viernes, abril 19, 2024
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Aseguran “garantías de igualdad” en Nepal

Bidhya Devi Bhandari, reconocida luchadora por la igualdad de género y lideresa del Partido Comunista en Nepal, resultó electa presidenta de ese país, llegando a ser la primera mujer en ocupar dicho cargo en una sociedad donde las mujeres tradicionalmente han sido sometidas.

Bidhya Devi Bhandari, primera mujer presindenta de Nepal.
Bidhya Devi Bhandari, primera mujer presindenta de Nepal.

Renata Cabrales

El hinduismo tradicional y un sistema patriarcal bien establecido en la sociedad de Nepal son los factores que han influenciado para que persista la violencia contra las mujeres. Aunque en el hinduismo mujeres y hombres son considerados “mitades complementarias”, convenientemente, el hombre debe ser como un dios para su esposa. Es por eso que en una conversación con Efe, la activista en asuntos de género Bandana Sharma afirmó que “los postulados religiosos que continúan en la mentalidad de la gente son uno de los factores que fomentan la violencia contra la mujer”.

Es así como en Nepal muchas mujeres han venido siendo víctimas de violaciones, maltrato físico y psicológico, y acusaciones de brujería, y algunas hasta se ven obligadas a aceptar una segunda esposa del marido, en el caso de no poder concebir hijos.

Agrega Sharma que las indigentes ancianas son acusadas de brujería y sometidas a violencia porque en “nuestra cultura, sobre todo en el sur de Nepal, existe la tradición de atribuir las desgracias a la acción de alguna bruja”. El problema de la violencia de género conmovió a la opinión pública tanto en Nepal como en el mundo entero tras la presentación del estudio “Justicia Revelada: hablan las supervivientes” de Bindu Gautam, el cual muestra la situación de desprotección sufrida por muchas mujeres.

“La mentalidad patriarcal es la razón principal de que la violencia contra la mujer continúe, y en Nepal hay una cultura de silencio por la falta de apoyo y la dificultad de acceder al sistema legal”, afirma la autora de la investigación, en la que refleja la situación de desprotección que padecen muchas mujeres, sobre todo las más pobres y aquellas que son catalogadas como brujas. El estudio revela historias de violencia hacia las mujeres que son catalogadas como brujas por su condición de pobreza y por pertenecer a los dalits (intocables), una de las castas más marginadas en el sistema de Nepal.

En Nepal, ser pobre es sinónimo de “bruja”

Es así como se difundió la historia, entre otras, de Kalli Kumari, sobreviviente de inclementes castigos, quien fue golpeada y encarcelada, donde posteriormente se le obligó a comer sus propios excrementos, luego de la sentencia de un chamán quien la señaló de ejercer la hechicería. “Golpearon mi cabeza, me forzaron a ingerir heces y cortaron mi piel con un cuchillo; no pude soportarlo y acepté que era bruja, y así dejaron de causarme dolor”, afirmó Kumari, mujer de unos 46 años de edad, y perteneciente a los dalits, una de las estirpes más segregadas dentro del sistema de castas de Nepal. Agregó la mujer que “ante la amenaza de cortarme los pechos, confesé ser bruja y acepté compensar monetariamente a un vecino por una epidemia que enfermó al ganado”.

Muchas activistas de género luchan desde hace mucho tiempo para acabar con esa forma de violencia, pero el problema es un factor común en la zona de planicies de Tarai, y en áreas geográficas donde predominan el analfabetismo y la pobreza.

Por su parte, Indu Pant, consejera sobre género de la organización CARE Nepal, expresó para The Prisma que “una mujer educada, procedente de una familia de altos ingresos y de una casta alta, nunca es acusada de practicar brujería”. Por su parte, Urmila Bishwakarma, del grupo de medios dalits Jagaran Media Centre, evidenció varios casos de mujeres de esa casta acusadas de hechicería.

Vale la pena resaltar que Nepal aprobó hace varios años una ley de violencia doméstica, pero los activistas en contra de la violencia de género denuncian que su implementación no ha sido la adecuada y que es demasiado insignificante, porque se centra en lograr la reconciliación de la pareja y las penas son de escasa extensión.

Un maltratador, según la abogada Sanu Laxmi Gahsi, afronta una pena de seis meses, mientras que un polígamo se enfrenta a una condena máxima de tres años, y no existen disposiciones especiales para las víctimas.

Tampoco para las activistas en lucha por deshacer la mentalidad patriarcal mal entendida: “A mí -concluyó Nirmala Bagchand- me han amenazado de muerte y han dicho que prenderán fuego a mi casa”, afirmó en conversación con Efe.

El cambio está cerca para las nepalesas

Nepal ha estado en una transición de una sociedad dominada por el machismo, donde las mujeres son sometidas principalmente a trabajar en las casas, a una sociedad en el que las mujeres tengan igualdad de oportunidades y derechos legales.

Es por eso que la presidenta electa el pasado 28 de octubre, Bidhya Devi Bhandari, dijo que su elección ha servido para dar el primer paso para asegurar las nuevas “garantías de igualdad”. Bhandari tomó el camino de la política en su adolescencia, después de casarse con un compañero comunista, Madan Bhandari. Es así como la lideresa feminista ha llegado a ser una figura política desde el año 1993 cuando su marido murió en un accidente de coche.

Bhandari fue vicepresidenta del Partido Comunista de Nepal, y sustituyó a Ram Baran Yadav, elegido en 2008 como primer presidente del país tras el fin de 240 años de monarquía hinduista.

La reconocida luchadora por la igualdad de género y lideresa del Partido Comunista en Nepal resultó electa presidenta de ese país, llegando a ser la primera mujer en ocupar el cargo de mayor importancia en el país asiático.

La destacada abogada Bidhya Bhandari fue, además, ministra de Defensa, y derrotó a su oponente masculino, Kul Bahadur Gurung, con 327 votos a favor. Es también la primera vez que se designa ese puesto bajo la nueva Constitución republicana. Bhandari, dirigente del Partido Comunista UML (marxista-leninista) de Nepal, fue elegida por el Congreso de esa nación.

“Consideraré el Himalaya, las montañas y la región Tarai (sur) como un todo”, aseguró luego de ser designada como primera mandataria. También aseguró a los periodistas que iniciará conversaciones con los partidos del sur del país contrarios a la nueva Constitución, que mantienen protestas y un bloqueo de la frontera con India.

Bidhya Devi Bhandari, a quien se le atribuye en gran medida que un tercio de los políticos en Nepal sean mujeres, había presionado para la nueva Constitución que el presidente o vicepresidente fuese una mujer. Sin mucho esfuerzo, debido a sus capacidades de liderazgo y su gran prestigio en la política del país asiático, esta feminista marxista lo consiguió.

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