era un químico que nos tiraron desde este aparato de la Policía. Eso se ha presentado durante la semana en dos ocasiones, presentándose entre algunos campesinos dolor de cabeza y en otros, sueño.

– ¿Vieron ustedes en el helicóptero perfectamente los distintivos de la Policía Nacional?

– Sí, sí, perfectamente. Todos los presentes vieron el helicóptero con sus distintivos. Él bajó harto y nos rodeó varias veces y luego se fue. Ese químico es tenaz porque huele muy a feo, es un químico que le arde a uno las vistas, siente uno rasquiña en el cuerpo, es una cosa impresionante.

– ¿Qué hicieron los campesinos presentes ante esta criminal agresión?

– ¿Qué podían hacer? Nada. Pero tampoco se desmovilizaron. Aguantaron el fétido olor. Ni siquiera respetaron la presencia del secretario departamental de Gobierno. Atacaron de distintas formas.

– El coronel de la Policía, Fernando Murillo, ha dicho que no ha ordenado disparar gases desde el helicóptero, que personalmente él se ha movido en este aparato. ¿Qué opina usted?

– Bueno, casualmente, la primera vez yo me encontraba en la defensoría regional del pueblo con siete heridos, incluso yo personalmente fui herido. Estábamos contándole al defensor lo que nos había pasado, cuando llamaron para decir que estaban lanzando químicos desde el helicóptero, el defensor lo llamó y le dijo sobre la información de primera mano que tenía. La respuesta del coronel Fernando Murillo fue que eso era mentira, que él personalmente iba en el helicóptero. El sábado nos volvieron a echar químicos. Sin embargo, sigue olímpicamente negando.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments