jueves, marzo 28, 2024
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Almanaque Agroecológico, una guía cultural de Bogotá Rural

Lina María Cortés G.

Los almanaques, a diferencia de los calendarios, son libros manuales que además de llevar, ordenada y sistemáticamente, los meses, semanas y días del año, se especializan en temas científicos, literarios, artísticos, anecdotarios, nociones de agricultura, estadísticas, efemérides, consejos, etc. En este caso, el Almanaque Agroecológico es una pieza de divulgación que permite entender las dinámicas ambientales, culturales y económicas entre la gran ciudad y las zonas rurales, donde el agroturismo es la estrategia política que se puede implementar en los planes de desarrollo local y distrital.

La investigación se encuentra en el ámbito ambiental.
La investigación se encuentra en el ámbito ambiental.

La idea de elaborar el almanaque agroecológico de Bogotá surge a partir de estudios previos en zonas periurbanas que permitieron evidenciar la tensión ambiental entre la población rural, que ha ocupado este territorio desde hace más de cien años, y el potencial hídrico en ecosistemas de páramo y bosque altoandino.

La agroecología ha sido la herramienta conceptual para que los pobladores, tanto del campo como de la ciudad, comprendan otras formas de interpretar la naturaleza, respetando los ecosistemas y los ciclos de vida. Esta tendencia busca el paso de la agricultura convencional a la agricultura ecológica, con equidad cultural y política. Se enmarca dentro del estudio como la salida al pequeño productor que se enfrenta al imbuido sistema económico de mayor competencia –el TLC-.

De esta manera la investigación se encuentra en el ámbito del conocimiento de la historia ambiental, desde la posibilidad de una convivencia armónica y digna entre los campesinos que habitan estas zonas aledañas a la ciudad y su entorno natural. El estudio parte de la cartografía que evidencia las 70 veredas de Bogotá, distribuidas en ocho localidades, que corresponden a un 77% del total de su extensión. Y una metodología inspirada en el sociólogo Fals Borda, el pedagogo Paulo Friere y el etnógrafo Philippe Descola, que ha permitido hacer de los habitantes actores vivos en los almanaques, escribiendo ellos su propia historia.

Ejercicios de lectura y escritura

Para la recolección de información, se han realizado una serie de actividades desde ejercicios de retroalimentación de lectura y escritura, en donde se fortalecen las habilidades de redacción y comprensión. Talleres lúdicos y pedagógicos, donde los habitantes demuestran las cualidades culinarias, juegos y vida cotidiana. Además de recorridos pedagógicos por las zonas de reserva forestal, en donde ellos son los guías de su propio paisaje.

Se realizan entrevistas de carácter informal, se escoge un personaje al que se le hace una semblanza y un mapa como resultado de reconocimientos del terreno en salidas de campo, revisión cartográfica de mapas antiguos, imágenes de satélite y fotografías aéreas, que le permiten plasmar el dibujo en perspectiva con la mirada más exacta desde su punto de fuga.

Es así como el almanaque contiene un mapa a mano alzada que permite entender el contexto geográfico de las veredas con respecto a Bogotá, un calendario lunar con el ciclo de siembra y cosecha, las lunas en lengua chibcha, recetarios, crucigramas, consejos útiles agroecológicos, artículos históricos, culturales y un retrato en homenaje al personaje del pueblo.

En cabeza de un equipo interdisciplinario de investigadores y a través de los premios que otorga el IDPC, Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la experiencia ha producido una publicación seriada durante los años 2011, 2012 y 2013, de cuatro veredas de Bogotá -Verjón Alto y Verjón Bajo, Pueblo de Usme y Pasquilla-, editada y diseñada en un formato de bolsillo de 32 páginas, en donde se encuentran mes a mes los artículos escritos por y para la comunidad sobre temas que nos cuentan la historia y vida de cada vereda. Todo esto de la mano de ilustraciones antiguas y grabados que le imprimen un lenguaje romántico que dialoga perfectamente con los mensajes del texto.

Por iniciativa del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), en este momento se encuentra en proceso de edición el Almanaque de San Agustín (Huila), investigación que se sale del mapa de Bogotá a otros territorios rurales con dinámicas nacionales. Pero que, como ocurre aquí, permite entender el distanciamiento y tensa relación entre los habitantes del municipio y el Parque Arqueológico de San Agustín.

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