jueves, marzo 28, 2024
InicioEdición impresaBloqueo a Cuba: estúpido e inmoral

Bloqueo a Cuba: estúpido e inmoral

La resolución de las Naciones Unidas condenando el bloqueo económico y financiero contra Cuba desnuda el creciente aislamiento de Estados Unidos en su política hacia la isla. Editoriales del New York Times, condenando el asedio, evidencian un nuevo sentimiento de la sociedad norteamericana

Canciller cubano Bruno Rodríguez.
Canciller cubano Bruno Rodríguez.

Alberto Acevedo

Expresiones como “genocida”, “inmoral”, “ilegal”, “estúpido”, “anacrónico” e “injustificado”, hicieron parte de una larguísima lista de adjetivos utilizados por jefes de estado y de gobierno y cabezas de misiones diplomáticas, que el pasado 28 de octubre intervinieron en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ese día votó por abrumadora mayoría una nueva resolución condenando el criminal bloqueo contra Cuba, que se prolonga por seis décadas, y demandando de los Estados Unidos un cambio radical de su política hacia la Isla.

En esta ocasión, la resolución se aprobó por 188 votos a favor, de los representantes de 193 naciones que se encontraban en el recinto. Se registraron tres abstenciones: Palau, Micronesia e Islas Marshall y sólo dos votos en contra: los de Estados Unidos e Israel.

Resultó significativo el hecho de que bloques enteros de países, que se han agrupado en novedosos mecanismos de cooperación regional, condenaron el régimen de asedio financiero y comercial contra Cuba, impuesto por la mayor potencia económica del planeta. Esos bloques son: el Movimiento de los No Alineados, el Grupo de los 77+China, el grupo de los Brics, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), los países del Mercosur, la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom), entre otros.

Muchos países condenaron el carácter de extraterritorialidad que en forma arbitraria le ha imprimido Estados Unidos a su política sancionatoria contra Cuba socialista. Esto se expresa en el hecho que Washington incrementa las sanciones contra países, corporaciones financieras, bancos y empresas que de alguna manera establecen vínculos comerciales con Cuba.

Otro aspecto que destacaron los oradores que intervinieron antes de la votación es el deterioro económico provocado a Cuba y a su pueblo por el bloqueo, en contraste con actitudes humanitarias del gobierno de ese país frente a grandes tragedias naturales, como en el reciente caso de la epidemia del ébola, en que Cuba ha enviado dos destacamentos de médicos y trabajadores de la salud a países africanos a contribuir en la lucha por erradicar el mortal virus.

Cuba no es una amenaza

En relación al costo del bloqueo, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, quien también intervino en la sesión, anotó que los daños acumulados por la isla en más de medio siglo de asedio económico y financiero ascienden a un billón 112 mil 532 millones de dólares. El funcionario destacó que en el proceso de renovación generacional, después del triunfo de la revolución, se puede decir que el 77 por ciento de la población actual nació en condiciones de bloqueo económico y ha debido privarse de elementales posibilidades de disfrute de las ventajas del libre comercio.

Bruno Rodríguez, en otro momento de su intervención, para desvirtuar las justificaciones del bloqueo, dijo que “Cuba jamás ha sido una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos”. Puntualizó que, por el contrario, su gobierno siempre ha recibido hospitalariamente a los pocos norteamericanos a quienes se ha permitido visitarla, o a los que han llegado en misión humanitaria. “No hay hostilidad entre nuestros pueblos”, puntualizó el diplomático.

“Nuestro país ofreció toda la ayuda a su alcance ante los terribles actos terroristas del 11 de septiembre de 2001, cuando miles de aviones no tenían dónde aterrizar, y luego para paliar la falta de antibióticos cuando se produjeron ataques con ántrax en Estados Unidos (…) Sinceramente preocupados por los daños que estaba provocando el huracán Katrina, en 2005, ofrecimos cooperación médica al pueblo de Nueva Orleans”, puntualizó el canciller cubano.

Justificando sanciones

A pesar de esta actitud fraterna, el gobierno norteamericano ha recrudecido su política de hostigamiento económico y financiero contra Cuba. Ha impuesto multas millonarias a bancos que comercian con la isla y al negar que compañías cubanas se conecten con su infraestructura de comunicaciones, que es la más cercana.

Bruno Rodríguez destacó ante las Naciones Unidas que resulta absurdo y ridículo que Estados Unidos incluya a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional, argumento que “solo sirve para justificar sanciones financieras internacionales”, cuestión que, por demás, desprestigia a los Estados Unidos.

El canciller cubano concluyó su intervención en el foro de naciones invitando al gobierno de los Estados Unidos a establecer con el suyo “una relación mutuamente respetuosa, sobre bases recíprocas, basada en la igualdad soberana, los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”. Advirtió sin embargo que “Cuba nunca renunciará a su soberanía ni al camino libremente escogido por su pueblo para construir un socialismo más justo y eficiente, más próspero y sostenible”.

Antes de producirse la condena de las Naciones Unidas al bloqueo a Cuba, en un lapso menor a un mes, se produjeron tres notas editoriales del influyente diario norteamericano The New York Times, la última de ellas el pasado 26 de octubre, en las que califica el bloqueo a Cuba como “una política fallida” que debe ser revisada por el gobierno de Barack Obama.

Política obsoleta

Inclusive el exilio cubano en Miami, que ha sido un factor de poder decisivo en la política exterior hacia Cuba, ha evolucionado y hoy se muestra a favor de establecer lazos estrechos con la isla, destaca el rotativo.

“Esa evolución ha permitido que un creciente número de políticos destacados puedan llamar el embargo una política fallida, y argumentar que ponerle fin a la era de enemistad con Cuba representa la mejor oportunidad para fomentar un futuro más próspero en la isla”, anota el New York Times.

La toma de posición del periódico refleja un sentimiento cada vez más latente en la sociedad norteamericana. Incluso el aspirante a gobernador por el estado de La Florida, considerado uno de los más conservadores, Charlie Crist, dijo estar dispuesto a viajar a Cuba durante su campaña. Aunque no concretó la propuesta, dijo que el embargo a Cuba “ha sido una política obsoleta”.

La ex secretaria de Estado Hilary Clinton, en su libro de memorias, recientemente publicado, se pronuncia por terminar el embargo, al que califica como “una estrategia fallida”. El reverendo Jesse Jackson, activista de derechos humanos, miembros de las iglesias norteamericanas, políticos de los dos partidos tradicionales, comerciantes, industriales, banqueros, hacen parte de esa lista de personalidades que se pronuncian en igual sentido, y confirman el aislamiento de Estados Unidos en su torpe política sancionatoria hacia Cuba socialista.

Artículo anterior
Artículo siguiente
RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments