jueves, abril 18, 2024
InicioEdición impresaEl pensamiento político y económico de Gaitán

El pensamiento político y económico de Gaitán

José Ramón Llanos

Jorge Eliécer Gaitán fue el político de ideología más avanzada dentro del liberalismo colombiano de la primera mitad del siglo XX. Dadas las circunstancias, el grado de desarrollo económico, social y político que presentaba el país en los años en que vivió el líder liberal, el contenido de su discurso y las propuestas que presentara al parlamento, tenían ciertas falencias, analizadas desde la perspectiva actual.

Jorge Eliecer Gaitán 2_opt

Ténganse en cuenta también que, si bien Gaitán no fue un marxista, tenía un cabal conocimiento de esa ideología, más no siempre se identificó con algunas categorías de la economía política elaboradas por Carlos Marx. Lógicamente es probable que el jefe liberal considerara como negativo para sus objetivos de lucha aparecer plenamente identificado con la ideología de los comunistas.

No está de más reconocer que los problemas internos que afectaban a la dirección del PCC antes del Quinto Congreso incidieron negativamente en las relaciones con Jorge Eliécer Gaitán. Por supuesto, esta complicación no contribuyó a una comunicación más fluida y armónica, con lo cual se dificultó una mayor identificación del apóstol sacrificado con el marxismo.

La aplicación de categorías marxistas

Sin embargo, el interés de Gaitán por el estudio de los problemas sociales del país era de tal índole que se pertrechó de algunos conceptos marxistas. Por ejemplo, utilizó la noción leninista de descomposición del campesinado: “La pequeña propiedad va desapareciendo, y, como es lógico, la gran propiedad se ensancha… Por eso la mayoría de los hombres en los pueblos agrícolas se convierten en asalariados”.

El contenido gaitanista de la categoría capital tampoco difiere mucho de la concepción marxista: “El capitalismo, afirma, es la concentración de los capitales, socialmente producidos, para el provecho individual de quienes controlan el trabajo de los demás. Es una forma de riqueza nacida de determinada manera de explotación del trabajo. El trabajo se hace esclavo del capital”. (Gaitán. Antología de su pensamiento social y económico. Ediciones Suramérica. Bogotá. 1968).

El pensamiento político-económico

En esta fecha en que campesinos, trabajadores, intelectuales, mujeres y hombres jóvenes se movilizan para expresar, una vez más el repudio al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, consideramos necesario publicar el ideario del líder popular para demostrar la actualidad y vigencia de su pensamiento y su lucha. Hemos seleccionado la valoración gaitanista sobre el imperialismo, el capital, la oligarquía, las clases sociales, la unidad del pueblo, entre otras cuestiones sobre las cuales encontramos referencias en sus discursos y en sus textos políticos.

Si bien es cierto que Gaitán define de manera sui generis el socialismo, no hay dudas que algunos elementos sobre su concepción socialista difieren poco de la concepción socialista del PCC. En cambio, las críticas contra el imperialismo y en pro de la soberanía y la recuperación de los recursos naturales nuestros, no difieren en nada de los planteamientos de los comunistas colombianos.

Encontramos la misma identidad en cuanto se refiere a la caracterización de la oligarquía, la solución al problema del latifundio y las tierras ociosas. El lector tendrá la oportunidad de valorar el pensamiento político y económico de Jorge Eliécer Gaitán, así como su vigencia, al leer esta selección de textos del colombiano inmortal.

Contra la seudodemocracia y la oligarquía

“Democracia. ¿Pero cuál? …la democracia que tenemos ahora es la de la mentira y el engaño. ¿Acaso no es negación de la democracia la práctica de los hombres que dicen representarla y que se sientan en el Senado o en la Cámara de Representantes y, a pesar de que han sido elegidos en la farsa electoral, luchan y votan precisamente contra los anhelos de la multitud?”.

“No es a la democracia a la que puedan achacarse los fracasos, es a la falsificación de la democracia. No es a la democracia a la que se le puede sindicar de incapacidad para manejar el mundo, es a las despreciables oligarquías…”.

“Cuando en un país la política llega a extremos tales, de espaldas a los intereses de la nacionalidad podemos, afirmar sin vacilaciones que se ha implantado el régimen oligárquico… Oligarquía es la concentración del poder total en un pequeño grupo que labora para sus propios intereses, a espaldas del resto de la comunidad”.

“La oligarquía piensa en función de mecánica electoral. Nosotros pensamos en función de agricultura, de sanidad, de trabajo de organización, de dignidad humana, de soberanía nacional”.

Sobre las clases sociales

“…en Colombia hay dos clases: una que es detentadora de los medios sociales de producción, que no hace producir directamente, sino por el trabajo de otros, y que goza de todas las prebendas que otorgan la propiedad de esos elementos, es decir, la clase capitalista. Y otra que no posee esos medios sociales de producción, que siempre se hallará sometida, por grandes que sean sus esfuerzos, a la condición de asalariada, y que siendo mayor su trabajo recibirá menos en recompensa, es decir, la clase proletaria”.

“Cuando los trabajadores sean en realidad una gran organización de clase, independiente de las perniciosas influencias politiqueras y electorales, podrán influir decisivamente en la vida nacional, y para ello tiene que hacerse una política propia, de la clase trabajadora”.

“…ayer como hoy la bala de los fusiles oficiales actúa contra la masa, contra el pueblo trabajador liberal o conservador, y en defensa de los intereses de los explotadores capitalistas y latifundistas, ya se llamen liberales o conservadores”.

Sobre el problema de la tierra

“Yo reitero mi constante afirmación de que no hay otra solución al problema de la tierra, valerosamente contemplado dicho programa, que la expropiación sin indemnización de todas las tierras que no se cultiven, para entregarlas gratuitamente a quienes si las cultiven”

Con esta transcripción parcial del ideario de Gaitán, se puede deducir qué clase social y qué partido político necesariamente podrían estar interesados en la desaparición física del conductor liberal. Igualmente entenderíamos la reacción huracanada del pueblo ante el asesinato del prohombre, pero en cambio pudiéramos permanecer perplejos ante la pregunta: ¿Por qué no triunfó la gran revuelta popular?

Consideramos que es coherente y de gran validez la respuesta dada por el analista y dirigente comunista Gilberto Vieira a ese interrogante. Él precisa: “Anticipémonos a reafirmar que si las masas populares no pudieron ir más lejos fue porque no encontraron la orientación y la organización necesarias por la debilidad del destacamento de vanguardia del proletariado: el partido comunista” (Gilberto Vieira. Dos enfoques marxistas. Bogotá 1973.).

Solo se puede añadir que la relativa naturaleza caudillista de Gaitán no propició la organización y consolidación de un partido revolucionario con una dirección colectiva que hubiera logrado orientar a las masas durante la reacción popular y aún después de ser ahogada cruentamente la poderosa revuelta.

La toma de Bogotá este 9 de abril, no solo reivindica la vida y la gesta gaitanista, sino que además notifica a la extrema derecha que ahora el pueblo esta más organizado y dispuesto a librar en mejores condiciones la batalla por las reformas políticas y sociales que han sido diferidas tanto tiempo por la represión al pueblo desorganizado y manipulado ideológicamente.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments