jueves, marzo 28, 2024
InicioEdición impresaEducación nocturna: Se cierran las puertas

Educación nocturna: Se cierran las puertas

La formación del joven y el adulto, que se ofrece en las noches y fines de semana, exige un mayor compromiso y responsabilidad del Estado

La educación nocturna está por debajo de las necesidades del país.
La educación nocturna está por debajo de las necesidades del país.

Luz Mireya Gallo

Hablar de la educación del adulto es tan antiguo como la aparición del hombre y la necesidad de educarse, nos dice la profesora Aura Paulina Velázquez, defensora de la educación nocturna para las personas menos favorecidas. Ella habló con VOZ sobre las desconocidas y diversas problemáticas que afronta la educación nocturna.

–¿En qué momento aparece la educación primaria y secundaria en la noche en Colombia?

–En Colombia la educación del adulto aparece en 1903, cuando el ministro de entonces, Antonio José Uribe, promulgó la ley 39, denominada Ley Orgánica de Instrucción Pública, que buscaba organizar en el país la educación que diera respuesta a las múltiples necesidades que tenía Colombia como consecuencia de la Guerra de los Mil Días, la pérdida de Panamá y el malestar, la violencia, inseguridad, el dolor, la enfermedad y pobreza que estos hechos históricos habían generado. La educación nocturna es y será la segunda oportunidad que tiene toda persona a terminar un bachillerato y salir de la pobreza.

–¿Qué resultados trajo la ley 39?

–A raíz de esta norma surgen instituciones donde se formaban los trabajadores, artesanos, en un horario nocturno, algunas por cuenta del Estado y otras por las comunidades religiosas. Entre los años 1950 y 1970 la violencia que se produjo en la provincia trajo gran cantidad de campesinos a la ciudad, aumentando la población joven entre 15 y 25 años, quienes comenzaron a demandar educación para poder hacerle frente al mundo laboral de la capital. Las personas del campo llegaron aquí sin saber leer ni escribir, y para sobrevivir era necesario obtener unos mínimos de conocimiento, que la educación nocturna ofrecía al trabajador, a la madre adolescente que se retiró del colegio por la crianza de su hijo, del desmovilizado y la población reinsertada.

–¿Con cuántos colegios inicia el proceso de alfabetización en la noche?

–Para iniciar se abrieron 268 cursos de primero bachillerato, con 30 rectores, 402 profesores y 30 secretarias para atender una población de aproximadamente 10 mil estudiantes de ambos sexos que oscilaban, en su mayoría, entre 13 y 20 años de edad. En estas instituciones se adoptó una intensidad de 30 horas semanales de 45 minutos cada una y un descanso de 15 minutos. Las horas restantes se cursaban los sábados.

–¿Qué problemáticas tienen los maestros?

–Para 1985 funcionaban 39 colegios de educación nocturna con el bachillerato completo y debidamente aprobadas con un personal de 39 rectores, 60 coordinadores, 42 orientadores, 642 maestros y un gran total de 26.062 estudiantes. Cosa muy diferente al día de hoy que no existen garantías para ofrecer una educación de calidad, según el último estudio de la Secretaría de Educación. Los colegios privados duplican a los oficiales, ofreciendo títulos falsos, ya que en muchos planteles brindan opciones de terminar el bachiller en un año.

Actualmente tenemos 433 maestros de planta y 404 maestros por horas están trabajando en los colegios nocturnos; a comparación de hace 30 años hemos disminuido 209 maestros, lo que dificulta obtener un proceso continuo. Por otro lado la totalidad de maestros de planta está a punto de pensionarse y por cada maestro retirado contratan dos o tres de pago por horas cátedra.

–¿Cuáles son las debilidades del sistema de educación que afronta la jornada nocturna?

–La llegada de la ley 715 y uno de sus decretos reglamentarios han colocado la educación nocturna en aprietos al tener que asumir una legislación que fue pensada para las jornadas diurnas y, al aplicarla a la educación de jóvenes y adultos en la jornada nocturna, produce vacíos y contradicciones jurídicas, generando conflictos al interior de las comunidades.

Según el Ministerio de Educación Nacional, la educación formal debe ajustarse a la nueva legislación, pero hay incongruencias no aclaradas ni por el Ministerio, ni por las autoridades a quienes compete hacer cumplir la norma. Por ejemplo, cómo cumplir una jornada de seis horas con alumnos, cuando la jornada nocturna inicia a las 6:30 pm porque los alumnos no pueden llegar antes, tampoco podrían ir hasta las 12:30 am por la escasez de transporte en este horario y lo peligroso de la movilidad de los alumnos a esa hora.

–Hay al menos dos millones de personas que no saben leer ni escribir. ¿Cuál es la importancia que tiene la educación nocturna de primaria y secundaria, donde hay?

–Sería justo y equitativo que a la educación de jóvenes y adultos brindada en la jornada nocturna y fines de semana se le concediera la importancia que de por sí tiene y más en el momento histórico que vive Colombia. Se requieren espacios de formación para la paz, la conciliación y el progreso, especialmente para aquellos colombianos quienes no tuvieron la oportunidad de ejercer el derecho a la educación, cuando según la ley, debieron hacerlo hasta los 15 años, porque sus condiciones familiares, de salud, la distancia, situaciones económicas y otras, no les permitió.

–¿De qué forma el Estado no se ha hecho responsable? ¿Cuáles son los inconvenientes jurídicos-legales que afronta la educación nocturna?

–El artículo 67 de la Constitución de 1991 dice: “El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco hasta los quince años de edad y que comprenderá, como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica”. Este artículo de la Constitución del 91 afectó totalmente el proceso de educación, le cerró las puertas a aquellas personas que deseaban superarse y mejorar las condiciones en que se encontraban.

La educación de jóvenes y adultos inicia a los 13 años en básica primaria y a los 15 años en bachillerato. Bajo este artículo constitucional se está excluyendo del derecho a la educación a la población más desfavorecida y vulnerable, dejándola sin presupuesto para poderse educar.

–¿Hay algún trato diferencial que provee la Secretaria de Educación a los estudiantes de la mañana y de la noche?

–Los niños y jóvenes que estudian en el día cuentan durante todo el año escolar con sus maestros de planta, directores de grupo, orientación, refrigerio, restaurante escolar, servicio de secretaría, biblioteca y presupuesto para las actividades pedagógicas, mientras que los jóvenes y adultos de la jornada de la noche no.

–¿La calidad académica en qué se ve afectada?

–Si no hay educadores de manera permanente durante todo el año, no puede haber calidad porque no hay con quién planear, programar, ejecutar, evaluar y, lo más importante, realizar planes de mejora.

Es claro que la educación es una herramienta poderosa en las manos de los Estados para la construcción de proyectos nacionales, el establecimiento de un orden social y que depende de éstos asegurar el éxito y control del proceso social.

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments