El ingeniero y camarada José Nelson Tovar Rojas nos dio la satisfacción de ser no solamente el primer alcalde comunista, recordando también a Josué Cavanzo allá en Cimitarra, sino también un hombre con unos resultados de pulcritud y de muchas obras en su municipio.
Nelson Lombana Silva
En un hecho histórico de supremo compromiso revolucionario y expresión clara de la solidaridad comunista, ayer visitó en el hogar geriátrico La Casona de la ciudad de Ibagué el camarada Francisco Barreto al primer alcalde comunista que tuvo Colombia, José Nelson Tovar Rojas.
Al caer la tarde, se produjo el emocionante encuentro, encuentro en el cual los dos dirigentes comunistas intercambiaron opiniones y sobre todo recordaron los duros momentos del brutal genocidio del Partido Comunista y la Unión Patriótica, en el marco de los distintos planes diseñados por el imperialismo norteamericano y la burguesía liberal-conservadora.
Visiblemente emocionado por el frugal pero hermoso encuentro, el camarada Francisco Barreto, conocido cariñosamente como Pachito, dijo que el Partido Comunista estaba en mora de dimensionar la obra de José Nelson, inventariarla como ejemplo para las presentes y futuras generaciones.
El camarada Francisco Barreto también habló de la paz y de los diálogos que se adelantan en La Habana (Cuba), afirmando que el país está hastiado de tanta guerra. Se declaró optimista de una paz duradera, aunque fue enfático en decir que con esa paz no llegarían los cambios que urge el país nacional, esos cambios se darán con la unidad y la movilización popular y callejera del pueblo colombiano debidamente organizado y politizado.
Hablando para las páginas web www.pacocol.org y www.semanariovoz.com, dijo:
—Ha tenido la deferencia de venir de Neiva (Huila) hasta Ibagué (Tolima) a visitar al primer alcalde comunista que tuvo Colombia. ¿Qué lo anima, camarada Francisco Barreto?
—El significado es la satisfacción de poder venir a desarrollar la solidaridad que es uno de los principios “sagrados” de nuestra militancia comunista y de nuestro Partido, sobre todo en un hombre de las dimensiones y de las características del ingeniero y camarada José Nelson Tovar Rojas que, como usted lo decía, nos dio la satisfacción de ser no solamente el primer alcalde comunista, recordando también a José Cavanzo allá en Cimitarra, sino también un hombre con unos resultados de pulcritud y de muchas obras en su municipio.
Creo, como tolimense que desarrollé mucha de mi vida en Ibagué, soy testigo de la labor social inmensa que desarrolló Nelson y, por supuesto, los riesgos y las amenazas que en los días aciagos del exterminio de la UP le significaron a Nelson. Con los otros militantes del Partido Comunista aquí en el Tolima tuvimos que estar muchas veces, ayudándolo y protegiéndolo del acecho del enemigo que constantemente vivían asediándolo.
—¿Cómo llegó usted a conocer al camarada José Nelson Tovar Rojas?
—A José Nelson Tovar lo conocí a través de la militancia comunista, cuando nosotros, en desarrollo de las actividades del Partido, pues hacíamos giras hacia Ortega, Chaparral y por supuesto hacia Coyaima. Siempre tuvimos la casa hospitalaria y acogedora de Nelson, no solamente como militante, sino como el ingeniero agrónomo que era requerido por toda la comunidad. Posteriormente, cuando en el ejercicio de su alcaldía, pues también lo visitábamos con mucha frecuencia.
—¿Cómo analiza usted su gestión como alcalde y como militante comunista?
—Yo creo que la gestión de Nelson Tovar como alcalde comunista todavía no ha sido suficientemente dimensionada por nuestro Partido, para que sirva de ejemplo ahora que estamos en el renacimiento de la Unión Patriótica, para que sirva de ejemplo para tantos que seguramente en la geografía nacional estarán aspirando a cargos con mucha legitimidad para que el ejemplo de Nelson Tovar sirva de referente en cada uno de los cargos en los que compañeros nuestros resulten elegidos.
Gracias por la pregunta. El partido debiera dimensionar con más energía lo que fueron las dos alcaldías: una por nombramiento y la otra por elección, se debieran de dimensionar, de analizar, inventariar en Coyaima, todo lo que fue la obra de gobierno de Nelson para que el país y la militancia en particular la conozca y sea un referente para nuestros gobernantes y nuestros elegidos que resulten en próximas elecciones.
—Usted recorrió las calles de Ibagué, los caminos del Tolima hace muchos años. ¿Cómo fue esa relación política con el compañero José Nelson Tovar Rojas?
—Ocurre que el compañero Nelson Tovar, pues se desarrollaba, propiamente sus actividades allá en su municipio de Coyaima, y nosotros, pues, acá en Ibagué donde eso nos exigía estar en diferentes partes y le recuerdo, pues, que eran los momentos tan terribles del genocidio de la UP que nos exigía estar en muchas partes. Pero, igual, siempre fue una relación fraterna, camaraderil, solidaria, hospitalaria.
Con él hicimos campaña, compartimos muchos momentos por la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, nos acompañó en varios escenarios, inclusive, con el general José Joaquín Matallana, que fue candidato, con Aída Avella, con el artista Jorge Emilio Salazar, que fue también nuestro candidato a la Asamblea Nacional Constituyente y en la compañía esclarecedora y grata de nuestro compañero que hoy está postrado en esta enfermedad y en esta cama.
—Usted fue un gestor de paz en el Tolima. ¿Qué piensa del proceso de paz que se viene desarrollando actualmente?
—Nelson, los que hemos padecido esta ya larguísima época de violencia, que no hemos conocido época de paz, pensamos que es un clamor de todos los seres pensantes y conscientes que habitamos este país. Quien esté por la guerra definitivamente es apátrida, no quiere a este país. Sabemos que hay muchos intereses que abogan por la guerra porque han vivido siempre de ella, porque de ella hacen un gran negocio, como es Rito Alejo del Río, como es el sobrino de él, ese coronel que atraparon, ese otro que está sentenciado por la muerte de ese israelí, como ese otro sinvergüenza que acaba de ser capturado y que está involucrado en la muerte de Jaime Garzón.
Entonces, en esos antecedentes de padecer la guerra, yo soy un esperanzado de que este proceso de paz, definitivamente, va a tener una llegada a buen puerto. Pero eso no quiere decir que se van a acabar las desigualdades, porque esas nos toca seguirlas empujando a nosotros los sectores sociales y los partidos políticos progresistas con la lucha social en la calle para que el señor Santos y los sectores de la burguesía que piensan que la paz se hace solamente con unas firmas y se les olvida que la paz es sobre todo con reformas y con justicia social.
