jueves, abril 18, 2024
InicioOpiniónEditorialEn memoria de Camilo

En memoria de Camilo

Antes de ingresar a la guerrilla, donde murió en su primer combate, Camilo persiguió sus ideales por la vía pacífica y buscó la unidad entre una izquierda ya fragmentada. Pero durante esos años, en pleno Frente Nacional, las vías legales eran imposibles para un proyecto alternativo al de la élite

camilo torres

Andrés Felipe Manosalva Correa

Camilo Torres Restrepo antes que guerrillero, fue sacerdote, profesor, investigador y luchador social. A pesar de la negativa de su madre, dejó su vida cómoda para ordenarse sacerdote con la idea de que en la Iglesia Católica podía ayudar a los más necesitados. Estudió sociología en la Universidad Católica de Lovaina, al regresar al país fue uno de los precursores de esta disciplina fundando junto con Orlando Fals Borda la primera facultad de sociología en Latinoamérica. No era un profesor cualquiera, evitó quedarse en las cuatro paredes de un salón de clase, y en cambio, llevó a sus estudiantes a que conocieran de primera mano la situación crítica de muchos colombianos.

Antes de ingresar a la guerrilla, donde murió en su primer combate, Camilo persiguió sus ideales por la vía pacífica y buscó la unidad entre una izquierda ya fragmentada. Pero durante esos años, en pleno Frente Nacional, las vías legales eran imposibles para un proyecto alternativo al de la élite liberal-conservadora (que hoy aun gobierna). Por eso, después de mucho pensarlo decidió ingresar a la lucha armada, faceta de pocos meses, pero por lo cual desafortunadamente es más recordado.

Por eso es injusto e incoherente simplificar la vida de Camilo a su faceta de guerrillero “asesino”, como lo quiere hacer ver la senadora uribista María Fernanda Cabal, con su etiqueta en twitter #CamiloesMuerte. Injusto porque su labor mayoritariamente fue dentro de las vías pacíficas y dirigida a los sectores más vulnerables de la sociedad colombiana, en un país que se mantenía en un ciclo de violencia y desplazamiento forzado generado sobre todo por su élite político-económica. Y es incoherente porque si de hablar de violentos se trata, el sector que representa la senadora, no tiene reparos en recordar y reivindicar personajes que son mucho más responsables de la violencia en nuestro país y que, a diferencia de Camilo, no usaron las armas con fines utópicos, sino con fines egoístas como el acaparamiento de tierras (solo para dar un ejemplo).

Por último, la izquierda hoy debe recordar a Camilo, pues, como él muy bien lo decía, hoy son más las cosas que nos unen que las que nos diferencian, pues la lucha por un país más justo y en paz, menos desigual y corrupto, es larga… «comencemos ya».

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments