jueves, marzo 28, 2024
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Crisis total en Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca

“El gobierno nos está desfinanciando, no tenemos espacios físicos y la solución es que la universidad se endeude”, dicen los estudiantes

Carolina Tejada

La Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (UCMC) es una institución pública de educación superior del orden nacional. Hace varios años la comunidad se ha venido movilizando en contra de los altos costos en las matrículas. La UCMC se encuentra dentro de las cinco universidades públicas más costosas del país. Pero, además, cuenta con una grave situación: no hay planta física suficiente ni adecuada para garantizar la calidad académica.

La universidad cuenta con un aproximado de seis mil estudiantes matriculados en las jornadas diurna y nocturna; una de ellas en Girardot y siete mas ubicadas en varias sedes en Bogotá, las cuales se distribuyen en casas, que la universidad ha alquilado o comprado para garantizar el espacio académico. La sede central, que históricamente ha estado al lado del Museo Nacional, se encuentra en reubicación.

Sin espacios físicos

El pasado jueves, estudiantes de la universidad, que vienen adelantando un proceso de asamblea desde el 18 de marzo, se comunicaron con el Semanario VOZ con el ánimo de denunciar la grave situación por la cual atraviesa el plantel. Ellos prefieren ocultar su identidad por la alta persecución que se evidencia.

“En este momento no contamos con un predio adecuado para la universidad, la comunidad está distribuida en casas que se han adecuado para dar clases. La sede central ya no es nuestra, el Museo Nacional ha alegado que los predios donde está ubicada son del Ministerio de Cultura. Por ello se inició un pleito legal”, dicen los estudiantes.

A cuatro años de ratificarse la entrega de los predios donde ha funcionado la universidad, ni la administración, ni el gobierno nacional han presentado soluciones que respondan a la demanda estudiantil y al desarrollo de un proceso académico de calidad: “El Gobierno Nacional le ha propuesto al Consejo Superior Universitario el traslado de la UCMC con unos CDT que posee la universidad, lo cual le permitiría tener una capacidad de endeudamiento con entidades financieras para la compra de predios y la construcción del mismo; la comunidad se niega rotundamente a este endeudamiento, los predios los debe garantizar el Gobierno Nacional”.

La desfinanciación de la universidad

El presupuesto por estudiante que le ingresa la UCMC dista mucho de otras universidades también de carácter nacional: “Mientras que a la Universidad Nacional le ingresa por ley el 10,5% de presupuesto semestral por estudiante, a muestra universidad le ingresa solo 2,5%”. Y afirma la líder: “La universidad carece de una administración, no se le exige al gobierno nacional la ampliación de su presupuesto y su aporte es insuficiente. La Universidad se está manteniendo gracias a los altos costos de las matrículas de los estudiantes, las cuales oscilan entre 620 mil y dos millones de pesos aproximadamente”, dicen estudiantes que se manifiestan en las afueras del Museo Nacional.

Por consiguiente, los estudiantes se han visto forzados a endeudarse con entidades financieras o, en el peor de los casos, a retirase de la Universidad. Afirman que “es inaudito que los jóvenes tengan que endeudarse para acceder a un derecho que debe ser garantizado por el Estado”.

La mala administración

Según denuncian los estudiantes, Carlos Alberto Corrales, rector de la UCMC, en su campaña para llegar a ese cargo, hizo algunos compromisos con los estudiantes, los cuales consistían en abrir escenarios de discusión para orientar conjuntamente la universidad. Sin embargo, alegan: “no se le ha visto y la universidad va de mal en peor”.

Según la Contraloría, que adelantó una revisión al cumplimiento en la ejecución de los recursos en la universidad: “El Proyecto Fortalecimiento del proceso misional de investigación de la UCMC, para la vigencia 2012, apropió recursos por valor de 520 millones de pesos, de los cuales ejecutó $337 millones de pesos que equivalen al 64,86%. El proyecto dejó un saldo sin ejecutar de $182 millones de pesos que corresponde al 35,14%”.

El informe también menciona: “Se estableció que la universidad apropió, para la vigencia 2012, recursos por $5.763,9 millones para inversión; verificada la ejecución de estos recursos, se observó que presentó una ejecución de $3.348,7 millones equivalente al 58,10%, lo cual evidencia la existencia de debilidades en la planeación y programación de los proyectos”.

La ausencia de un bienestar

Cuando se habla de crisis, los estudiantes afirman que esta se refleja en la mala administración y la poca inversión, por ejemplo en el área de bienestar. Afirman que “Nuestro bienestar en la universidad solo se encarga de velar por el acceso, continuidad y permanencia de los estudiantes en la universidad. Pero en la última etapa, son muchos los casos donde la reliquidación de matrícula es negada”.

Igualmente menciona que se creó una política de apoyo alimentario por medio de bonos: “Los bonos alimentarios son un fracaso porque por ejemplo, en una facultad de 300 personas se les garantiza el apoyo a tan solo ocho personas”.

Según nos cuentan, la inversión que se hace para el bienestar es del cuatro por ciento del presupuesto anual, “pero cuando el presupuesto no se ejecuta a tiempo y en actividades útiles para la comunidad, lo que hace la administración es sustentar el gasto con la compra de bonos Sodexo que se regalan en las semanas culturales, como ha sucedido en varias ocasiones”.

Las exigencias de la comunidad universitaria

En sus exigencias los estudiantes no solo exigen derechos para su gremio, también vienen exigiendo garantías laborales para los docentes y trabajadores, pues afirman que: “no son las más justas, situación que se ve reflejada en los despidos injustificados de algunos docentes o los malos tratos hacia los trabajadores”. Exigen la renuncia del “Capitán”, jefe de vigilancia, a quien denuncian por los atropellos cometidos contra los estudiantes y trabajadores.

El congelamiento de matrículas y un campus digno para la universidad hacen parte de sus mas fehacientes exigencias. “La financiación de la universidad debe ser por parte del Gobierno Nacional, con el propósito del cumplimiento del derecho a la educación, y para parar el endeudamiento y la deserción académica”.

Finalmente exigen: “Que se abra un escenario realmente democrático que garantice la participación de toda la comunidad universitaria, ya que no existe. Exigimos un espacio constituyente o un congreso, que garantice la participación de los estamentos en las decisiones de la universidad”, menciona la líder.

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