jueves, marzo 28, 2024

Cartas

Los verdaderos victimarios

Se asombra uno de ver al procurador Ordóñez reclamar de las FARC-EP reparación para sus víctimas, mientras guardó silencio en lo referente a la reparación que debían hacer los paramilitares. Por cada delito de la guerrilla, son miles los delitos de los militares y paramilitares al servicio del Estado. Soy víctima directa de los ocho años de “la seguridad democrática” en el poder y soy víctima, junto con el pueblo antioqueño, chocoano y cordobés, de “la pacificación de Urabá” emprendida por el gobernador Uribe y su general Rito Alejo del Río.

Me tocó la guerra desatada en la comuna 13 y en toda la ciudad de Medellín durante los ocho años de la presidencia de Uribe, guerra que ya venía de tiempo atrás, solo que, siendo el Mesías del Ubérrimo presidente, tenía impunidad total y, en consecuencia, se podía desbordar como le diera la gana. Y así fue: Mientras el patán de Pastrana dialogaba con las FARC-EP. Uribe y los gringos para militarizaban el país y echaban a andar el Plan Colombia.

Plan Colombia donde queda en total evidencia la doble moral norteamericana, donde queda en evidencia su repugnante tibieza. Personajes como Mariano Ospina, Laureano Gómez, Turbay Ayala y Álvaro Uribe, entre otros, tardarían años contándonos sus fechorías y luego tardarían años contándonos las que han tapado. Betto Vélez (vía Internet).

AlvaroUribe

Inconsistencias y paz

Se hace inconsecuente y revanchista el no aceptar un modelo de paz que luego de dos años es positivo e irreversible. Tres puntos acordados: agrario, en política y drogas ilícitas. Participación directa de las víctimas, gran apoyo nacional e internacional, financiación del posconflicto a nivel global y numerosa intervención de guerrilleros demuestran la responsabilidad, buena voluntad y compromiso serio de las partes para firmar todo lo convenido y acabar un conflicto destructor. Las inconsistencias del ex presidente Uribe en medio del ánimo revanchista le hacen olvidar los intentos y beneficios que ofreció a los guerrilleros de las FARC y del ELN.

Aunque haya obstaculizadores a la paz, ésta será integral, es decir: para todos los colombianos. La verdad de todos los comprometidos es la esencia de la paz. Es hora de ir desescalando el conflicto. Del lado insurgente podrían realizar hechos que ganen opinión y credibilidad, los viajes de “Timochenco” y otros nos dicen claramente que el proceso va bien. Se necesita renovar el equipo, pues las discusiones en diferentes campos así lo requieren y les aumenta responsabilidad. La desinformación y los obstáculos interpuestos se solucionan con un mandato acorde a la situación, cumpliendo los compromisos adquiridos y realizando inversión social en los estratos vulnerables. Ómar León Muriel Arango (vía Internet).

Son lo mismo

La Unidad Nacional y el Centro Democrático son la misma porquería. Se pelean por la torta del poder. Cada uno lo quiere para beneficiarse de él. Son intereses particulares. Pero en los temas de fondo están de acuerdo. Está el ejemplo de la reforma de la salud, se pusieron rápido de acuerdo en beneficio del interés privado, del lucro particular en la explotación de la salud pública. Las contradicciones son adjetivas, priman los intereses de clase. Es lo que hay que tener en cuenta cuando tantas ilusiones despierta en algunos sectores el gobierno de Santos. María Bueno (vía Internet).

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