Los consejos comunitarios del Bajo Atrato hacen un llamado al Estado ante el desplazamiento forzado que se viene desarrollando desde el viernes 25 de septiembre.
La comisión de veeduría al cese unilateral al fuego había elevado el 8 de septiembre una alerta sobre las denuncias que los consejos comunitarios hicieron sobre los riesgos que corrían, especialmente en Riosucio (Chocó), ante la creciente presencia paramilitar.
A la fecha, dichos grupos paramilitares han venido incrementando su presencia en territorios aledaños al río Truandó, generando un desplazamiento de las comunidades de Clavellino, Truandó Medio, Pavas, El Limón, Quiparadó, El Grito, Río Ciego, Villa Hermosa, Platanillo, Taparal, Marcial, Playa Blanca y Jagual, quienes en grupos se desplazan hacia la cabecera municipal de Riosucio. Este fenómeno va en aumento.
Las comunidades alertan de sobrevuelos de helicópteros y avionetas que generan tensión, y piden la desmilitarización de sus territorios para permitirles seguir construyendo sus planes de vida colectivos.
Frente a este hecho se han tomado medidas urgentes:
—Hacer un llamado al CICR, la ONU, Unasur y las Iglesias para que atiendan los requerimientos humanitarios de estas poblaciones y verifiquen lo advertido.
—La Comisión de Verificación al Cese Unilateral realizará una acción de verificación y acompañamiento.
—Varias organizaciones acompañarán a la población y con ellas abrirán la discusión sobre la mejor ruta para proteger la vida de las comunidades desplazadas.
