viernes, marzo 29, 2024
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El tabaco sigue siendo rentable

La crisis del tabaco no es tal, es simplemente un movimiento telúrico, que sacrifica, por vía de la inversión en más capital constante en detrimento del capital variable. Es lo que se conoce en economía política, como cambios en la Composición de la Composición Orgánica del Capital

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Nelson Fajardo

La campaña mundial contra el consumo del cigarrillo ha surtido y sigue surtiendo sus efectos positivos en beneficio de la salud de los humanos; sin embargo, esto no significa la crisis final de su producción y su consumo. Todo lo contrario, las prohibiciones emanadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en lugar de estimular la crisis final, estimula junto con el contrabando, que tiene capturado el 14% del mercado mundial, o, 2.5 billones de cigarrillos equivalentes a US$160 millones , y, la publicidad de los medios de comunicación, un tipo de demanda restringida que contiene altas dosis de ansiedad, categoría del psicoanálisis, que sirve para potenciar la demanda restringida y con ella el consumo basado en una necesidad falsa.

Vista la cuestión desde la óptica de la oferta, un obrero del tabaco, de origen colombiano, produce 31.200 cigarrillos hora hombre, lo cual significa un volumen de producción lo suficientemente alto, para inundar el globo terráqueo.

Con esa productividad, según los expertos, la planta de Bosa- Bogotá, llamada British American Tobacco Colombia S.A.S.; llamada así para identificar las 180 subsidiarias que posee por todo el mundo[1. Carta de Felipe Álvarez Echeverri, abogado de la empresa, dirigida a la directora territorial de Bogotá del Min trabajo. No. 7011-146564. fecha: 14 de septiembre de 2014.], produce el 33 por ciento estándar, por debajo de las S.A.S. de Chile y México, cuyas productividades llegan a 94.600 cigarrillos hora hombre.

Frente a ésta situación, el Grupo BAT, de carácter administrativo decidió en reunión de junta de agosto 14 de 2014, liquidar la S.A.S. Bogotá, con ella sus trabajadores, y trasladar el capital constante hacia otro territorio, sin la autorización de Min Trabajo. Igualmente, se hará una inversión de 7 millones de dólares, para renovar la escala de producción, sostener y ampliar el volumen de ganancias logradas en Colombia.

Estos resultados, de lado de los trabajadores, empleados y obreros de la producción, significan más desempleo. Para el caso del momento, BAT solicita el despido de 25 trabajadores; luego de despedir el 60 por ciento de la planta de operadores, lo que redujo el total de 1.100 a 660.

Despues de esta masacre laboral, despidieron en septiembre de 2014 otros 60 trabajadores, y hoy van por otros 25 trabajadores. Es decir la táctica del despido consiste en empezar con un volumen alto de despidos (60%) del personal, luego selectivamente, 60 trabajadores, principalmente productivos y ahora el Grupo BAT y el apoderado de la British PCL, hacen la solicitud de despido colectivo por cierre definitivo (radicado el 14 de agosto de 2014) de la planta ubicada en Bosa de la empresa British American Tobacco Colombia, SAS sobre 25 trabajadores en cargos, discriminados así:

– 8 operarios de procesos
– 4 almacenistas
– 6 técnicos operarios de procesos
– 2 ayudantes de proceso
– 1 auxiliar de servicios generales
– 1 técnico de servicios
– 1 técnico de mantenimiento y operario de proceso
– 1 IT Services Analyst for Operation
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– Total: 25 Trabajadores

Si tratamos minuciosamente el asunto, comprobamos que la destrucción se inicia por las áreas de la producción, y luego, reducen el sentido capitalista del trabajo a movernos en el área de las ventas, los servicios y el consumo. Con esas transformaciones hay que fortalecer la fábrica con una inversión de 7 millones de USD; proceso que ya se está desarrollando.

En conclusión, la crisis del tabaco no es tal, es simplemente un movimiento telúrico, que sacrifica, por vía de la inversión en más capital constante en detrimento del capital variable. Es lo que se conoce en economía política, como cambios en la Composición de la Composición Orgánica del Capital, desplazándolo a espacios más productivos y rentables, que aseguren mayores volúmenes de ganancia y rebasen los 3.400 millones de dólares anuales de utilidades que deja la subsidiaria de Bosa-Bogotá.

Es conocido que la producción de tabaco y cigarrillo está sometida a una serie muy fuerte de medidas y restricciones, para limitar su producción, su venta y su consumo; pero no podemos negar que su consumo sea frenado; para evitar que aumente el cáncer y sus enfermedades derivadas; pero eso no implica dejar sin trabajo a millones de familias en el mundo.

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