El embajador cubano, Jorge Iván Mora Godoy terminó su misión en Bogotá y viajó de regreso a su patria. Con motivo del relevo diplomático, fue objeto de innumerables muestras de solidaridad y afecto por parte de organizaciones sociales y políticas
La dirección nacional del Partido Comunista Colombiano, la redacción de VOZ y un conjunto de organizaciones sociales y políticas de la capital de la República, promovieron diversos encuentros y actos de despedida al embajador de la república de Cuba, Jorge Iván Mora Godoy, quien inició su labor diplomática en Colombia el 10 de enero de 2010 y concluyó el pasado sábado 3 de octubre.
Uno de los más significativos encuentros con el diplomático se realizó el pasado 25 de septiembre en la sede norte de la Asociación Distrital de Educadores, ADE, promovido por el Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba, que agrupa a casas de solidaridad con la revolución cubana en diversas ciudades del país. Luz Marina Carrillo, a nombre de esta organización, entregó un pergamino, que exalta la fecunda labor del embajador saliente.
El poeta José Luis Díaz Granados fue oferente del acto de la ADE y dijo que “la revolución cubana es el acto de amor más grande que ha tenido la humanidad”, al destacar los gestos de solidaridad, que en medio de las penurias del bloqueo económico, ha tenido el gobierno de la Isla con prácticamente todos los pueblos de la tierra.
Dijo Díaz Granados que en medio de un tumulto de emociones, sentidas al despedir a un embajador amigo, que hizo mucho por el proceso de paz en Colombia, no podía dejar de anotar que para la humanidad progresista del mundo es un privilegio que Fidel esté vivo, hombre de unas dimensiones gigantescas que ha sido visitado por tres papas.
Señaló el poeta que ante los retos que para la revolución cubana supone el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y el probable levantamiento del embargo, tiene la certeza de que la revolución no va a cambiar de rumbo, que Fidel no va a morir nunca, porque ya alcanzó un sitial de inmortalidad en la historia y reiteró su idea de que “la revolución cubana es una revolución de amor”.
Por su parte el embajador Mora Godoy agradeció los gestos de cariño hacia su trabajo. Recordó que apenas llegó a Bogotá, una de las primeras cosas que hizo fue visitar el barrio Policarpa, donde hay un monumento a José Martí. Frente a diversas preguntas expresadas por los asistentes, relacionadas con el futuro de la isla en la nueva coyuntura histórica, Mora dijo que la revolución no va a repetir escenarios pasados.
Si los Estados Unidos mantienen su condición intervencionista, hegemonista, los cubanos “tenemos nuestros genes socialistas” y “no vamos a dar un paso atrás, ni para coger impulso”. Recordó que su gobierno es consciente del momento histórico que vive Colombia y que el énfasis ahora apunta a una aceleración del proceso de negociaciones, a incorporar a ellas al ELN, para que concluyan ambos procesos en una verdadera paz democrática.
Al día siguiente del acto en la ADE se realizó un almuerzo con la dirección nacional del Partido Comunista y al medio día del jueves 25, la redacción del semanario VOZ ofreció un almuerzo de despedida al diplomático.
