viernes, marzo 29, 2024
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Elecciones en Cartagena: La tula elige

El nivel de pobreza es del 36% y por el POT es hoy un instrumento de corrupción

De izquierda a derecha: Wilson Borja, María del Socorro Bustamante, Dionisio Vélez y Miguel Navas. Foto: José Luis Querubín
De izquierda a derecha: Wilson Borja, María del Socorro Bustamante, Dionisio Vélez y Miguel Navas. Foto: José Luis Querubín

Libardo Muñoz

Las elecciones atípicas en Cartagena, programadas para el 14 de julio de 2013 por el fallecimiento del titular de la Alcaldía Mayor, Campo Elías Terán, dieron lugar a un bochornoso espectáculo de políticos que una vez más demuestran su condición de oportunistas sin principios, estimulados por la gula presupuestal que los tiene enloquecidos.

Hoy más que nunca se palpa entre la politiquería parroquial de Cartagena una pérdida de principios ideológicos, pues candidatos rechazados en un partido cambian de un lado a otro, en la búsqueda desesperada de un aval.

Conservadores de la ultraderecha del estrato seis amanecieron liberales de la noche a la mañana y algunos a quienes se tenía por liberales buscaron el amparo de ONG proyectadas hacia el discurso de la cuestión afrodescendiente.

Analistas como el escritor y periodista Óscar Collazos opinan: “No se hace un verdadero proyecto de ciudad con una colcha de retazos, cosida y remendada a último momento, lo que se constituye es una empresa electoral con socios temporales”.

“Lo que viene en los 30 meses siguientes no es poco. Es mucho: se discutirá y aprobará el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), se tendrá que definir quién se queda con el multimillonario contrato de los articulados de Transcaribe; si no lo aplazan una vez más, se tendrá que poner a andar el plan maestro de drenajes pluviales y se formalizará un nuevo contrato de aseo”.

“En el 2014 vendrán elecciones para Presidencia y Congreso. Las alcaldías se convierten en caja mayor o menor de los aspirantes, pues deben ofrecer puestos y órdenes de prestación de servicios, todo aquello que alimenta la maquinaria clientelista. Para eso se hacen las alianzas”, señala Collazos.

La mayor parte de los candidatos a la alcaldía de Cartagena, al momento de inscribirse, usaron bandas, gaitas y gran estrépito, con borrachos y ron repartido en los barrios empobrecidos, y están ligados a un sistema neoliberal que tiene a esta ciudad postrada.

Se prevé una gran abstención para el proceso que se avecina y algunos ciudadanos mayores afirman que quien resulte elegido alcalde en este momento no obtendrá más de 60 mil votos, pues se observa mucho desgano en la ciudadanía. El dinero o “la tula”, como descaradamente llaman a la compra de votos, será un factor determinante

Voladores, bulla, pitos y matracas usados por la politiquería corrupta de Cartagena no pasan de ser un espectáculo de la pintoresca urbana para la turbamulta despolitizada que se lleva al estómago un día las migajas de refrigerios y alcohol financiados por empresarios asesinos del chance y el narcotráfico regional. De tal forma que se oculta la falta de propuestas para sacar a Cartagena del hambre, la miseria, el desempleo, el pandillismo, la falta de salud pública, a lo que se agrega ahora una tasa aterradora de homicidios y presencia paramilitar.

El nivel de pobreza de Cartagena es de 36%, el Plan de Ordenamiento Territorial es hoy un instrumento más de la corrupción de grupos manejadores del mercado inmobiliario, pero de eso no hablan los candidatos disfrazados de salvadores de la ciudad.

Están inscritos en calidad de candidatos a la Alcaldía de Cartagena María Del Socorro Bustamante, Dionisio Vélez, Miguel Navas Meisel, Wilson Borja y Mercedes Maturana.

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