viernes, abril 19, 2024
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“El Partido Comunista nos vio nacer y allá tendremos que volver”

La unidad de los comunistas y el reto de hacer política en un nuevo escenario marcan los derroteros para el nuevo ejército político que se reunió en el Yarí en su X Conferencia.

Andrés París.
Andrés París.

Hernán Camacho
@camachohernan

El comandante Andrés París ingresó a la insurgencia a inicios de la década de los ochenta, fue director de la escuela de cuadros nacional de esa guerrilla en pleno proceso de paz de La Uribe, negociador temático en el Caguán y delegado de paz en La Habana. Es combatiente del frente Héroes del Yarí, resistió en los mismos territorios donde se realizó la Conferencia el plan militar Patriota que pretendida exterminar a esa guerrilla. A una semana de terminada la Conferencia más importante para la guerrilla fariana, París reflexiona para VOZ la hoja de ruta que viene para esa guerrilla.

–¿Se cumplió la tarea de la solución política al conflicto?

–La consigna de la solución política al conflicto nace con las FARC en Marquetalia y con el programa agrario que le dieron vida a la lucha guerrillera. Y fueron las armas las que defendieron al pueblo y presionaron la salida política a un conflicto con raíces sociales. Pero también el Partido Comunista Colombiano ha impulsado desde su XIII Congreso mayor contenido a la solución política hasta llegar a los acuerdos de La Habana.

La solución política triunfa a pesar de la necedad de acabar con los cincuenta guerrilleros en Marquetalia pasando por la más grande arremetida militar que se conozca contra algún movimiento guerrillero en el mundo con el Plan Colombia y la “seguridad democrática” y queriendo aniquilar la lucha social y popular del pueblo colombiano. Pero llega la paz y la esperanza de los colombianos.

–Después de la declaración final de la X Conferencia, las FARC dejan las armas. ¿Qué sigue en el camino de la política?

–En el desarrollo de los debates de la Conferencia se ha planteado la necesidad de aprovechar estos espacios que se abrieron con el acuerdo de participación política para que unos cuadros de las FARC lleguen al Congreso de la República y otros espacios de participación. No hemos destacado nombres pero sí requerimientos morales y éticos para ocupar esos cargos de representación.

Esos requerimientos deben estar signados al nuevo partido político o movimiento que saldrá de los acuerdos: alta moral, alta ética, cero corrupción, cero burocratismo, acercamiento total a las necesidades del pueblo colombiano como una nueva forma de hacer política. Queremos marcar diferencia a los partidos tradicionales. Y viendo los debates encontramos con agrado que hay cientos de voceros que representan las necesidades del pueblo colombiano.

Política sin armas

–Usted hizo política con la JUCO y el PCC, luego se vincula a las FARC y ahora vuelve a la política sin armas. ¿Cómo analiza eso?

–Mi vida política empezó en la Juventud Comunista Colombiana y he ido dando pasos, parafraseando al Che Guevara, hasta ser guerrillero como el peldaño más importante para mí, pero volver a la política es volver como cuando arrancamos en la guerrilla: aprender de alta moral, alta ética y una fe profunda por la victoria. La lucha armada la vimos siempre como un medio para llegar a la lucha política con los mismos ideales pero en condiciones diferentes. Los años han trascurrido y muchos de nosotros hemos acumulado experiencia: analizamos con mayor objetividad, más realismo y esperamos que todo eso garantice los objetivos trazados por el nuevo movimiento.

–¿La X Conferencia demostró que no hubo derrota militar?

–Los voceros del Gobierno insisten en evaluarnos a partir de una derrota militar, nos hacen pensar que no han cambiado el chip de la guerra. Decimos que los acuerdos de La Habana deben convertirse en la nueva tecnología psíquica. Y eso también deberían hacerlo los medios de comunicación y periodistas, quienes deben entender que los acuerdos de La Habana nos ponen como partes iguales, entre partes que reconocen que no hubo victoria, ni vencedores ni vencidos. Es obvio que se mantendrá la matriz mediática de que nos derrotaron, pero es evidente que eso no es cierto.

Los retos

–Esas mismas voces insisten en una inminente derrota electoral.

–No va a ser una batalla fácil por los votos, la guerra fue muy dolorosa, nadie cree que será fácil ganar votos, ganar las masas y las organizaciones sociales. No creemos que vamos a hacer política en una nube rosada porque vamos a hacer política en Colombia y no en Suiza. Tenemos claras las limitaciones del acuerdo: no hay cambios estructurales, no hay desmonte del paramilitarismo. Pero con todo y eso, marchamos con la frente en alto, sin la ingenuidad de antes y con la experiencia acumulada con la que estamos convencidos que saldremos avante en las batallas políticas que se avecinan.

–¿Cómo se afrontarán esas batallas en el escenario electoral?

–Se dimensionan dos rieles: la elaboración del Partido y la creación de una propuesta de frente político amplio. En ambos hemos dicho que el Partido que surja debe respetar y dar continuidad a los valores estratégicos que nos han caracterizado. Es el Partido Comunista Colombiano el que nos vio nacer y allá tendremos que volver, surgirá un periodo de tránsito para la unidad de los comunistas y de ahí una propuesta de convergencia social que rompa con esquemas, dogmatismos vicios de la izquierda y por el contrario que sea amplia e innovadora de frente ampliado, porque sin eso todo lo de La Habana habrá fracasado. Así como hicimos un ejército en armas estoy seguro vamos a hacer un ejército político.

–¿Cómo se dará la materialización de la perspectiva de género en lo que sigue para las FARC?

–Ese tema ocupa espacio importante y lo que nos corresponde es abrir el espacio de la participación de la mujer en cada una de las propuestas que echamos a andar. El reto es pasar de la teoría a la práctica y darle lo que les corresponde en términos de participación a la mujer hasta llegar a que ellas ocupen los cargos de dirección en nuestras organizaciones sociales y partidarias.

–¿Cuál será el papel de los medios para la construcción de paz?

–Esperamos contar con la experiencia de todos los medios de prensa alternativos y periodistas comprometidos con su ejercicio para echar adelante los compromisos firmados en el acuerdo sobre la construcción de la paz. Si no hay medios de comunicación no se hace política de verdad. Hoy una de las esencias del concepto de democracia que se aspira a conseguir es facilitando la comunicación masiva de nuestras ideas.

La dirigencia fariana

–¿Qué significan Manuel Maru­landa, Alfonso Cano y Timoleón Jiménez, los máximos dirigentes de las FARC?

–De Manuel Marulanda, es la grandeza concentrada en una semilla, Al­fon­so Cano lo resalto por su ejemplo de convicción ideológica y capacidad para hacer un híbrido entre la lucha campesina con la revolución colombiana, y de Timoleón Jiménez destaco su modestia, sencillez y espíritu de dirección colectiva.

–¿Qué significa para usted la JUCO?

–Después de este largo periodo de lucha, la experiencia en la JUCO es la más linda porque es allí donde se forman las convicciones, es el crisol de las ideas, es el mejor forjador de revolucionarios. Ojalá me reciban como militante.

–El semanario VOZ.

–Es para todos los farianos, que en su mayoría han pasado por las filas del Partido, lo que alimenta la convicción ideológica desde nuestros primeros años de vida militante y hoy sigue siéndolo.

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