viernes, abril 19, 2024
InicioPaísBogotáCuidado de menores es responsabilidad de todos

Cuidado de menores es responsabilidad de todos

La falta de atención oportuna en los hospitales y la negligencia de las EPS son factores que ponen en riesgo la vida de los niños y las niñas en Bogotá. Pero también la falta de cuidado de la propia familia, maltrato intrafamiliar, desnutrición, abandono y pobreza. Estado y familias deben garantizar protección

Redacción Bogotá

Desde el año pasado y en lo que lleva de este, los casos de muerte de niños y niñas por deficiente o nula atención médica en la capital de la república han sido noticia. Esta situación deja entrever las falencias del actual sistema de salud en todo el país en el que se le da prioridad al dinero y no a los seres humanos. Sin embargo este no es el único problema que se constituye como vulneración a los derechos de los menores de edad.

En febrero de este año, Daryan Fernando Sánchez Hernández, un bebé de 13 meses de edad, falleció al cuidado del Instituto de Bienestar Familiar del Centro Zonal de Ciudad Bolívar. Inicialmente se dijo que la causa de la muerte fue una falla cardiorrespiratoria. Los padres de los niños eran adictos, según informó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Por ello estaban definiendo la custodia entre alguna de las abuelas. Es decir, separaron al menor de la familia por riesgo, pero luego de tres días de estar en manos del ICBF, falleció. Funcionarios del ICBF dijeron que habían llevado al niño al Hospital de la Misericordia luego de verlo morado.

En abril de este año la Secretaría Distrital de Salud y la Personería iniciaron la investigación por la muerte de dos bebés en el Hospital de Bosa. Uno de los casos fue el de la niña de seis meses Keily Julieth Cruz, quien falleció de un paro cardiorrespiratorio. La madre denunció negligencia por parte de la EPS Humana Vivir, a la que estaba afiliada la menor, ya que ésta no había pagado. Horas más tarde dieron un cupo en el hospital de Kennedy, pero cuando la ambulancia llegó, la niña ya había muerto. Días después otro bebé de la misma edad llegó sin signos vitales, según la gerencia del Hospital de Bosa.

Paula Sofía Lesmes, de nueve meses de edad, y Jonathan Steven Monrroy, de 18 meses de nacido, fueron otros de los muchos menores que mueren en Bogotá por falta de atención oportuna y digna.

Paula Sofía falleció al parecer por la negligencia de la EPS SolSalud ya que no se le prestó la atención médica necesaria y Jonathan a causa del mal servicio del Hospital San Rafael, según su familia. Este pequeño fue internado en dicho hospital el pasado viernes 26 de abril por dolores abdominales.

La versión de familiares del menor sostiene que en el Hospital San Rafael había solo practicantes y que solo 12 horas después fue atendido por un especialista, quien se percató de que el menor tenía apendicitis. Luego de ser atendido fue dado de alta y un día después Jonathan presentó síntomas de infección, motivo por el cual lo llevaron a la Clínica Nicolás de Federmán. Allí los médicos detectaron que el pequeño había adquirido una bacteria en el Hospital San Rafael que le causó una neumonía que en un día acabó con su vida.

El año pasado también falleció la niña Ana María Forero de once meses de edad en la Clínica Cafam de Bogotá.

La escasez de camas en los centros hospitalarios, la ausencia de profesionales en pediatría o los pocos disponibles, el cierre de atención pediátrica en varias clínicas y el aumento de enfermedades respiratorias hacen que la situación de riesgo sea mayor para los niños. Sin embargo hay otro elemento que causa más muertes y es la falta de compasión.

La Red Pública de Hospitales del Distrito cuenta con 105 salas dedicadas exclusivamente para la atención de complicaciones respiratorias y tiene más de 2.500 camas pediátricas. Desafortunadamente las clínicas privadas han ido sacando las pediátricas, quizás porque no es negocio.

Como estas historias hay cientos en Bogotá, en donde desafortunadamente los protagonistas son los niños y las niñas. Sin embargo, y a pesar de que el sistema de salud en general es el causante de muchas de estas desgracias, existen otros factores que ponen a los menores en riego.

Maltrato infantil

Según el ICBF, los índices de maltrato infantil se siguen presentando en Bogotá. Diariamente un promedio de 45 casos de niños, niñas y adolescentes ingresan al ICBF por causa de maltrato. Durante el 2012, en tres de cada cuatro casos de violencia hacia los niños y las niñas reportados al ICBF, los agresores fueron familiares.

Entre enero de 2012 y enero de 2013, al Bienestar Familiar ingresaron 16.457 niños y niñas maltratados, a quienes hubo necesidad de abrirles procesos para el restablecimiento de sus derechos.

Bogotá registró el mayor índice de ingresos al sistema de restablecimiento de derechos de niños y niñas por maltrato con 18.475 casos, seguido por los departamentos de Valle del Cauca con 10.719; Antioquia 6.322; Nariño 3.398 y Caldas con 2.911 casos.

La Regional del ICBF en Bogotá reportó más de cinco mil denuncias de violencia en 2012; 4.289 por maltrato físico, 508 por maltrato psicológico, 462 contra niños discapacitados, 110 contra niños y niñas en estado de embarazo, 144 por tenencia irregular de niños y niñas y 265 referentes a trabajo infantil.

Cero tolerancia contra el castigo físico

El pasado 30 de abril La Secretaría Distrital de Salud realizó la jornada distrital de cero tolerancia frente al castigo físico, denigrante y humillante, denominada “Si corrigiéndome se te va la mano… no me dejas crecer sano”. En la jornada el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Violencia Intrafamiliar (Sivim) de la Secretaría Distrital de Salud, reportó para el 2012 18.160 casos de violencia y maltrato en niños, niñas y adolescentes menores de 18 años.

En menores de cinco años se registraron 6.905 casos; en niños y niñas de seis a 13 años hubo 6.560 y en adolescentes de 14 a 17 años se presentaron 4.695 casos.

El año anterior se realizaron 23.214 intervenciones a favor de la infancia y la adolescencia para la promoción de la salud mental y la prevención de violencia sexual, maltrato infantil, violencia intrafamiliar, conducta suicida y otras situaciones de riesgo para los niños, niñas y adolescentes.

De estas, el 83% fueron intervenciones directas con menores entre los 2 y 17 años de edad con quienes se realizaron procesos de acompañamiento psicológico, orientación y seguimiento.

Artículo anterior
Artículo siguiente
RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments