miércoles, abril 24, 2024
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Crisis en el suministro de energía

Tenemos un sistema de suministro de energía eléctrica completamente en manos del capital privado y regido por las leyes del mercado y la especulación. Hay unos agentes de este mercado que se han lucrado de él durante años, con la anuencia del Gobierno y su ministerio de Minas.

Manifestación por los malos servicios de Electricaribe.
Manifestación por los malos servicios de Electricaribe.

Nuevamente el modelo neoliberal implantado en Colombia se ensaña con los sectores populares colombianos y también con la industria nacional. Ya ha sido decretada una alza en las tarifas de energía eléctrica y esta vez la disculpa es el fenómeno del Niño que redujo las lluvias y bajó el nivel de los embalses.

El sistema de generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica en Colombia está regido por las fuerzas del mercado, a este proceso se le aplicó el modelo neoliberal con las leyes 142 y 143 de 1994 (Gobierno de César Gaviria después del apagón de 1992).

La explicación

Para enfrentar los racionamientos de energía causados por la reducción de las lluvias el Gobierno nacional a través de su ente regulador, la Comisión de regulación de energía y gas, CREG, incentivó al capital privado nacional y extranjero para que invirtiera en la construcción de centrales térmicas de generación de energía eléctrica, gas, carbón, combustibles líquidos que respaldarán el sistema.

Se creó un mecanismo para remunerar la inversión que funciona con base en las leyes de oferta y demanda, llamado el cargo por confiabilidad. Este cargo por confiabilidad ha sido pagado por todos los usuarios, residenciales, comerciales e industriales en las facturas de energía que se cancelan cada mes. Se les ha transferido US$1000 millones anuales durante nueve años.

Los precios de la energía eléctrica en la bolsa tienen un techo, valor máximo al que se puede tranzar la energía, que se denomina Precio de escasez, este valor se establece día a día y se calcula con base en el precio de un combustible liquido ofrecido en la Bolsa de Nueva York (la energía generada con este combustible sería en teoría la energía mas cara de producir).

Cuando por razón de la oferta y la demanda (falta de agua por el fenómeno del Niño, caso hoy) el precio en Bolsa llega hasta el valor de escasez, el operador del sistema llama a los generadores que tienen contratos con cargo por confiabilidad para que inyecten su energía al sistema a los precios pactados, como estos precios pactados son mas bajos que el precio de escasez, en teoría el precio final debería bajar y regularse.

Los generadores térmicos, que tienen contratos por cargo por confiabilidad y que llevan años recibiendo el pago, ofrecieron esta energía con base en el uso de gas como combustible conscientes de que el país no tiene suficiente gas para atender al mismo tiempo la industria, los vehículos, los hogares y la plantas de generación térmica, el Gobierno nacional sabe de esta situación hace muchos años y permitió estos contratos y los mantuvo.

Hoy cuando el operador del sistema llama a estos generadores responsables del cargo por confiabilidad a inyectar la energía que regule los precios, estos manifiestan que los costos de generación con combustible líquido son muy altos y que su situación financiera es insostenible. Ya dos generadoras térmicas cerraron: TermoValle en Yumbo y TermoCandelaria, en Cartagena

Conclusiones

Tenemos un sistema de suministro de energía eléctrica completamente en manos del capital privado y regido por las leyes del mercado y la especulación. Hay unos agentes de este mercado que se han lucrado de él durante años, con la anuencia del Gobierno y su ministerio de Minas. Hoy cuando el mercado les pide a estos agentes que respondan, salen a decir que no tienen con qué y que requieren ayuda del Gobierno. Se les ha transferido US$1000 millones anuales durante nueve años.

El Gobierno nacional es responsable de la crisis, permitió al capital lucrarse sabiendo que este no podría cumplir sus obligaciones. Esta crisis subirá las tarifas de energía eléctrica de los sectores más vulnerables de la población, pues este modelo neoliberal permite que se especule con sus tarifas, con gerentes de las comercializadoras sin control y sin responsabilidades.

Esta crisis afectará por igual a los comerciantes, pequeños y medianos industriales y paradójicamente a la gran industria nacional que tiene la energía eléctrica como un insumo en sus procesos. Se debe revisar este modelo perverso y establecer uno que garantice a los sectores más vulnerables de la población un mínimo vital de kw/h de energía eléctrica. El problema no es técnico, el problema es financiero y de protección del capital especulativo, se trata de socializar las pérdidas y de que los sectores populares carguen con el peso de la solución.

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