La editora en jefe del periódico del Partido Comunista Sudanés está siendo procesada por alta traición y podría enfrentar la pena de muerte.
Emile Schepers
El régimen del presidente de Sudán, Omar Hasan Ahmad al-Bashir, ha estado combatiendo con mano dura a los disidentes, incluido el Partido Comunista de Sudán, el Partido Umma, el Movimiento de Liberación de Sudán, y las Fuerzas del Consenso Nacional (una coalición que incluye a los comunistas, la Umma y otros).
Sudán ha estado en un estado creciente de agitación desde que su extremo sur se independizó en 2011 y formó la República de Sudán del Sur. Esto afectó gravemente los ingresos de su principal producto de exportación, el petróleo, ya que algunas de las principales zonas productoras están en el Sur. Hacia el final de 2013, estallaron disturbios en varias ciudades después que el gobierno dejó de subsidiar el combustible, lo que llevó a un fuerte aumento en el costo de vida.
Como el primer aniversario de ese incidente se acercaba, el gobierno temía que las protestas crecieran, y comenzó a perseguir a los partidos de oposición, periodistas, jóvenes y otros que temían pudieran jugar un papel de liderazgo. Varios partidos de la oposición, por su parte, firmaron una declaración el 3 de diciembre, abogando por la eliminación del gobierno de al-Bashir y su sustitución por un Estado democrático y laico. El gobierno declaró inmediatamente a los signatarios como traidores, y detuvo al líder de Consenso Nacional Faruk Abu Eisa, al experto en derechos humanos Amin Mekey y a varios otros opositores.
Se informa que Abu Eisa sufrió un grave deterioro de su salud mientras estaba en prisión, y ha sido hospitalizado.
El gobierno también ha tomado medidas enérgicas contra las organizaciones no gubernamentales y centros que considere subversivos, incluyendo la Unión Nacional de Escritores. Varios periódicos de la oposición, incluido el periódico del Partido Comunista Sudanés, Al Midan, han visto confiscadas sus ediciones. En el caso de Al Midan, su editora en jefe, la señora Madija Abdala, está siendo procesada por alta traición por haber firmado el Llamamiento de Sudán, y puede hacer frente a la pena de muerte.
Fuente: People’s World
Traducción de David Moreno
