jueves, marzo 28, 2024
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El Foro de las Víctimas

La real intención de los militares en retiro y de la extrema derecha, en la cual está incorporado el procurador Ordóñez, es abortar los diálogos de paz. Patear la mesa de La Habana. Aprovechan la hostilidad de los grandes medios de comunicación y las vacilaciones del presidente Santos.

Foro de victimas

Editorial del Semanario VOZ

El Foro Nacional de Víctimas, con la participación de 1.500 delegados de numerosas organizaciones nacionales y regionales, fue un éxito a pesar de los intentos por sabotearlo de sectores guerreristas y extremoderechistas y de las evidentes debilidades de los organizadores que querían encenderle una vela a Dios y otra al diablo.

Fue un acierto de la mesa de La Habana, regido por diez postulados, consignados en el comunicado conjunto suscrito por las delegaciones de las FARC-EP y el Gobierno Nacional.

Sin embargo, desde el anuncio de la realización de los foros regionales y del Foro Nacional, comenzó el forcejeo con los voceros de los militares en retiro, reconocidos militantes uribistas, que pretenden la exclusividad de ser las únicas víctimas, desconociendo el Derecho Internacional Humanitario que establece el principio de distinción entre combatientes y no combatientes, y estos en tanto que fuerza armada en el conflicto pierden tal calidad. Los retenidos en combate son prisioneros de guerra.

En la preparación, Acore, la organización de oficiales en retiro, con el apoyo de la extrema derecha, se dedicó a descalificar el Foro, a denominarlo inútil y a desconocer la necesidad de los diálogos de La Habana. En el fondo, lo último es el centro del debate. El general Mendieta de la Policía llegó a señalar al Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional y a las Naciones Unidas de estar siendo manipulados por la guerrilla. La presión le sirvió a Mendieta pues fue invitado al Foro con todos los “honores” y hasta hizo parte de la mesa directiva. Se le olvidó todo lo que había dicho en contra de la importante reunión de las víctimas y de sus organizadores.

El inicio del Foro Nacional fue tenso. Entre las llamadas víctimas de la guerrilla no había unidad, pues algunos soldados gritaban que los del “estrato uno” también son víctimas; como también era evidente el contrapunteo con las víctimas del Estado que querían ser excluidas. Las intervenciones del defensor del Pueblo, Luis Armando Otálora, y del delegado del Procurador General de la Nación, funestas por cierto, desconocieron a las víctimas de Estado y con desparpajo dijeron que las únicas eran los miembros de la Fuerza Pública. ¡Semejantes representantes de “la sociedad civil”!

Y como si fuera poco estuvo Hervyn Hoyos, ¿víctima de qué?, individuo estrafalario y extraño, vestido todo de negro y acompañado de personas agresivas y groseras, para incitar a las “víctimas de la guerrilla”. A la sombra apareció un tal Eduardo Romano, neonazi y de un grupo fascista, Tercera Fuerza, que quiso crear hechos violentos para impedir el normal desarrollo del Foro.

La real intención de los militares en retiro y de la extrema derecha, en la cual está incorporado el procurador Ordóñez, es abortar los diálogos de paz. Patear la mesa de La Habana. Aprovechan la hostilidad de los grandes medios de comunicación y las vacilaciones del presidente Santos. El debate de si los militares son víctimas es el pretexto.

Habrá que ver qué dicen del pronunciamiento de las FARC-EP: “Pero si el gobierno pretende que se escuche a sus militares y policías, debe tener plena disposición a que se escuchen también los combatientes guerrilleros, e incluso los representantes de aquellos que, como el comandante Alfonso Cano, fueron asesinados, convirtiéndose también en víctimas del conflicto”. De esta manera, la parte guerrillera se muestra más abierta a buscar soluciones de todo el universo de los que se llaman víctimas.

El debate continúa abierto, ahora en dirección a los delegados de la víctimas, 60 en total, que irán a La Habana. Como también para recoger las propuestas e iniciativas que son muchas de los participantes en el Foro. Bien recibido el documento del Partido Comunista Colombiano, que formula propuestas orientadas a fortalecer la democracia y a garantizar que hechos crueles y terroristas, patrocinados desde el Estado, no tengan repetición.

La mayoría de los delegados, incluyendo numerosas “víctimas de la guerrilla”, se pronunciaron en favor de los diálogos de La Habana, de la tregua y el cese de fuegos bilaterales.

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