miércoles, abril 24, 2024

ChuzaDAS

ChuzaDAS
Ocho años de espionaje y barbarie
Julián F. Martínez
Prólogo Ramiro Bejarano
Ediciones B. 317 páginas

Chuzadas.

Julián F. Martínez, comunicador social y periodista, diplomado en “Gerencia Estratégica de la Comunicación y en “Herramientas Digitales para Periodismo de Investigación”, es el autor de una rigurosa investigación sobre el alcance de los “ocho años de espionaje y barbarie”, durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez a través de las chuzadas del DAS, uno de los actos más infames de un organismo de seguridad del Estado en Colombia en el marco de las concepciones antidemocráticas de la “seguridad nacional”. De la concepción del “enemigo interno” y del más ordinario y visceral anticomunismo desde las alturas del poder.

Ramiro Bejarano, destacado jurista y columnista de El Espectador, víctima de las chuzadas, comienza el prólogo con un párrafo directo y al meollo del asunto: Al terminar de leer la última página del muy documentado libro ‘Chuzadas: Ocho años de espionaje y barbarie’ del acucioso periodista Julián F. Martínez, en el ambiente queda la pregunta de cómo fue posible que en los albores del tercer milenio cuando la humanidad ha intentado superar los horrores y arbitrariedades de los déspotas, pudieran ocurrir en Colombia tantas cosas sucias, siniestras y criminales, como las que fueron capaces los agentes del gobierno de la ‘seguridad democrática’ presidido por Álvaro Uribe Vélez”.

En realidad, Bejarano tiene razón. La “Casa de Nari”, sede presidencial, fue convertida en un centro de delitos y las llamadas chuzadas fueron apenas una de las peores acciones degradantes de la cúpula del poder uribista. Pero hubo otras, como las irregularidades del referendo, conocida como la “yidispolítica”, entre otras.

Sin embargo la investigación de Martínez sacó a flote la peor de todas, evidente concierto para delinquir, que fue el espionaje, la persecución, las campañas de desprestigio, la hostilidad hacia los opositores del presidente Uribe o todos aquellos que no lo acompañaran en sus siniestras actividades. No se salvaron ni los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Martínez devela como fue el delito continuo, durante los ocho años de sus dos gobiernos, en que el DAS fue entregado al paramilitarismo, como está comprobado. En el libro, muy bien documentado, existen muchas pruebas, abundante material para llevar al banquillo de los acusados a Uribe Vélez y sus secuaces. “La ‘empresa criminal’ que se concibió desde el DAS durante los años de la seguridad democrática no es una fábula, sino una lacerante realidad… El autor logra demostrar que en esos años ni hubo seguridad, ni menos democracia”, dice Ramiro Bejarano.

Lo aterrador es que tantos delitos cometidos desde la casa presidencial, como lo demuestra Julián F. Martínez, estén en la más completa impunidad. Es posible por la precariedad de la democracia. Hasta ahora unos pocos están en la cárcel, pero pocos peces gordos. Otros, inclusive, para escarnio del Congreso de la República, están allí sentados pontificando como si fuera gente de bien.

C.A.L.G.

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