martes, abril 16, 2024
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Catástrofe ambiental en Casanare: ¿San Pedro, monocultivos o petroleras?

Calentamiento global, debilidad institucional, explotación petrolera, monocultivos y deforestación por parte de los mismos campesinos, son algunos de los factores que combinados explican la muerte de miles de especies por falta de agua

Juan Carlos Hurtado F.

Con dantescas imágenes emitidas en televisión los colombianos han visto morir y agonizar a más de 25 mil zorros, chigüiros, vacas, tortugas, babillas y otras especies de las sabanas de Paz de Ariporo, en Casanare.

Como es costumbre en estas situaciones se cruzan culpas y señalamientos, pero nadie asume responsabilidades. Al buscar las causas del problema se apunta a diversas explicaciones. Para la directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste, es la naturaleza misma la responsable del desastre; que aunque la actividad petrolera perfora y afecta el agua subterránea, no tiene relación con la actual sequía en ese departamento.

Según Corporinoquia el nivel de precipitación ha sido muy bajo, y los esteros y moriches no alcanzaron a hacer el debido reservorio de agua.

Óscar Vanegas, profesor de la facultad de petróleos de la Universidad Industrial de Santander, UIS, explica que el hidrodinamismo practicado por las petroleras es uno de los causantes de los problemas ambientales en los Llanos Orientales. “Se recargan de fuentes de agua en superficie para mantener una presión constante en los yacimientos: con el agravante de que las formaciones de crudo en los Llanos afloran en la Cordillera Oriental” (ver gráfico).

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, le ha concedido a las empresas que explotan petróleo permisos de captación de aguas que son utilizadas para reinyectarlas a los pozos y sostener la producción de crudo, a tal punto que en la explotación hay más volumen de agua que de petróleo.

Para el profesor de la UIS, en la medida que se encuentren más yacimientos petroleros en los Llanos Orientales, estos están condenados a convertirse en un desierto.

Los campesinos de esa región colombiana están acostumbrados a fuertes veranos en los que el ganado muere, pero en esta ocasión inició más temprano y ha sido más intenso. El departamento es muy extenso y los problemas ambientales de cada zona dentro del mismo pueden tener orígenes distintos. Es decir, puede haber una combinación de factores.

Otros factores

La región sufre un impacto por la deforestación en la cordillera, la producción petrolera y el calentamiento global, principalmente. Por esto, VOZ consultó a Enrique Galán, veterinario y zootecnista e investigador, miembro de la fundación Mata de Monte y conocedor de la problemática ambiental de Casanare, para que explique otros factores determinantes de la actual situación:

“Hay responsabilidad de los ganaderos que están tumbando la montaña para sembrar pastos a la orilla de los ríos; de las petroleras que han hecho sísmica y con eso se profundiza el agua. Pero igual hay otras condiciones del problema como la parte institucional. Muchos dicen que la culpa es del Ministerio, de Corporinoquia, porque esa institucionalidad es débil y todo el sistema nacional ambiental fue debilitado en buena medida desde al año 2002. Sumado a eso hay problemas de corrupción, no solo en el Ministerio y en la Corporación sino en la misma autoridad local de los municipios”.

El investigador habla también del impacto de las petroleras en el río Cusiana, donde están los pozos petroleros: “Han cogido las aguas superficiales del río para inyectarlas en los yacimientos, de manera que al meter agua le dan presión al pozo y cuando usted mezcla agua y aceite, este queda encima. Eso se podría comprobar con pruebas geológicas, testimonios de la gente.

“Al ir a las redes hídricas de la zona media del departamento, hacia la llanura se encuentra a la gente talando y metiendo bulldózeres, máquinas para acabar con los urales. Son promontorios, como montañitas de tierra, como pequeñas islas que sobresalen entre un gran charco de agua, es propio de humedales; los vienen drenando y luego los alisan para sembrar arroz, palma u otras especies. Esto daña los sistemas hídricos”.

Los nuevos llaneros

Otro de los problemas identificados es la compra de grandes extensiones de tierra por parte de gente que no conoce el Llano: los nuevos llaneros.

“Manejan los terrenos de la llanura inundable. Esta es nuestra gran laguna que está llena de agua ocho meses al año y en los veranos intensos se merma, la gran laguna se seca y afloran áreas que estaban tapadas, se secan algunos morichales; pero en general conservaba el agua, esto es distinto a la altillanura, entonces como la zona inundable no ha sido investigada lo que están haciendo es aplicándole la tecnología de la altillanura a la zona inundable. Llega gente que compra muchas tierras y empieza a hacer drenajes, a meter retros, a tratar de secar para hacer siembras de monocultivos sin entender que este sistema es distinto al de la margen derecha del departamento”.

La génesis del problema también se encuentra en las partes altas o en los nacimientos de las redes hídricas: los páramos en Boyacá y Cundinamarca. “Todas esas aguas que fluyen hacia la Orinoquia son afectadas por la siembra de papa, pasto, entre otros. En cada ecosistema hay un problema que empeora nuestro problema. Desde donde nacen las aguas hay problemas no solo de campesinos que tienen que vivir de eso o de sacar carbón en Pisba, por ejemplo. Pero la solución no es con Policía, sino con alternativas consultadas con ellos”.

Otro elemento a tener en cuenta es cómo los ganaderos utilizan los acuíferos. Con molinos de viento muchos llaneros extraen agua y la ponen en abrevaderos para el ganado. Cercan para no permitir el acceso al chigüiro porque este se mete al agua, la embarra y el ganado no la puede tomar. Esta y otras muchas especies son afectadas.

La crisis en todos lados está relacionada. Ligada con los cambios climáticos, y estos con el modo de producción y la forma como la humanidad ha usado los recursos. Las soluciones están tan lejos o cerca dependiendo de la consciencia que se haya adquirido, y tal vez por las sensibilidades que han despertado las imágenes de los animales que mueren en Casanare se está ante una gran oportunidad de buscar arreglos de fondo con la participación de todos: instituciones, campesinos, investigadores, empresarios y ONG, entre otros.

De todos depende que la miseria ambiental que ya se ve en los Llanos se repare y no se extienda por otras regiones; lo que en pocos años convertiría al país en un gran desierto.

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