1. No se entiende como un gobierno aprueba la venta de una empresa estratégica para el Estado que está generando resultados económicos más que satisfactorios, para entregarla al manejo privado, cuando se sabe que la generación de energía de un país debe estar controlada por el Estado, pues se trata de un asunto de seguridad nacional. Revista Semana, edición No. 1633, pág. 58.
2. Según el ministro Cárdenas, una vez vendida Isagén, “seguirá prestando el mismo servicio, así cambie de accionistas”.
3. “La rentabilidad promedio del patrimonio de Isagen durante los últimos tres años fue del 13%. En 2012 obtuvo utilidades netas por $ 461.000 millones, de las cuales distribuyó entre sus accionistas 173.000 millones, por las inversiones que está adelantando, correspondiéndole al Gobierno $ 103.000 millones. Una vez culminada la nueva hidroeléctrica, aumentarán sus ingresos y con ello la rentabilidad efectiva del conjunto. Por eso, el precio mínimo puesto por el Gobierno es $ 2.800 por acción, cuando en bolsa ha estado en $2.500.” Salomón Kalmanovich, El Espectador, agosto 19 de 2013, pág. 30.
Comentario. ¿Será que la empresa privada dejará de percibir ganancias para transferirlas al Estado? Con estas afirmaciones el ministro ofende la inteligencia de los colombianos y deja en claro que su meta es vender Isagén ignorando argumentos técnicos y económicos muy bien sustentados.
