Redacción juvenil
En las últimas semanas se han observado expresiones de la lucha social en Cúcuta, Soacha, Neiva y Boyacá, que interpelan y manifiestan su rechazo a la visita de Uribe y los candidatos del Centro Democrático, con arengas como “¡Fuera de Boyacá con sus TLC!”, “¡Dónde están sus amigos Uribe, sino en la cárcel!”, “¡Uribe paraco, el pueblo esta verraco!”, ”¡Sí a la vida, sí a la paz, no al servicio militar!”, “¡No más falsos positivos!”.
Estas expresiones son la manifestación creciente de que la población especialmente juvenil interviene de forma cada vez más directa y sin mediaciones en su realidad, pues son la acumulación del cansancio con la violencia e injusticia social que ha tenido que soportar el país.
En el caso de Soacha, madres y jóvenes indignados lanzaron tomates a Uribe ya que durante su mandato se determinó la política de ejecuciones extrajudiciales contra el propio derecho a ser joven, que justificaban como bajas guerrilleras en combate.
En Boyacá se visibilizaron los campesinos que planteaban con energía cómo su administración estuvo bañada de sangre por una venganza personal contra las guerrillas, cómo vendió al país a Estados Unidos y Europa, cómo olvidó al campesinado favoreciendo a una exclusiva clase de amigos adinerados con Agro Ingreso Seguro, en detrimento de la democratización de la tierra, y además puso en evidencia el rechazo de Uribe a la paz y sus constantes ataques contra los diálogos de paz en La Habana llevados a cabo por el Gobierno Nacional y la FARC-EP.
En Neiva y Cúcuta jóvenes de múltiples expresiones sociales manifestaron con alegría y energía su descontento con la llegada del ex presidente, por lo que a su criterio es una página oscura en la historia de la ciudad, pues como en muchas regiones del país se impuso el miedo a la eliminación física, a la desaparición, al reclutamiento forzado en el servicio militar obligatorio y el desolador panorama de la juventud frente a las posibilidades de trabajo digno, a las posibilidades de disfrutar el derecho a la salud sin acaparadores de recursos públicos y, por supuesto, a las posibilidades de disfrutar de una educación donde no prime el mercado sino una educación para una nueva sociedad, lo que al final de cuentas ha sido la aspiración de fondo de las luchas expresadas en el movimiento estudiantil liderado por la MANE.
Gabriel Jiménez, líder juvenil en Cúcuta, respondió a la Redacción Juvenil de VOZ la razón para protestar contra Uribe: “Porque consideramos que es la representación de un régimen que se mantiene violento, que sobrepone los negocios a los seres humanos y la comunidad, porque como jóvenes reclamamos oportunidades para construir proyectos para hacer realidad nuestros sueños, lejos del silbar de las balas y, por supuesto, porque no queremos ser ni víctimas, ni victimarios”.
La salida a los problemas sentidos de los jóvenes, dice Gabriel Jiménez, es el precario acceso a una educación pública de calidad, de derecho al trabajo, a la salud, a que se nos respete nuestra vida y no se nos estigmatice por el mero hecho de ser jóvenes. “Y construirla significa, como lo dijo Jaime Garzón: si ustedes los jóvenes no asumen la conducción de su propio país, nadie va a venir a salvárselos, nadie”, dijo.
En suma, la situación actual se enmarca en un alto espíritu de inconformidad con manifestaciones de desacuerdo con Santos y Uribe, por lo que la tarea de la juventud es transformar esta ola en un gran frente de luchas, diversidades, multiplicidad de formas de acción política, alrededor de la lucha por la democracia, las libertades y la paz con justicia social; de lo cual hoy la candidatura de Aída Avella a la Presidencia por la Unión Patriótica, las candidaturas a Cámara regionales por la UP y la candidatura al Senado de Carlos Lozano por la Alianza Verde Nº 38 son el estandarte de estas singularidades y luchas que se entre mezclan para potenciar un frente amplio para una nueva mayoría de los intereses más sentidos de la población y los derechos de la juventud.
