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Brasil 2014: Empieza la fiesta mundial

Con el partido Brasil-Croacia se dará apertura, este jueves, al Mundial de Fútbol. Colombia debuta el sábado ante Grecia

Copa del mundo 1

Camilo Rueda Navarro

Este jueves 12 de junio, en el estadio Arena Corinthians, o Itaquerao de Sao Paulo, se inaugurará la Copa Mundial de fútbol Brasil 2014.

Será la segunda ocasión que se celebre en Brasil, luego de que en 1950 se organizara el torneo en la tierra de la samba, en una edición ampliamente recordada porque al equipo anfitrión se le esfumó el título ante Uruguay en el increíble Maracanazo.

Además, es la primera copa que se juega en América Latina desde 1986. En esa oportunidad, la sede había sido otorgada a Colombia, pero el gobierno de Belisario Betancur renunció a la misma por la carencia de la infraestructura vial y deportiva que exigía la FIFA.

En el evento participarán 32 selecciones de los cinco continentes, organizados en ocho grupos de a cuatro escuadras. De la primera fase clasificarán los dos mejores de cada grupo, que disputarán los octavos de final, en partidos de eliminación directa hasta llegar a la final.

El camino de Colombia

El de Brasil será el quinto Mundial en el que participe Colombia, luego de sus actuaciones en Chile 62, Italia 90, USA 94 y Francia 98. Tras 16 años de ausencia, regresa al torneo por la puerta grande, como cabeza de grupo y clasificada entre las diez mejores selecciones del globo.

El equipo nacional, dirigido por el argentino Néstor Pékerman, inicia su participación el sábado 14 de junio en el estadio Mineirão de Belo Horizonte ante Grecia.

En su segunda salida, el 19 de junio, enfrentará en Brasilia a Costa de Marfil, que se perfila como el rival más duro del grupo, dado el nivel de su nómina, con estrellas del fútbol europeo como Yaya Toure (del Manchester City), Didier Drogba (del Galatasaray) y Gervinho (de la Roma).

El 24 de junio se disputará el tercer partido de la tricolor. El rival será Japón y el escenario el estadio Verdão de Cuiabá.

Colombia finalmente no podrá contar con su principal estrella, Radamel Falcao García, delantero del Mónaco que no alcanzó a recuperarse plenamente de una lesión de rodilla ocurrida en enero.

Tampoco estará Aldo Leao Ramírez, que también sufrió una lesión de rodilla ocurrida en un entrenamiento. En su lugar irá el bogotano Carlos Carbonero, jugador del River Plate argentino.

A pesar de las bajas, la nómina de 23 jugadores cuenta con amplia experiencia internacional. La mayoría de ellos compiten en las principales ligas del mundo y llegan con buen nivel.

Aún no se conoce la nómina que utilizará Pékerman, aunque la formación esperada es con David Ospina en el arco; Camilo Zúñiga, Carlos Valdés, Mario Yepes y Pablo Armero en defensa; Carlos Sánchez, Abel Aguilar, Juan Guillermo Cuadrado y James Rodríguez en el medio; y la dupla Teófilo Gutiérrez y Carlos Bacca en ataque.

Antes de arribar a Brasil, el conjunto tricolor se concentró en Argentina, donde disputó partidos de preparación ante Senegal y Jordania.

Las protestas y el Mundial

Desde que Brasil ganó la sede para el Mundial, y hasta el cierre de esta edición, sectores sociales mantenían fuertes protestas en el marco de la copa.

Algunas de estas movilizaciones reclamaban reivindicaciones gremiales, como los trabajadores del metro de Sao Paulo. Otros sectores, como los viviendistas, protestaban contra los desalojos, y algunos más simplemente repudiaban la realización del evento en Brasil.

Sin embargo, desde sectores de izquierda y del movimiento popular se pusieron en tela de juicio la pertinencia y justificación de estas protestas. Por ejemplo, el Movimiento Sin Tierra (MST) las declaró como “un error”.

“Todo el pueblo brasileño quiere ver el Mundial. Así las entradas sean carísimas y la FIFA se lleve todas las ganancias, las personas van a querer ir a sus casas a ver el Mundial en la televisión y las protestas que impidan eso van a generar un rechazo”, dijo Joao Pedro Stédile, máximo dirigente del MST.

Stédile agregó que los problemas del país son más complejos que las denuncias sobre las supuestas irregularidades en las obras para la copa. Y que las manifestaciones se podían adelantar en momentos diferentes al torneo.

Por su parte, la presidente Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), afirmó que las protestas son “el costo de la democracia” y la consecuencia de tener movimientos sociales activos, que se manifiestan libremente.

Luiz Inácio Lula da Silva, dirigente del PT y antecesor de Rousseff, dijo además que los contradictores del gobierno esperan que la copa salga mal para afectar la imagen del gobierno con fines políticos, pues en octubre tendrá lugar una nueva contienda electoral.

“Parece que ciertos grupos confían en que la copa sea un fracaso, como si sus posibilidades en las urnas fueran a beneficiarse de ello”, reclamó Lula.

El dirigente del PT, exdirigente sindical y ferviente aficionado al fútbol, dijo que Brasil ya está listo para la copa y que su relevancia va más allá de lo económico.

“Comprobaremos una vez más que la idea de una comunidad internacional reunida en paz y fraternidad no es solo una utopía”, afirmó.

En todo caso, desde este jueves millones de espectadores en todos los rincones del planeta disfrutarán de los 64 partidos, que se prolongarán por cuatro semanas. Será toda una fiesta mundial en torno al deporte más popular de todo el globo.

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