sábado, abril 20, 2024
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En La Habana llegó el momento de la verdad

Se está avanzando bastante y a un ritmo deseable, pero la mayor agilidad dependerá del Gobierno Nacional, de su voluntad política y de cambio, de las reformas profundas que abran el camino a la paz estable y duradera.

El jefe negociador del Gobierno nacional Humberto De la Calle, Fodolfo Benitez, representante del gobierno cubano y el jefe de la delegación de las FARC-EP, Iván Marquéz.
El jefe negociador del Gobierno nacional Humberto De la Calle, Fodolfo Benitez, representante del gobierno cubano y el jefe de la delegación de las FARC-EP, Iván Marquéz.

Hernando López

El 4 de septiembre de 2012, hace tres años, se instaló la mesa de conversaciones de paz entre el Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC-EP, en Oslo, capital del reino de Noruega. El discurso de Iván Márquez, jefe de la delegación insurgente, no agradó al Gobierno ni al establecimiento colombiano. La “gran prensa” lo descalificó por radical, “lo mismo de siempre”, dijeron los sabios de los grandes medios de comunicación. Pero no dijeron nada del insulso discurso de Humberto de la Calle, lleno de lugares comunes y como si el Estado no tuviera que ver con las graves causas del conflicto. Para De la Calle, como para la oligarquía colombiana, todo el aporte debe darlo la guerrilla. Para ellos el diálogo es una dádiva que les ofrece el gobierno de Santos.

En sana lógica, en este semanario advertimos en la instalación, que el tiempo sería largo de manera irremediable, porque los debates lo son también sobre los temas planteados en el Acuerdo de La Habana. Son problemas complejos, difíciles y contradictorios, que no harán el acuerdo final, aunque con la voluntad de ambas partes será posible.

De esta manera fluyó el diálogo con acuerdos parciales sobre los temas agrario, político y drogas ilícitas, así como el acuerdo trascendental sobre el tema de la justicia y la verdad a la que tanto temen algunos sectores del poder y ex mandatarios incursos en delitos de lesa humanidad. El más nervioso es el actual senador Álvaro Uribe Vélez quien revela miedo porque pueda ir a la cárcel, pero en realidad lo que se espera de este individuo es que cuente la verdad de los secretos criminales de la Casa de Nari.

Es evidente que existen dos enfoques sobre los temas de la justicia y la verdad y, en general acerca de la solución definitiva para la paz estable y duradera. Y eso debe tenerlo en cuenta la oligarquía, son dos partes las que están en la mesa y los acuerdos se dan por consenso. Con el acuerdo de justicia, se dio un salto adelante hasta el punto de no retorno, pero la respuesta gubernamental es torpe. Aseguran que quedaron detalles por elaborar y ahora quieren reformar lo acordado, cuando las FARC-EP han dicho con claridad que se pueden desarrollar los elementos allí contenidos, pero reformar nada porque son acuerdos de la mesa.

Decir la verdad

“‘La verdad os hará libres’, es el sello indeleble para una sociedad que debe anteponer la verdad por encima de cualquier consideración en momentos en que el arco toral del sistema de justicia acordado son las víctimas que esperan conocer la verdad, toda la verdad, y la aceptación de la responsabilidad de parte de quienes la relaten y asuman. Para esto se requiere valentía, honestidad y disposición para reconstruir el tejido social. De la mentira no nace la justicia, mucho menos la reparación, ni la no repetición. Altas dosis de carácter se necesitan para pararse ante el pueblo y el mundo y decir la verdad después de sesenta años de conflicto interno en el que no se dio un vencedor ni un vencido, pero que dejó, sí, tendidos en el suelo patrio cientos de miles de muertos y miles y miles de víctimas”, dijeron los guerrilleros.

Es el momento de la verdad, dicen las víctimas, cerradas a cualquier burla al acuerdo sobre justicia. Sobre todo cuando están saliendo libres varios jefes paramilitares, que tienen deudas enormes con la verdad, la justicia y la reparación. Por ejemplo, “Julián Bolívar”, desde hace pocos días en libertad, tiene que hablar –porque se ha negado- sobre los “doce apóstoles” que asesoraban a los paramilitares en las masacres y crímenes que debían perpetrar. Otros lo han hecho y vinculan a Santiago Uribe Vélez y a José Miguel Narváez el mismo que regentaba una cátedra paramilitar, que matar comunistas no era delito.

La verdad es la base del funcionamiento del Tribunal Supremo de Paz, estará asesorado de la Comisión de la Verdad y de los textos sobre historia del conflicto, presentados por reconocidos académicos sobre el origen de la violencia. Hay mucho que discutir y analizar para llegar a los acuerdos concretos. El espacio que abarca el Tribunal es total, no hay excepciones y eso es lo que preocupa a ciertos sectores de la oligarquía colombiana que creen el mismo debe reducirse a la insurgencia.

Más propuestas

Pasado el acuerdo sobre justicia las FARC-EP siguen de manera activa presentando propuestas concretas, hecho que contrasta con la actitud pasiva y contestataria de la delegación gubernamental.

De entrada hizo diez propuestas, conocidas 5, para construir la paz:

1. Formulación y fundamentos normativos del “Plan Nacional para el fin del conflicto, la reconciliación y la construcción de la paz – PLANPAZ”.

2. Componentes básicos y programas y proyectos del PLANPAZ.

3. Plan financiero y plan plurianual de inversiones del PLANPAZ.

4. Conformación de la Comisión Nacional del Plan (CONAPLAN).

5. Compromiso de acciones reparadoras de las FARC-EP a través del PLANPAZ.

Faltan cinco que están en elaboración. Los anteriores están desarrollados con varios ítems en el Comunicado de la Delegación de Paz de las FARC-EP en que se hace la propuesta.

Pero las FARC-EP no se ha quedado ahí. Lograron un importante acuerdo sobre los desaparecidos, que es una modalidad criminal que involucra a la Fuerza Pública y al paramilitarismo. Será mucho lo que tienen que revelar y reconocer, sobre todo entregar fosas comunes.

En la noche del sábado 17 de octubre, dice el comunicado, los representantes de los países garantes Cuba y Noruega anunciaron que el gobierno colombiano y las FARC-EP llegaron a un acuerdo sobre medidas inmediatas para la búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos de personas dadas por desaparecidas durante el conflicto armado. El jefe de la Delegación de Paz de las FARC-EP, Iván Márquez, hizo unos breves comentarios sobre el acuerdo. Destacó, entre otros, que tanto el gobierno como la insurgencia trabajarán en función de acelerar el trabajo para ubicar, identificar y entregar los restos de las víctimas, con el apoyo de la Cruz Roja. Enfatizó además en la fuerte participación de las víctimas en las diferentes entidades que se van a crear para aportar a este fin. Los comunicados los pueden encontrar en la página www.pazfarc-ep.org.

Se está avanzando bastante y a un ritmo deseable, pero la mayor agilidad dependerá del Gobierno Nacional, de su voluntad política y de cambio, de las reformas profundas que abran el camino a la paz estable y duradera.

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