Las promesas gubernamentales con las que se impuso el Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos no se han cumplido, por lo contrario, hay una destrucción de la economía nacional, especialmente en el campo
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
El pasado 15 de mayo se cumplieron cuatro años de haber entrado en vigencia el Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos. Desde organizaciones gubernamentales y sociales se hacen diferentes balances.
Procolombia, firma encargada de la promoción de exportaciones no tradicionales, le dijo a la revista Dinero que gracias a este ha habido recuperación y posicionamiento de sectores importantes para el país que a su vez generan divisas y empleos.
Por su parte, la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, dijo al mismo medio de comunicación que desde 2012 hay un aumento de empresas no mineras exportadoras. En 2015, el número alcanzó las 2.113, el registro más alto de los últimos seis años. De ellas, 1.255 exportaron por primera vez hacia el mercado estadounidense luego del tratado. “Lo que se evidencia al analizar las cifras es que el 98% de las nuevas exportadoras son mipymes y de ellas, la mitad son microempresas”.
Según la edición dominical de El Espectador: “Después de cuatro años de entrada en vigencia del TLC, un total de 7.501 empresas colombianas han exportado a ese mercado, de las cuales 2.230 firmas lo hicieron por primera vez. De estas nuevas empresas, el 98,7% son mipymes y los que van viento en popa son productos como el limón Tahití, que aumentó sus exportaciones en 2.924%, la melaza en 334%, la grasa de cacao en 138%, productos de chocolatería en 120%, chocolates en 82%, el pescado enlatado en 65%, hierbas aromáticas en 59%”.
Pero para el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo: “Las cifras muestran que, contrario a lo dicho por los promotores del tratado, Colombia no ha aumentado sus exportaciones a Estados Unidos, todo lo contrario, se han reducido drásticamente al pasar de US$21.969 en 2011 a US$9.842 millones en 2015”. Además, afirmó que las exportaciones a Estados Unidos como porcentaje del total se han reducido del 38,6% en 2010 al 27,6% en 2015.
Algunos sectores
Por otra parte, hay informes que señalan que las importaciones de productos nuevos hacia EE.UU. representan apenas el 2% del total exportado por Colombia, en cambio las exportaciones globales a este país cayeron 55,1% en los últimos cuatro años.
Asimismo, en el sector agropecuario, según el vocero de Dignidad Agropecuaria, Óscar Gutiérrez, Colombia pasó de importar 400 mil toneladas de productos agrícolas en 1990, a 12 millones en 2015, y un millón de hectáreas de cultivos transitorios o los destinados a la dieta básica de los colombianos, lo que produjo la pérdida de 130 mil empleos. El sector agroindustrial perdió más de 64 millones de dólares en exportaciones.
Para Jorge Robledo, en materia agrícola la tendencia tampoco es favorable. Explica que Colombia está al borde de perder su superávit comercial agrícola con Estados Unidos por culpa del TLC al pasar de US$ 1.040 millones en 2012 a US$ 57 millones en 2015. Mientras las exportaciones a Estados Unidos solo aumentaron 16%, las importaciones crecieron 120%, -8 veces más-. Para el mismo periodo, todas las importaciones agropecuarias en volumen (toneladas) aumentaron. Maíz 1.762%, granos y piensos 515%, y arroz 239%, son los casos en donde más crecieron las compras.
En el sector manufacturero también hay resultados negativos. Angélica González de la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias, Acopi, comentó: “Tenemos una taza mayor de desempleo a la que teníamos antes de la suscripción del acuerdo. Hemos visto cómo productores de manufactura colombiana se han vuelto comercializadores de productos norteamericanos. Tenemos campesinos descalzos frente a gladiadores del siglo veintiuno”. Se han perdido 18 mil trabajos en este sector.
En video de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, se dice que en 2015 el sector de los servicios obtuvo ganancias por más de 13 billones de pesos, no obstante, no se vieron reflejados en empleo ni en calidad de vida, por lo contrario, hubo un incremento de la informalidad, especialmente en trabajos precarios, sin tecnología.
Inclusión para la paz
Pero no solo las cifras económicas que arroja el convenio han tenido seguimiento. En rueda de prensa Lisa Haaugard, representante de la organización Grupo de Trabajo para Asuntos Latinoamericanos, hizo un balance del proceso de paz. Reconoció que el 2015 fue el año de menor violencia política en décadas, sin embargo, desde cuando entró en vigor el TLC unos 99 defensores de derechos humanos fueron asesinados y las protestas sociales enfrentan un uso excesivo de la fuerza por parte del Esmad. Además, afirmó que los acuerdos de paz no se van a lograr hasta cuando los actores históricamente excluidos puedan participar activamente en la vida pública.
Aunque toda la política económica del actual Gobierno va en contravía de la construcción de paz, los tratados de libre comercio exigen una revisión. Al punto que es una de las salvedades de las negociaciones de paz entre la insurgencia de las FARC y el Gobierno Nacional, en La Habana, que aunque seguramente ya no se resolverá en la mesa sí queda planteada para resolver en un escenario como una asamblea nacional constituyente.
Por ahora, mientras estén en vigencia éste y otros tratados de libre comercio, seguirá la destrucción de la economía, especialmente la del agro colombiano, razón por la cual aumenta la cantidad de organizaciones que exigen su renegociación.
